Un encuentro fortuito. Elrubius y...

Capítulo 2.

Después del altercado de la cafetería, pasaron unos cuantos días que los aproveche para descubrir la ciudad, instalarme, etc. En estos de vez en cuanto veía a Rubius, pero me limitaba a saludarlo y enseguida continuar con mi camino.

También me había propuesto hacer un poco de ejercicio, y me iba a correr y al gimnasio. En una de mis salidas, estaba poniéndome los auriculares y viendo que canción me apetecía en el momento, sin prestar mucha atención a mi alrededor, además, solo estaba esperando a que subiera el ascensor, entonces se abrió y sin levantar la mirada entré y me choqué con alguien. Otra vez, con Rubius, joder que incómodo.

_____: Ay joder Rubén, lo siento. Siempre igual (sonriendo).

Rubén: Que va tranquila.

_____: Bueno, me voy a correr un poco, ¡adiós!

Rubén: Espera... ¿eso es Don Diablo?

_____: ¡Síííí! ¡Me encanta! ¿Y a ti?

Rubén: Pues la verdad que sí, es de mis DJ's favoritos (riéndose).

_____: ¡Que guay!, he conocido a pocas personas que también le guste.

Rubén: Bueno... ¿y qué? ¿vas a hacer ejercicio?

_____: Sí, como te he dicho antes, voy a correr (se ríe). Ahora que aún no he empezado a trabajar, tengo mucho tiempo libre y tampoco conozco a nadie por aquí, así que tengo que matar el tiempo de alguna forma jajaja y al parecer me estoy volviendo fitness (se ríe).

Rubén: Vaya... que guay, eso-eso está bien...

Se produce un silencio incómodo.

_____: Bueno, debería de irme... que vaya bien el día (le sonríe).

Rubén: Eh... gracias, igualmente (sonríe tímidamente).

Le devuelvo la sonrisa y pulso el botón de la planta baja. Mientras bajaba, no podía parar de pensar en qué cojones acababa de pasar, osea, se le veía un poco incómodo, pero a la vez amable porque yo de primeras ya me iba a ir como hacía de costumbre para no agobiarle, por el contrario, me sacaba tema de conversación, como si quisiera hablar conmigo. No sé, y será mejor que no me raye por eso, por el momento, seguiré actuando igual.

Pasaron dos días del encuentro en el ascensor. Estaba haciendo unas cosas por casa y de repente oigo unos ruidos un poco raros, como unos arañazos, entonces decidí abrir la puerta para ver qué era, y veo que es un gatito arañándome la puerta. La verdad que parecía Wilson, ¡qué mono es! Lo intenté coger para devolvérselo a Rubius, pero no se dejaba, y como me apetecía jugar un poco con él, antes de tocarle, estuve ganándome su confianza, acariciándolo. Finalmente, logre cogerle, que tierno, en verdad me daba pena entregárselo, ¡me encantan los gatos! y estaba tan mono en mis brazos... pero no voy a ser aquí la ladrona de gatos jajaja, así que toqué a su casa, desde luego iba a hacer como si no supiese nada, y esperé a que abriese. Estuve tocando varias veces, pero no me abría nadie, por lo que me iba a ir a casa y más tarde lo volvería intentarlo, debe de haberse ido, pero de repente, se abrió la puerta.

_____: Hola Rubén, me he encontrado a este gatito arañándome la puerta ¿es tuyo?

Rubén: Joder sí, no me había dado cuenta. Antes he bajado a por un pedido, mientras tanto se deberá de haber escapado y luego he cerrado y lo he dejado fuera (riéndose).

_____: Es monísimo, me encantan los gatos, y míralo que bien está ahora.

Rubén: ¿Ah si? A mí también jajaja. Y la verdad es que con muy pocas personas se queda así de tranquilo y se deja coger, le has caído bien (se ríe). Sabes, tengo otro gato, pero ese si que es más rancio jajajaja.

_____: (soltando al gato). ¡Ala! ¡Que genial! Algún día lo tengo que ver y a ver si consigo acaramelarlo (riéndose).

Rubén: (Se ríe). Bueno, perdona pero esque estoy haciendo unas cosas de trabajo y tengo que seguir.

_____: No nada, te dejo tranquilo jajaja.

Rubén: No, no es eso.

_____: Ya, ya, era broma (riéndose).

Rubén: (Riendo también). Muchas gracias por traerme a Wilson.

_____: No se dan hombre (sonriendo). Que sea leve el trabajo jajaja. ¡Adiós!

Me giré y él también se despidió de mí. Entré a casa y cerré la puerta. Segundos después oí como se cerró la suya.