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«El día de hoy, en las horas de la tarde se llevó a cabo él tan esperado matrimonio de Min Yoongi y Park Jimin, una boda sencilla y muy familiar de la cual tenemos varios detalles...»

—Hyung hablarán de la fuente de chocolate, te dije que era demasiado —Dijo un risueño Jimin quien estaba sentado en la enorme cama de hotel miemtras veia a su esposo desempacar con flojera.

—Fue idea de Tae, el mismo pagó por eso... Infantil.

—Fue tu idea la entrada en helicóptero...

—Mju

—Y él collar de diamantes...

—Si, Min Jimin, la reportera tiene que cambiar eso de "boda sencilla" ahora apaga ese tv y ayudame, estoy agotado.

Él menor rio por lo bajo y obedeciendo al palido, se apresuró a molestarlo un poco más.

—Yoonie...

—¿Si amor? —Le respondió sin prestarle mucha atención.

—Soy un Min.

—Lo eres, ahora eres mi esposo.

—Eso suena... ¡Wow!

Jimin no se pudo contener y fue a saltarle en la espalda a su pareja y dejar demasiados besos sobre todo lo que alcanzara, mejillas, cuello, parte de los hombros.

—Te amo —Decia entre cada beso.

Yoongi no pudo sentirse más feliz en esta vida.

—También te amo Min Jimin.

—No abuses del apellido Yoongi.

—Me gusta recordar cuan mio eres.

Él tono cambio a algo más coqueto y Jimin no pudo hacer más que sonrojarse y seguido ocultar su rostro apenado en el cuello del mayor.

Estaban casados, en su luna de miel, despues de tantos problemas. ¿Habia valido la pena tanto?

—Valió la pena cada puto segundo— habló para si mismo.

—Hyung...

Se quejó él pequeño al escuchar la palabra que no le gustaba. Solo se sonrieron sabiendo que todo estaba bien y anque él mundo les cayera encima todo iba a continuar asi, mientras se mantuvieran juntos.

Dejame amarte, bebé. «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora