Cubrió su rostro con sus manos, no queriendo que extraños le vean llorar mientras sollozaba pues ya no podía ocultarlo. Muchos miraban en su dirección, curiosos y murmurando sobre qué era lo que estaba sucediendo. Jeno gruñó alto, haciéndose notar y asustando a los presentes que voltearon sus rostros para no ver hacia ellos pero evidentemente seguían atentos.

El alfa sujetó una de las muñecas del omega, jalándolo y obligando a que este se levantara. Caminó a paso apresurado hasta el baño, metiéndolo en el que era exclusivamente para alfas viendo que de hecho había un sujeto dentro a punto de meterse en uno de los cubículos.

- Vete.

Le gruñó, casi mostrando sus dientes y desprendiendo un aura tan fuerte que aquel sujeto no dudó en irse. Una vez solos, tranco la puerta para que nadie pudiera entrar y se sentó en el suelo del mismo apoyándose contra una de las paredes abrazando a Jaemin con fuerza. Lo dejó llorar, queriendo que este pudiera descargar todo lo que llevaba en su pecho.

Susurró en su oído palabras dulces, a veces besaba la cima de su cabeza mientras que su mano se paseaba por su brazo acariciándole, buscando reconfortarlo. Era triste ver que el hermoso chico a su lado podía estar tan roto como él por dentro.

Cuando finalmente dejó de llorar, le cargó haciendo que se sentara sobre la mesada del lavábamos. Cuidadosamente mojó un poco del papel y lo pasó por el rostro de este, limpiando los restos de las saladas lágrimas. Al terminar, le sujeto por las mejillas obligándolo a que le viera. Sus ojos estaban rojos, decaídos y con un mar de sentimientos que no podía describir. Jeno pegó su frente a la ajena, mirándole con intensidad.

- No voy a dejar que te enlacen a nadie Nana. No lo permitiré, nadie va a ponerte una mano encima.

Sin agregar otra cosa, unieron sus labios besándose. No era un beso tierno, ni apasionado. Era una promesa sellada entre dos bocas. Dos personas que sin decir mucho, lo prometían todo. Jeno le protegería, a como diera lugar. Él podría dar la vida por los suyos y por Jaemin, daría aún más si es que era necesario.

Sus labios se separaron por escasos centímetros, observándose a los ojos con intensidad se dijeron todo lo que no decían en palabras. Una parte de ellos estaba ligada para siempre, aunque no hubiera un lazo o marca que lo mostrara. Ellos lo sabían, podían sentirlo en lo fondo de su ser. Una parte de si estaría para siempre con el opuesto.

Se sonrieron de nuevo y se miraron como si fuera la primera vez que lo hacían. Jeno le ayudó a bajar y tomó su mano antes de salir del baño. Algunas miradas se posaron sobre ellos, el alfa se movió con la cabeza en alto, dándole una mala expresión en su mirada a quienes se quedaran demasiado tiempo viéndoles. Jaemin por su parte observaba solo sus zapatos.

En la mesa donde habían estado sentados, los que quedaron estaban hablando tranquilos hasta verles aparecer. Se levantaron juntos dejando dinero sobre la mesa. No tenían nada más que hacer y todos habían perdido el apetito.

El día afuera era brillante, sin una nube en el cielo. Jeno sujetaba con fuerza la mano de su novio al caminar, pegándole a él en cada momento posible. El omega trataba de sonreír y seguir las bromas que sus amigos estaban haciendo pero su ánimo estaba tan por los suelos haciendo evidente la tristeza que cargaba con él.

Dieron vueltas por distintos lados, caminando un poco por las calles. Compraron unas hamburguesas luego de unas horas para luego tomar unos helados. Jaemin no había comido casi nada, apenas si tocó las papas que habían venido con la hamburguesa del alfa pues no se había pedido algo para si mismo. Terminaron en un arcade, buscando poder alegrar un poco a su novio.

Claro que no resultó de lo mejor pues todo término en Chenle peleando con Haechan sobre quien había hecho trampa en un juego al cual la pareja no le había prestado atención. Mark trataba de calmarles y RenJun, por su parte, lucía muy tranquilo viendo algo en su teléfono sin importarle los gritos que daban a tan solo un metro de él.

Opuestos En Común. NominWhere stories live. Discover now