«𝙡𝙤𝙤𝙠𝙞𝙣𝙜 𝙛𝙤𝙧 𝙛𝙞𝙖𝙣𝙘é» → chanbaek #2

«10»

Entraron al departamento. Changkyun se bajó de los brazos de su padre Chanyeol en cuanto entraron y corrió hacia la sala en busca de sus juguetes.

—De verdad, de verdad —juró —Debes creerme esta vez.

—Chanyeol...

—En serio, Baekhyun, por favor. Te lo juro, jamás me vi con Kyungsoo ni una sola vez, no después de ese día que estuve en New York, ¿recuerdas? Debes creerme —decía, caminando detrás del castaño quien se dirigía hacia la habitación.

—Lo sé. Te creo.

—No, no estás siendo sincero. Seguro hay una confusión, no he tenido relaciones con Kyungsoo desde hace años.

Baekhyun se volteó a mirarlo.

—Ugh, ¿podrías dejar de decir esas cosas?

—Es que no me estás creyendo.

El chico suspiró y detuvo lo que estaba haciendo, acercándose a su novio.

—Te creo. No soy estúpido, no hay manera de que te hayas encontrado con tu ex novio, ¿bien? Además, prometí confiar en ti, ¿lo recuerdas también? Ambos hicimos esa promesa la última vez —dijo —Así que deja de actuar de esa manera y quítate ese abrigo, está mojado y podrías enfermar.

—Baekhyun... ¿De verdad no estás molesto?

Este negó.

—Se nota que tu CEO no está para nada contento con tu decisión. Solo dijo eso para dañarnos, pero no lo logrará, porque confío en ti.

—Está bien, pero debes saber que Choi no se quedará quieto y pronto la prensa estará detrás de mí.

—Sí... Seré el joven engañado en primera plana.

—Te amo a ti y sólo a ti. No debes creer en nada que digan sobre nosotros.

—Estoy diciéndote que no creeré ni creo nada. Solo lo haré cuando tú seas el que me diga las cosas —le prometió, pasando sus brazos por los costados de su cintura —Y te amo también.

Chanyeol lo rodeó de igual manera.

—¿Cuánto me amas?

—Lo suficiente como para quedarme contigo toda la vida.

Se sonrieron, a punto de unir sus labios, pero en la sala se oyó el ruido de cosas cayendo y ambos se quedaron estáticos, oyendo la vocecita en tal habitación.

—¡Papá! —llamó Changkyun —¡Se cayó!

Chanyeol frunció el ceño.

—¿Qué se cayó?

No escucharon respuesta alguna, por lo que Baekhyun rió y palmeó el hombro del alto.

—Ve a ver qué desastre ocasionó tu hijo. Yo terminaré de limpiar aquí.

El rubio bufó. Caminó por el pasillo y cuando llegó a la sala, se quedó congelado en su lugar.

—¡¿Qué hiciste?! —chilló.

Los adornos del estante estaban rotos y esparcidos por la alfombra mientras Changkyun cargaba su arco y flecha de juguete. El pequeño lo miró con los ojos muy abiertos, escondiendo las flechas detrás de su espalda.

—Se cayó... —murmuró inocentemente.

[...]

La madrugada se había hecho y los tres se habían dormido viendo una película. Después de aquellos destrozos que Changkyun había logrado, trataron de regañarlo pasivamente y le enseñaron que no estaba bien destruir las cosas solo por diversión. Al final el pequeño niño pareció entender y se sentó junto a ellos, obligándoles a ver una película animada. Eventualmente terminaron dormidos recostados en el extenso sofá.