//Ramé// - [2yeon]

26

Jeongyeon

Salí de la ducha, me seque y me cambie la ropa a la de repuesto que tenía. No sabía que iba a hacer después de esto pero algo se me ocurriría, era un poco más tarde por la mañana así que me queda todo un día para resolverlo. Cuándo ya estaba a punto de salir del gimnasio aquellas chicas extrañas me detuvieron poniéndose enfrente de mí.

–Eh, Hola, disculpa –se acercó la chica de ojos grandes a mi primero–Soy Jihyo y de seguro ya conoces a Tzuyu –señalo a la recepcionista–

– ¿Aja? ¿Sucede algo?

–B-bueno nosotros teníamos la duda...

– ¿ConocíasASeungYeon? –su amiga la interrumpió–

– ¡Tzuyu!

– ¿Disculpa? –Me irrite un poco al escuchar el nombre de mi hermana provenir de estas dos chicas desconocidas–

–Veras nosotras teníamos un amiga... –tensione mi mandíbula y mi gesto indicándole que no siguiera hablando, algo que pareció entender muy bien– Es que, bueno, cuando te vimos no pudimos ignorar el increíble parecido que comparten y además que comparten el mismo apellido y ni hablar de su parecido de personali-

–Para –levante mi mano sin poder soportarlo mas– Seungyeon era mi hermana mayor y no sé porque siguen hablando de ella como si no fuera nada, aun peor, enfrente de mí, con su permiso, me voy.

Salí casi corriendo del lugar, yo solo quería tener un día normal sin pensar en mi hermana y la estúpida vida me sale con esto. Caminé de regreso a la parada de autobuses, algo que ya me estaba comenzando a hartar.

Compraré un carro.

Decidí que lo haría después en estos momentos solo quiero dormir un rato, era casi el medio día y debo suponer que Nayeon sigue en la Universidad. Debe ser agotador mentalmente para ella seguir como si nada su vida.

Solté un suspiro silencioso y baje del autobús en mi parada, camine hasta el edificio y subí hasta nuestro departamento sin mucho apuro. Como predije este se encontraba vacío, jamás me di la oportunidad de explorarlo a fondo y gracias a la señora castrosa con su hijo castroso del living lograron que se me quitará el sueño que traía.

Fui hasta la cocina y revisé las gavetas, hace rato pase a comprar algunas cosas en el súper ya que su refrigerador parecía estar más vacío que mi lista de contactos. Mi estómago gruño con algo de fastidio y supuse, a lo más obvio, que tenía hambre.

O ganas de ir al baño, es lo mismo.

Primero fui a mi cuarto a dejar mis cosas en su lugar y cambiarme a una ropa más cómoda. Cuando salí volví a la cocina, me puse un delantal de cintura y me puse a cocinar algo sencillo, para mí y guardar algo para Nayeon.

Estoy esforzándome por llevar una mejor relación con ella, de verdad que sí, pero se me hace muy complicado, lo que pasó con Seungyeon sigue reciente y no hay día en que no me recuerde nada a ella, menos habiendo gente como las chicas de esta mañana y mucho menos teniendo a Nayeon cerca, ella era como un recuerdo andante.

Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no había visto la hora, ¿cuándo se hicieron pasadas las dos de la tarde? La comida estaba lista y también había hecho algo de beber.

No tardó mucho para que el ruido de la puerta principal abriéndose resonara en todo mi silencioso entorno.

–Estoy en Casa –escuche la voz de Nayeon y levanté la vista–

Maldita vida

Tantas personas con las que ella podía haber estado acompañada y es justamente con ella.

–Buenas tardes –dije con algo de fastidio–

–Hola~ –dijo su acompañante con un tono meloso demasiado irritante– me alegra verte de nuevo –No conteste nada y termine de guardar las cosas que use–

–Ejem –Nayeon se aclaró la garganta ante el profundo e incómodo silencio que había provocado mi "respuesta"– Jeongyeon te presento a Park Jihyo, mi mejor amiga, Jihyo ella es Jeongyeon, la hermana de...-

–Seungyeon –termino la chica ojos de tren haciendo que me tensara ante la pronunciación de su nombre en boca de ella– la vi hoy en la mañana en el gimnasio de Tzuyu

–Oh –la expresión de Nayeon era de genuina sorpresa–

–Sí, bueno, creo que iré a descansar –dije quitándome el delantal–

–Espera ¿no comerás con nosotras? –Preguntó Nayeon–

–Que Park Jihyo coma mi porción, saldré más tarde –dije seria y fría ya que en definitiva no me agradaba la tal Jihyo–

–p-pero...

–Provecho –dije antes de encerrarme en mi cuarto–

Nayeon

–Tenías razón con lo de humor de perros –dijo Jihyo viendo la puerta estática al igual que yo–

–Te lo advertí