Hasta el momento ninguno de los dos parecía preocupado sobre dónde podría estar KiHyun, quien de pronto desapareció, y no fue sino hasta casi diez o quince minutos más tarde que volvió casi que corriendo, tomando las manos de ambos con urgencia para arrastrarlos consigo hacia el cúmulo de personas.
—¡Ya van a tocar! —exclamó emocionado.
MinHyuk echó un vistazo al escenario y se encontró con un grupo distinto al que momentos atrás estuvo tocando.

«¡Buenas noches, gente!, somos Monster X, y este es nuestro más reciente sencillo; pero antes les aviso que estaremos vendiendo copias de nuestro nuevo álbum al terminar el show.»

Algunos en el público rieron ante la forma en que el simpático vocalista se preparó para comenzar a cantar, pero luego dar aquel otro aviso, y finalmente, el espectáculo comenzó.
MinHyuk nunca había sido fan de ese tipo de música tan ruidosa, pero la energía que el vocalista desprendía mientras cantaba y tocaba la guitarra le mantuvo bastante entretenido. El ritmo de sus canciones era particularmente pegajoso, y en algún momento se encontró siendo contagiado por el buen ánimo de KiHyun y el resto de los presentes, que saltaban y coreaban algunas partes que continuaban repitiéndose en las canciones.
Había pasado tiempo desde la última vez que MinHyuk se sintió así..., tan vivo, tan eufórico y feliz. Gritó hasta que su garganta dolió, porque descubrió que con eso su cuerpo se sentía menos tenso, estaba descargando todo con lo que por dos largos y dolorosos meses había estado cargando solo.

Esa noche iba a ser la última noche que HyunWoo le doliera. Lo había decidido ya. Quería volver a ser feliz.

*

—¡Eso fue malditamente genial! —chilló KiHyun una vez el show de Monster X hubiera terminado, su voz estaba ronca tras tanto gritar.
—Fue bastante divertido —admitió MinHyuk con una amplia sonrisa, y sus dos amigos parecían estar bastante complacidos—, ahora entiendo por qué morías por verlos, son realmente buenos.
—¿¡Estás de joda!?, ¡hermano, son geniales! —HyungWon y MinHyun rieron, al parecer el alcohol se le empezaba a subir un poco al más bajo del trío dinámico, y eso sólo se confirmó tres vasos de cerveza más tarde, cuando este hubiera terminado vomitando en los zapatos del abogado.
HyungWon se hizo una nota mental: no volver a salir a beber con sus ropas de trabajo.
—Este tonto parece que alcanzó su límite, lo llevaré ya a casa, ¿quieres te dé un aventón también? —preguntó mientras sostenía a KiHyun para evitar que fuese a caer.
MinHyuk por su parte parecía bastante sobrio, quizás porque casi no había bebido nada aparte del primer vaso que HyungWon le ofreció.
—No, tranquilo, tomaré un taxi, tu mujer debe estar preocupada —dijo y el contrario asintió no muy seguro de dejarle ahí—, anda, vete ya, le das saludos a MinJi de mi parte.

Cuando HyungWon y KiHyun salieron de ahí, MinHyuk suspiró, frotó su rostro y se dispuso a abandonar el lugar. Sin embargo, tal fue su sorpresa al encontrarse a quien menos hubiese deseado encontrar en la entrada de aquel club.
Sus miradas chocaron, aunque de inmediato Min desvió la vista, y apresuró sus pies para salir de allí y alejarse de él..., del objeto de sus desdichas y más dolorosas penas.

—MinHyuk espera, por favor —le llamó al alcanzarle para sostener una de sus manos, obligándolo a detenerse.
—Por favor, suéltame, HyunWoo —dijo el rubio en voz baja, pero intentando sonar lo más firme posible; no iba a permitirse llorar frente a él y sus estúpidos amigos.
—No, si lo hago escaparás, y necesito hablar contigo —aseguró, MinHyuk forcejeando por soltarse de aquel agarre que HyunWoo apretaba cada vez más.
—Yo no tengo nada que hablar contigo —insistió—, y aunque lo hubiera, no planeo hablarlo contigo en este lugar, así que por favor suéltame ya —su voz sonaba más firme, más segura, y sorprendentemente, cargada de rabia.
—Min, cachorrito, no sabes cuánto te he extrañado, podemos hablarlo, yo te amo, MinHyuk —una mínima parte de sí quiso creer en las palabras de aquel alto moreno frente a él, pero otra, la más razonal, le hizo llevar su mano libre al antebrazo ajeno para tratar de apartarlo.
No caería.
—¡Mentiroso! —explotó—, ¡eres un maldito mantiroso!, ¿crees que por venir con palabras bonitas voy a caer por ti como cada vez?, se acabó, HyunWoo, acéptalo, no volveré con un cerdo como tú, no me rebajaré de nue...
No logró terminar su oración cuando la pesada mano del mayor chocó contra una de sus mejillas.
—Esto se acabará cuando yo lo decida, MinHyuk, eres mío te guste o no, podrás ignorar mis llamadas y mensajes, pero sabes perfectamente bien que siempre te voy a encontrar. ¿Pensaste te iba a dejar ir tan fácil? —los ojitos de MinHyuk se cristalizaron, y el pánico comenzó a apoderarse de él. Recuerdos de innumerables noches en las que el mayor le golpeaba hasta el cansancio sólo porque MinHyuk insinuaba que le era infiel sin siquiera tener pruebas, y después se lamentaba, y se odiaba por desconfiar de él, que era tan bueno y amoroso, y aceptaba el que lo castigara así por ser una horrible persona.

[mx] 30 oneshot challenge; wonhyuk. Where stories live. Discover now