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  Trueno, siente el trueno
el rayo y el trueno...

No me habían dejado salir del hospital ya que querían seguir haciendo pruebas para saber qué rayos me había pasado.

Así que los días siguientes fueron horribles, otra vez encerrada en el hospital sin noticias de lo que pasaba afuera y con Lydia más loca que nunca.

Elisa me mantenía bastante informada sobre lo que pasaba afuera. Ella y Stiles habían encontrado un patrón en las víctimas una tarde en la que la rubia lo encontró mirando un antiguo anuario de la escuela, Stiles no le había explicado todo el problema, pero sí algunas cosas. Todas las víctimas tenían 24 años y fueron de la misma promoción escolar excepto el padre de Isaac, pero con tres ya se formaba un patrón. Así que con cenizas que les dio el jefe de Scott rodearían el club nocturno donde se realizaría una fiesta, ya que la posible próxima víctima trabajaba ahí.

Y mientras todo eso pasaba yo estaba aquí intentando dormir sin que Peter se metiera en mis sueños lo cual no me salió muy bien ya que no me dormí, más bien entré en una especie de...Limbo. Rápidamente entendí que estaba ahí porque Scott me necesitaba, estaba en peligro, pero claramente yo no podía ir en el plano físico.

Me concentré en él, en la extraña energía de hombre lobo que el cachorro desprendía y lo encontré. La Sra. Argent lo estaba, literalmente, matando con un tipo de acónito. De alguna forma supe que él podría sentirme y escucharme así que recordé lo que dijo Derek, Scott era el Alfa de su propia manada y teniendo en cuenta que se habían unido con el kanima eran una manada les guste o no. Los lobos escuchan cuando alguno de su manada está en problemas a través del aullido.

—Scott, tienes que aullar. No eres un Omega, no estás solo, si aúllas te escucharán y vendrán a ayudarte. Tienes a tu manada, Scotty.

Efectivamente mi amigo me escuchó. Al principio estuvo confundido, se pasó unos penosos instantes intentando encontrarme a su alrededor antes de hacerme caso. El aullido de Scott se escuchó mucho más fuerte en la dimensión paralela extraña en la que me encontraba y eso fue lo que me hizo "despertar" en la habitación del hospital.

Elisa seguía durmiendo en el sillón que había al lado de mi cama, tenía los auriculares puestos, el cabello alborotado y el maquillaje corrido. No parecía haber pasado mucho tiempo desde que había cerrado los ojos. Cuando lo volví a intentar las cosas se tornaron mucho más extrañas, esta vez Peter sí parecía ser el responsable. Reconocí la casa de Lydia, pero esto tampoco estaba pasando en la realidad, yo no podía hablar por más que lo intentara. Él estaba ahí parado delante de Lydia, la pelirroja me miró asustada al darse cuenta que estaba ahí.

—Déjanos en paz.— Su voz tembló.

—Por desgracia no puedo. No todavía.

—¿Eres real?

—Lo interesante es que también puedo responder eso con un "no todavía". Les prometo que todo volverá a la normalidad. Solo tienen que hacer todo lo que yo les diga. Además, si hacen lo que yo digo no tendré que lastimar a nadie— sabía que eso iba para mí, para convencerme—. El tiempo es clave. Todo debe pasar antes de la luna llena. ¿Saben cómo llaman a la luna llena en marzo? La luna del gusano— nuestros pies se llenaron de gusanos. Quería gritar, porque eso se sentía demasiado real, pero nada salió de mi boca—. Y la llaman así porque es la última luna llena de invierno, y los gusanos literalmente salen de la tierra mientras se descongela— al voltear a vernos su cara estaba llena de gusanos—. Se escucha como un renacimiento, ¿no creen?

—Pero la luna llena es el miércoles— dijo Lydia cuando pudo dejar de hiperventilar—. En mi cumpleaños.

—Exacto— seguimos caminando hacia el patio de la casa y lo vimos repleto de gente divirtiéndose—. Y los cumpleaños de Lydia siempre es la fiesta del año, ¿no? Todos quieren ir a las fiestas de Lydia. Así que será una fiesta muy especial.

REMEMBER | Teen Wolf ① [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now