EL ORIGEN DE TODO.

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- Sky! Cariño, despierta, llegarás tarde. Tu padre te está esperando. ¿Sky? – Su madre tocaba la puerta preocupada de que su hija se haya olvidado de que día era.

-mmm - aún sumergida en sueños, Sky había olvidado que era importante para ella el estar presente en aquella reunión. Hoy cumplía 18 y oficialmente sería reconocida por los demás miembros de la familia; reconocimiento que le permitiría tener acceso a las reuniones que por tantos años, su padre le negaba.

- ¡Oh no, la reunión! – despertó de golpe y trató de zafarse de las sábanas que la tenían prisionera. En el proceso cayó de la cama haciendo un fuerte sonido que podía haber sido escuchado por todos los que estaban en aquel piso.

Se deshizo de todas las sábanas que cayeron con ella y luego se puso la ropa que encontró a su alcance. Se dirigió al baño para lavarse la cara y vio su reflejo. No se consideraba alguien normal ya que nunca había visto que las personas llevaran una marca de nacimiento en la mano con forma de una flama; poco notoria hasta entonces por ser diminuta, para Sky era extraño, pero aun así le tenía cierto afecto.

Por el otro lado, no se sentía cómoda con su cabello plateado y ojos color azul cielo, del cual su nombre fue inspirado por la semejanza de tonalidad. Suspiro, no podía hacer nada, así había nacido y debía aceptarlo.

Lo que más odiaba era que la gente la mirara de forma despectiva por su aspecto nunca antes visto en un humano, ni siquiera los doctores podían explicar el motivo de aquellos genes y nadie de su familia se parecía a ella. Esto ocasionó que desde pequeña, Sky no pudiese relacionarse con las personas y le costaba comunicarse con ellas ocasionando malos entendidos. Sus padres al notar aquello decidieron educarla en casa junto a su hermano Lance, quien desde pequeño se enfermaba constantemente.

Siempre escucho comentarios hirientes, que para ella dejaron de tener importancia pero que le afectaron profundamente hasta llegar a odiar su apariencia. Su padre le decía que era única y por ello debía sentirse orgullosa, claro, después de todo era su padre y ella era su única hija a quien iba a amar incluso siendo ¨fea¨.

Cada vez que alguien venia de visita, si no era para asuntos importantes, Sky se escondía, no le gustaba ser vista, Lance le decía que permaneciera en su cuarto y que alguien se ocuparía de las cosas que necesitase. A Sky aquello no le molestaba, de hecho le encantaba estar horas en su cuarto o pérdida en el inmenso bosque que hay detrás de la casa. Su padre le decía que no se adentre al bosque, porque había animales peligrosos, pero como siempre, Sky nunca obedecía, por lo que él optó por dejarla ir, pero siempre volviendo en horas pico y avisando donde se encontraba.

Volviendo a la realidad y dándose cuenta del poco tiempo que le quedaba, arreglo su cabello dejando relucir el collar que permaneció siempre con ella, era una piedra preciosa muy rara de color lila que brillaba intensamente a la luz del sol y la luna. Por alguna extraña razón que Sky desconocía, nunca se lo quería sacar y cuando no lo tenía puesto se sentía débil y enferma, por lo que nunca salía sin él.

Salió de la habitación apresurada calzándose los zapatos y en ese momento también lo hizo su hermano Lance, quien a pesar de las constantes peleas que tenían, la quería demasiado. Siempre estuvieron juntos; cuando él enfermaba, Sky pasaba horas en su habitación haciéndole compañía ya que sus padres estaban ocupados.

- Hola Sky, ¿lista para nuestra ceremonia de mayoría de edad?- le dijo Lance. Sky sentía que su hermano era lo opuesto a ella y que sus facciones hacían juego con él, tenía los mismos ojos que su padre; ojos de color azul marino y cabello castaño como su madre, a pesar de que eran mellizos, no parecían ser de la misma familia, mucho menos hermanos. 

- ¡Sí!, lo he esperado por 18 años- respondió Sky alegré.

- Vamos antes de que se enoje nuestro padre, pero por la gran caída que tuviste recién y que resonó en toda la casa, debe haberse enterado de que acabas de despertar. - replicó él en un tono burlón.

DRAGONES: LA AVENTURA DE SKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora