Inocencia

961 41 223
                                    

¡Feliz año 2020! Se supone que este capítulo lo iba a subir antes de que terminara el año pero no alcancé a terminarlo entonces :'( pero bueno, ahora es el primer cap del 2020 :D No sé si leas esto, pero, Feliz cumpleaños Elena, curiosamente esta vez lo terminé el día de hoy. Coincidencias de la vida, haha.

---------------------------------------------------------------

Diciembre transcurrió lentamente, se podría decir que había sido un mes muy sombrío. Los niños agradecían que Todomatsu se estuviera recuperando; sin embargo, todos seguían en espera por Karamatsu, a quien no podían ver más que en los días en que Matsuyo optaba por llevarlos y aún así, sólo Jyushimatsu iba a verlo, no porque los demás no quisieran ir, pero... Cada uno de ellos tenía sus circunstancias o razones.

Todomatsu no podía por estar en casa de Atsushi recuperándose. Choromatsu se quedaba en casa con Osomatsu, quien le había dado la oportunidad a Jyushimatsu de ser quien acompañara a su mamá las veces que fuera, mientras que Ichimatsu había decidido no ir porque no sabía cómo disculparse. Más que no querer, Ichimatsu simplemente no encontraba las palabras indicadas y además, seguía siendo perseguido por sus actos pasados dentro de sus pesadillas. Quería disculparse, pero no tenía forma de encararlo. No es que no fuera a ir nunca, pero había aceptado no presionarse..., no debía obligarse, pues al no ir con la cabeza fría entonces pondría en riesgo lo que pudiera ser capaz de hacer.

Choromatsu no acompañaba a su mamá porque creía que era su responsabilidad cuidar a Osomatsu para asegurarse de que éste estuviera bien, si Osomatsu quisiera ir al hospital lo acompañaría, pero... Su hermano no había dicho que sí ni una sola vez. Recordaba que antes solía ir diario al hospital, pero curiosamente ahora no se ofrecía a ir y tampoco parecía que le molestara quedarse. Choromatsu creía que debía hacer lo mejor que estuviera a su alcance, por lo que no quería perder de vista a Osomatsu.

Osomatsu se había esforzado mucho durante el mes de diciembre y ahora que estaba por terminarse el mes de enero, el primogénito seguía dando lo mejor de sí mismo. Después de aquel día en que había hablado con Todomatsu y hecho aquel mono de nieve con el aspecto de Karamatsu, Osomatsu había obtenido un nuevo entendimiento. No podía estarse distrayendo con las cosas que le molestaban ni podía dudar o ponerse triste sobre el estado de Karamatsu porque... No estaba bien.

Osomatsu debía ser fuerte y debía hacer lo mejor por Karamatsu y el resto de sus hermanos. Si quería compensar por sus errores, debía cuidar a sus hermanos y escoger su realidad por medio de sus palabras, pensamientos, sentimientos y acciones.

Debía confiar en Karamatsu, debía creer que las cosas estarían bien y seguramente el universo le correspondería. No había lugar para él para que se cayera a pedazos, pues no quería volver a equivocarse con ninguno de ellos. Así que decidió poner todo aquello que lo paralizaba y lo lastimaba dentro de una caja fuerte en lo más profundo de su corazón. Tal vez no podía encontrar alivio ni podía sentirse completamente bien debido a las circunstancias, pero... debía actuar, debía fingir que era así. Sería una mentira en un inicio, pero entre más pretendiera entonces esto se convertiría en su realidad, ¿verdad?

Sin saber la respuesta a esto, Osomatsu de todas maneras quiso confiar en que era lo mejor. Era lo mejor porque no tenía alternativa, no había algo más que pudiera hacer más que ponerle buena cara al mal tiempo; sin embargo, si podía alegrar un poco a los demás... Entonces eso haría.

Osomatsu le había dado la oportunidad a Jyushimatsu de ir a ver a Karamatsu las veces que su madre iba de visita, eran muy pocas, pero, considerando que el primogénito había sido quien más veces había visitado al segundo anteriormente, creyó que lo más sensato era dejar que alguien más fuera. Aunque si debía ser sincero, no sabía si podría soportar seguir viendo a Karamatsu, pues probablemente desafiaría lo que estaba intentando y no quería caerse a pedazos de nuevo cuando se estaba esforzando en ayudar a los demás.

Relatos de un Futuro InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora