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Sé que este amor es dolor,
pero no podemos quitarlo
de estas venas...

Los golpes en la puerta me despertaron. El hombre que estaba del otro lado seguramente no recordaba nada de la noche anterior, pero sabía que había estado mal.

—Meg, el desayuno está listo.— Su voz sonaba igual de apagada que siempre. Monótona.

Como ya era costumbre cuando esto pasaba Elisa no le dirigía la palabra y trataba de terminar rápido el desayuno para poder escapar.

Mi padre tenía el cabello rubio oscuro peinado y no había ni rastro del alcohol que había consumido la noche anterior. Parecía un hombre nuevo, pulcro, perfumado, con la corbata bien amarrada, completamente listo para ir al trabajo.

—¿Cómo estuvo el primer día?

—Bien.— Elisa masculló algo sobre mi respuesta antes de ponerse de pie y dejar su plato para lavarlo luego de la escuela.

—Me voy.— Declaró mientras tomaba su mochila.

Luego del portazo que dio mi hermana la casa quedó en un silencio denso. Mi padre suspiró antes de volver a tomar la palabra.

—¿Ahora qué le pasa?

Hice una mueca y pensé en gritarle todo lo que había hecho durante la noche, pero cuando levanté la mirada para encararlo solo me encontré con los ojos cansados de un hombre que ya no sabía cómo seguir. No era una escusa, pero yo tampoco era capaz de derrumbarlo por completo. Prefería recordarlo como el buen hombre que fue alguna vez.

—Deberías dejar de tomar— fue lo único que dije antes de repetir los movimientos de Ellie—... Suerte en el trabajo.

Esta casa era deprimente...

•••

Llegué al campo de lacrosse justo a tiempo para ver como Scott le dislocaba el hombro a Jackson. Stiles me hacía señas desesperadas mientras iban a los vestuarios.

—¿Qué le pasa?— Pregunté mientras recuperaba el aire.

—Se está transformando, dice que no puede evitarlo.

Apoyamos a Scott en la pared.

—¡Aléjense de mí!— Prácticamente gruñó con los ojos de un amarillo eléctrico.

—¡¿Quién nos manda a meternos en estas cosas?!— Exclamé mientras Stiles me obligaba a retroceder poniendo un brazo delante de mí.

El lobo saltó a la parte de arriba de los casilleros, nos iba a despedazar. Corrimos intentando escapar, algo que claramente no pasaría. Scott se subió al techo y nos observó desde ahí, nos estaba cazando. Corrimos hacia la salida, Scott saltó hacia nosotros y Stiles usó el extintor para pararlo, cosa que pareció funcionar. Nos escondimos detrás de la pared al lado de la entrada.

—Nos comerá vivos. Es nuestro fin...— Susurró Stiles. Lo mandé a callar cuando tomé más fuerte su mano.

Ambos estábamos pegados a la pared esperando escuchar algo como un gruñido y luego ver a nuestro amigo salir de la nube blanca para terminar con nuestras patéticas vidas.

—¿Chicos?— nos asomamos por la puerta y vimos a un Scott muy confundido— ¿Qué pasó?

—Nada del otro mundo, solo intentaste matarnos, lo normal. Creo que tener un perrito con sed de sangre va a ser más difícil de lo que pensé.

—Como te lo dije— Stiles se sentó frente a Scott—, es la ira, tu pulso aumenta. Es un factor desencadenante.

—Pero es lacrosse. Es un juego violento, por si no lo notaste.

REMEMBER | Teen Wolf ① [EN EDICIÓN]Kde žijí příběhy. Začni objevovat