Por favor

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—N-No Millian, no quiero hacer esto —lloró, mientras él la sacaba del brazo de la casa.

—Cierra la boca y camina —gruñó.

—Por favor, yo quiero tenerlo, te prometo que nuestra vida no va a cambiar, va a seguir siendo la misma, por favor.

—¡Ya basta! —rugió asustándola, apretándole el brazo—. ¿Cuándo diablos vas a entender que no quiero un hijo? ¡No lo quiero!

—¿Necesitan ayuda con algo? —preguntó un oficial acercándose a ellos.

Liliana miró hacia abajo, y se secó las lágrimas de los ojos, cuando Millian la soltó.

—N-No, estamos bien —murmuró en un hilo de voz la jovencita.

—Sólo tuvimos una discusión, estamos bien, no hay nada porqué preocuparse —pronunció serio el azabache.

Miró a Liliana, endureciendo sus rasgos.

—Sube al auto —le dijo en un tono bajo.

—Mil.

—Señorita, acompáñame un momento —le pidió el oficial.

Millian la tomó de la mano, entrelazando sus dedos.

—Escuche, oficial, estamos un poco apurados, nos dirigíamos al hospital de Kanat'ma.

Al escuchar aquello, Liliana volvió a llorar.

—¿Y por qué se dirigían al hospital?

—Un familiar que está grave, es por eso que ella está tan... Sensible.

—¿Es así, señorita? —preguntó el oficial.

Al ver qué ella no respondía, Millian le apretó la mano.

—Responde, cariño.

—S-Sí —lloró.

—¿Cuáles son sus nombres?

—Nos está demorando de más —gruñó Millian.

—Cuales son sus nombres, dije —pronunció serio el oficial.

—Millian, y ella es Liliana Roth.

—¿Están unidos? ¿O sólo son pareja?

—Estamos unidos hace ocho meses ¿Eso es todo?

—No, uno de los dos tendrá que acompañarme, para hablar sobre lo que ocurrió.

Millian asintió con la cabeza, apretando la mandíbula, y luego miró a Liliana, que no dejaba de llorar. Se agachó para estar a la altura de ella, y la jovencita cerró los ojos.

—Olvídate de mí —susurró contra su oído, antes de darle un beso en la mejilla, frío—. Ella lo acompañará ¿Está bien eso?

—Sí, me parece lo mejor.

El azabache la soltó y ella lo miró con tristeza.

—M-Millian.

La ignoró y se subió al auto, antes de ponerlo en marcha y largarse de allí.

—Señorita Roth, ahora que su pareja no está, puede hablar conmigo, decirme que fue lo que en verdad ocurrió.

***

—Es un hijo de puta —bramó furioso Blaise.

—Lo estamos buscado, no te preocupes, tenemos oficiales en toda la isla, no se escapará —le aseguró Ketall.

—Espero que ésta vez no lo sueltes una mierda, lo quiero encerrado.

El jefe de oficial asintió con la cabeza, luciendo serio.

—Es lo que Cep ordenó, que lo encierren. Recibirá atención psicológica y hará el periodo de adaptación y rehabilitación, para luego determinar si es apto o no para ser liberado.

—Ahórrense el tiempo y duérmanlo de una maldita vez. Estuvo ocho meses viviendo con los humanos, ya estuvo encerrado antes, y siempre por el mismo motivo. Violentó a una mujer embarazada, SU mujer, llevando SU hijo. Un macho que no es capaz de cuidar a una hembra y su cría, no merece estar libre.

—Blaise, comprendo tu rabia, pero entiende que él viene del Este, al igual que tú. Ustedes no buscan mujeres ni hijos, y él aún es un inadaptado.

—Es un hijo de puta, nada justifica lo que intentó hacer. No lo quiero cerca de Lili, si yo lo encuentro libre, lo mato —pronunció el rubio antes de salir.

Ketall suspiró y se pasó una mano por el rostro. Desde que había aparecido en el pueblo, Millian sólo le había causado dolores de cabeza.

...

MillianTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang