Taeyong salió de la sala, metiéndose en el cuarto por unos minutos volviendo con un bolso en una mano y una pequeña bolsa en la otra. Arrojó el bolso sobre la mesa antes de suspirar y abrir el mismo. Adentro había una gran cantidad de billetes pero la mayoría de ellos no era de gran denominación.

— Tenemos dinero para los pasajes y creo que nos alcanzaría para una estancia de al menos dos meses. El problema está en que los pasajes de último momento son costosos y sin documentos o estudios va a ser difícil conseguir un trabajo con el cual mantenernos. Necesitamos más que esto.

Jeno miró el bolso de dinero con algo de dudas. No era mucho realmente, sobre todo considerando que, al irse del país, necesitarían hablar un idioma totalmente diferente. Lo que solo empeoraba su situación. Ni siquiera tenían pensando a donde huir si es que las cosas se complicaban aún más.

El pelirrojo miró a su hermano menor antes de tomar la bolsa que aún sujetaba. Abriéndola para sacar de ella un arma que colocó sobre la mesa con una expresión fría. El pelinegro le vio por unos segundos. El tailandés, por su parte, desvió su vista ya que se sentía incómodo observando aquello.

— La vas a llevar siempre contigo a partir de ahora. No importa a donde vayas o si es que te metes a una jodida iglesia. Iras con ella. Incluso a tu escuela.

El menor le miró con perplejidad ante lo que este estaba diciendo. Su boca se abrió y cerró sin saber muy bien que decir. No estaba ni cerca de ser la primera vez que llevaba un arma consigo, de hecho era bastante habitual pero en todas las ocasiones en las que cargaba una, era durante la noche o si estaba "trabajando" en alguna que otra fiesta.

— ¿Quieres que lleve una maldita arma a una escuela de niños ricos? ¿Tienes idea de lo que pasaría si es que llegasen a encontrármela? Voy a ir a la cárcel.

— Mejor a la cárcel que a la morgue.

Esa fue la última respuesta que su hermano le dio antes de dar por cerrado aquel tema. Suspirando, no le quedó otra más que aceptar pensando en donde carajos iba a esconderla para asegurarse que ninguno de los profesores o directivos de la institución llegaran a poder verla.

El día del viernes se sintió más nervioso que nunca de asistir a clases debido a los nervios de cargar una maldita arma con él. No era como si fueran a revisarle su mochila en la institución pero aún así estaba un poco paranoico.

Al entrar al salón, dejo su mochila contra la pared, de forma lenta y asegurándose de que estuviera lo más lejos posible de cualquier persona. Jaemin llegó minutos después, con una cara no mejor que la suya a pesar de estar bien arreglado. En cuanto estuvo sentado a su lado, acaricio su mejilla con una mano para luego dejar la misma sobre la rodilla de este.

— ¿Estás bien?

— Algo así. Mi madre me obligó a planchar mi cabello, llenarme de perfume e incluso maquillarme solo porque Jaehyun vendrá por mi hoy. Aún no entiende que, sumado a que yo no lo quiera, él está enamorado de otro omega. Por más que apareciera desnudo frente a él, no causaría nada.

Una pequeña risa seca salió de los labios del omega, dejando escapar un poco del cansancio y tensión que había estado acumulando luego de toda la discusión con con su madre. Jeno le sonrió levemente mientras acariciaba su pierna con suavidad tratando de ayudarle a que se calmara. El menor le sonrió e importándole poco que alguien pudiera verle o decir algo sobre ellos, se recostó sobre el hombro del alfa recibiendo un pequeño beso sobre su cabello en respuesta.

Durante los recesos, el grupo de betas y el omega le miró extraño al notar que llevaba su mochila con él pero al preguntar, solo respondió que hace poco le habían robado a Ten en la universidad lo que le tenía paranoico. Jaemin notó la mentira en sus palabras pero no quiso insistir estando los otros presentes pues presentía que era algo delicado.

Opuestos En Común. NominWhere stories live. Discover now