Capítulo 22 { Parte II }

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Llevé una de mis manos hasta una de las suyas y la acaricié con delicadeza. Clavé mis ojos en los suyos y no podía dejar de sonreír.

—Prométeme que te vas a cuidar Amy — pidió en un susurro — no quiero perderte por nada del mundo.

—Te lo prometo — le dije sonriente.

Sin quitar las manos de mi rostro se acercó lentamente a mí, poco a poco acortaba los centímetros entre nosotros. Mi corazón se aceleró, algo que fue muy notable por el monitor cardiaco, pues su sonido era tan acelerado que creí que iba a explotar. Nuestros labios se encontraron y de nuevo esa sensación de bienestar recorrió mi cuerpo. Envolvió mis labios con los suyos llenándolo de suaves caricias. Nuestras frentes se juntaron, nuestros labios se soltaron pero mis ojos permanecieron cerrados. Sentí como sus manos se deslizaban lentamente por mi rostro hasta llegar a mi cabello. Noté como Alex peinaba algunos de mis mechones de cabello, colocándolos detrás de mis orejas. Entonces sus labios se posaron en mi mejilla y se deslizaron hasta mi oído. Sentí un cosquilleo recorrerme el cuerpo y el monitor cardiaco no paraba de sonar.

—Te quiero Amy — susurró en mi oído.

Abrí mis ojos de golpe, mi corazón dio un vuelco emocionado. Estaba sorprendida por aquellas palabras.

Yo no había necesitado escuchar esas palabras porque por primera vez en toda mi vida tenía la certeza de que alguien me quería, sin necesidad de que me lo repitiera todo el tiempo. Con sus acciones me había demostrado mucho más que con unas simples palabras y no ponía en duda su “te quiero”. Las palabras se las lleva el viento, entran por un oído y salen por el otro, y es difícil saber cuándo alguien lo dice de verdad, con sinceridad. Y al escuchar esa declaración salir de la boca de Alex estaba segura que él estaba siendo sincero, le creía.

Mi mano fue hasta su mejilla y la acaricie con cariño. Mi sonrisa poco a poco se fue formando en mi rostro, al igual que la de él. Podía notar un brillo especial en sus ojos, podía imaginarme el brillo en los míos, reflejando mi felicidad.

—Yo también te quiero Alex.

Alex tomó mi mano la cual descansaba en su mejilla y con lentitud la llevo hasta su boca para depositar un beso en mi dorso. Luego volvió a acercarse a mí hasta que de nuevo nuestras frentes se encontraron. Lo mire fijamente y lleve mi mano libre a sus labios para delinearlos y fantasear con la idea de ellos sobre los míos.

Lo siguiente que hice fue abalanzarme sobre él, Alex no se negó a envolverme con sus brazos. Pasé mis brazos alrededor de su cuello y él me apretó con fuerza contra su cuerpo. Nos quedamos unos momentos de esa forma, abrazados, sintiéndonos cerca. Después de un rato giré mi cabeza un poco y deposité un tierno beso en su mejilla y al dárselo él se rio. Nos fuimos soltando poco a poco.

—Tu ritmo cardiaco por fin se ha… — él se quedó buscando la palabra mientras yo volvía a sentir como mis mejillas ardían — estabilizado.

Solté una risa entre dientes.

—Eres el causante de que mi corazón se acelere tanto… —  agaché la mirada, era una frase muy cursi y me daba pena decirla — se acelera tanto que a veces me da miedo que se me vaya a salir del pecho — dije aún mirando hacia abajo.

—Hermosa — Alex posó uno de sus dedos debajo de mi barbilla y me obligó a elevar la mirada —  causas lo mismo en mí; este corazón late por ti.

Sentí un cosquilleo recorrerme el cuerpo nuevamente. Entonces los labios de Alex volvieron a posarse sobre los míos, sorprendiéndome de una manera muy linda. Fue un beso rápido pero sin perder esa esencia llena de cariño.

Little bit of medicine, little bit of love. [Disponible en Físico]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu