Cómo fuera, no dejaría de reunirse con él solo porque a YeonJun le molestara, incluso pensaba que pronto dejaría de comunicarse con JungKook, ya que al entrar a la universidad dejaba de lado por completo su vida social.

Aceptó reunirse con JungKook y éste le dijo que lo esperaría en la estación de metro cercana al parque en donde se habían encontrado. Sintió por un segundo algo de pánico, si iba a donde le había pedido reunirse, habría un montón de gente allí. Sabía que era una de las situaciones a la que debía someterse, estaba en la lista que le había dado la psicóloga, pero no sabía si podría hacerlo con JungKook a solas.

Caminó hasta la estación de metro, intentó controlar los nervios de camino. Sentía sus manos sudando y su respiración era agitada debido al paso apresurado que había tomado para no acercarse a la gente que iba en aumento mientras más cerca de la estación estaba, haciéndolo sentir que iba a perder el control, pero si lograba encontrarse con JungKook quizás lograría calmarse.

Al llegar a la entrada se detuvo y le habló por mensaje a JungKook para que viniera por él. No se atrevía entrar sólo para encontrarlo. Cuando recibió una respuesta esta decía que se quedara donde estaba y lo hizo. Pasaron alrededor de dos minutos cuando vio a JungKook subiendo por las escaleras de la estación y por fin pudo respirar bien, devolviéndole la sonrisa cuando estuvo cerca.

-Pensé que te habías perdido. -Dijo JungKook al llegar junto al pelinegro.

-No, por eso no quise entrar sólo, no suelo andar en metro. - Dijo SooBin algo nervioso cuando comenzó a bajar las escaleras, comenzando a escuchar el bullicio de la gente, el sonido del metro. Todo parecía ser demasiada información para el pelinegro que comenzó a sentir como nuevamente su corazón se aceleraba. La gente que iba de salida chocaban unas con otras, intentó evitar a todos, pero era casi imposible mientras intentaba seguir el paso de JungKook.

Se dio cuenta que esa hora era la de mayor congestión, era una mala idea, pero por alguna razón no quería volver a casa. Sintió que todo iba muy deprisa, ni siquiera fue consciente de cuándo pasó las barreras para esperar el metro. Ni siquiera supo cuándo subió al metro y tomó asiento junto JungKook, hasta que su cuerpo adormecido sintió la vibración del vagón en el que iban y escuchó la voz del mayor hablándole.

-¿Recuerdas que una vez me hiciste caminar desde tu casa hasta el centro solo porque no querías ir en metro? Fue la única vez que te fui a buscar a casa, las próximas veces nos reuníamos ya en un lugar del centro.

SooBin lo recordaba, era un recuerdo gracioso por lo que habían pasado aquel día, pero también le daba cierta angustia. Nunca le contó a JungKook lo que tenía, suponía que el mayor nunca había preguntado porque creía que solo tenía alguna fobia estúpida al metro o simplemente no le gustaba.

Intentó mantener el control en su cuerpo, no debía dejar que el pánico se apoderara de él o podría hacer algo que luego se arrepentiría. El vagón del metro en donde estaban se iba vaciando a medida de que se acercaban a la estación de su destino. JungKook le había comentado que quería invitarle a un restaurante nuevo que habían abierto en el centro de Seúl y le parecía una buena idea, aunque esperaba que no hubiera tanta gente.

Al bajar del metro se dio cuenta que poca gente a esa hora iba hacia el centro durante el día de semana, más bien, estaban esperando para volver a casa. Siguió a JungKook para no perderse, al salir la brisa de la noche congeló un poco los brazos del delgado. No llevaba nada más que una camisa y se odió por ello. Intentó disimular el frío mientras caminaba junto al mayor, no había vuelto a hablar desde el momento en que le recordó aquel suceso que vivieron en la adolescencia.

El pelinegro se preguntaba por qué lo habría invitado a él a comer, cuando podría haber llevado a alguna chica, porque estaba seguro que JungKook tenía un montón de chicas, e incluso chicos, detrás de él. Cuando se detuvieron frente a un larga fila frente a un restaurante, pensó que tendrían que hacer lo mismo, pero el mayor caminó hasta el chico que estaba en la entrada y le dijo que tenía una reserva, enseguida les dieron la bienvenida y pasaron juntos, acompañados por una chica hacia la mesa reservada.

Todo era muy agradable, incluso la música y a pesar de estar lleno el local, la gente guardaba silencio mientras comía. Hasta el momento, todo estaba yendo bien y eso lo tranquilizaba, había logrado llegar sano y salvo.

-He pedido por ambos, supongo que te gusta la comida china. -Dijo JungKook bebiendo del vino que habían servido en dos copas como cortesía de la casa. El pelinegro le sonrió en respuesta, realmente no quería ser mal educado con él, pero jamás había probado la comida china. Era más de ir a comer a lugares donde la comida costara no más que un ojo de su cara, y el menor ya se estaba imaginando cuánto costaría todo con solo ver las presentaciones de los platos en las otras mesas y el montón de decoraciones que había. Incluso, le llamaba tremendamente la atención la inmensa fila de espera que había en la entrada, así que, se sentía algo incómodo.

-No suelo venir a este tipo de lugares.

-¿No? - Preguntó sorprendido el mayor, al parecer tenía una imagen distinta de SooBin yeste último lo notó, sintiéndose aun más incómodo.

-Por supuesto que no. No tengo una buena situación económica y estoy estudiando aún, no hago suficiente dinero.

Vio a JungKook entrelazar los dedos mientras apoyaba sus codos en la mesa, el pelinegro estaba sintiendo la mirada del mayor sobre él, pero no se dejó intimidar. De un momento a otro, SooBin sintió que el estar ahí con JungKook, un desconocido por cierto, había sido la peor decisión. JungKook apenas lo conocía y ni siquiera fueron tan cercanos como para que el pelinegro sintiera la confianza para contarle el problema que tenía.

-Bueno, no sabía que seguías estudiando. -Dijo el mayor mientras llegaban a servirles lo que había pedido este para ambos, SooBin ni siquiera sabía cómo se llamaba aquel plato y qué era lo que realmente traía. Aunque no se veía tan mal. - ¿Qué estás estudiando?

-Psicología. Estoy en el tercer año ¿tú estás trabajando en la empresa de tu padre?

-Sí, hace cuatro años ya. Me ha ido bastante bien. -La conversación fue fluida durante la cena, aunque nada demasiado profundo, solo algunas preguntas de lo que habían estado haciendo últimamente. Aunque fue una cena agradable para ambos, SooBin sentía que no debía estar allí. Aún seguía en su cabeza lo que había pasado la noche anterior con YeonJun y lo único que quería era volver a casa para hablar con él.

Cuando salieron del restaurante decidieron que mejor era volver en taxi, así sintió JungKook que podría tener más privacidad con el pelinegro, aunque fuera por una hora. Al subirse le dio la dirección del edificio al chófer y partieron.

Había notado que SooBin se comportaba algo extraño desde que se subieron al metro, cuando recordó lo que había pasado esa vez que se reunieron, se dio cuenta de que, quizás, el pelinegro aun seguía con esa extraña fobia al metro. Lo observó desde su lado, el perfil de SooBin le llamaba mucho la atención, en realidad, todo él le seguía llamando la atención. Siempre pensó que el chico tendría una vida muy exitosa en lo que quisiera hacer, pero al parecer, la vida había escogido otro camino para SooBin. Quería verlo sonreír como lo había hecho miles de veces cuando jóvenes, extrañaba esos tiempos y realmente se sintió muy mal cuando nunca pudieron aclarar lo que podría haber pasado si se hubieran reunido aquel día.

JungKook inmerso en sus recuerdos no notó como el pelinegro lo miraba extrañado, este último notó que se acercaba a él en ese estrecho lugar y sintió pánico. Se movió hasta quedar lo más cerca de la puerta y miró por la ventana deseando que llegaran de una vez.

Mientras, el mayor pensaba en cómo preguntarle a SooBin si entre ellos podría haber una oportunidad. Sentía que había algo y ayer en la reunión lo pudo sentir aun más fuerte. Aunque pensaba que el pelinegro estaba siendo algo tímido, ya que cada vez que había intentado acercarse a él, éste había dado un paso atrás.

Cual fuera la razón, JungKook estaba  dispuesto a intentar algo con el menor, y si necesitaba más tiempo para conocerse nuevamente, lo haría.

























Primer Sentido: El Tacto | YeonBin.Where stories live. Discover now