Daniel sólo se limitaba a morder con fuerza sus propios dientes aguantando un alarido de dolor por sentir lentamente como su mejilla era quemada.

-- Además, dudo que tu pareja te acepte luego que veinticuatro de mis compañeros te hayan cogido como la zorra que eres --ríe al ver sus expresiones de dolor y deja de pasar su cuchillo para luego soltar sus cabellos--. Ya estás advertido, más te vale no hacer una estupidez. ¿Entiendes?

-- Sí... --siente tocando su mejilla con suavidad y al irse aquél chico dijo-- maldito...

Con pasos lentos se acerca a la cama dura y fría para poder descansar, pensado que después de 3 meses por fin volvería a ver a su familia, pero con algo de miedo por saber como reaccionarían a las cosas que hizo aquí sin su consentimiento, más le preocupaba la reacción de Eduardo. Pero prefirió no pensar en eso y cerró los ojos sobre la almohada esperando poder dormir.

El frío de este bosque me hace temblar aún con mi suéter puesto, pero no me iba a rendir, debía seguir buscando a su hermano mayor por más que le cueste

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El frío de este bosque me hace temblar aún con mi suéter puesto, pero no me iba a rendir, debía seguir buscando a su hermano mayor por más que le cueste. Además que yo ya no era la misma desde que desapareció él y haría todo por la tenerlo otra vez conmigo, peleando como los viejos tiempos.

Suelto un suspiro sobre mis manos juntas en un intento de permanecer caliente sus dedos que son los más afectados por el clima de la noche, y ya empezaba a dolerme mis piernas de tanto caminar. Sólo esperaba que su búsqueda diera resultado y que él estuviese bien.

Luego de arrastrar los pies sobre el suelo, me detengo al ver una cabaña a lo lejos. Fijo mi mirada confundida, ¿Qué haría esa cabaña en medio de la nada? Pero luego pienso en las criaturas que suelen merodear por este lugar y la pregunta tenía su respuesta, aunque eso no quita el hecho de que sienta curiosidad por saber que contenía en su interior, y por las luces apagadas puedo deducir que está sola.

Estuvo algunos segundos pensando si sería un buena decisión, pero al final caminó con rumbo hacia esa cabaña. Un pequeño descanso no dañaría a nadie ¿no?

Pudo escuchar un río y al acercarse efectivamente, había un río que rodeaba la cabaña y para su suerte se encontraba un puente con el que podía pasar sin tener que mojar sus zapatillas. Di el primer paso sobre el puente y enseguida supe que algo iba mal, el ruido seco de la madera me hizo entender que esto no era lo suficientemente fuerte para soportar mi peso.

Tomé aire profundo y corrí lo más rápido que pude escuchando como el puente hacia ruidos debajo de mi, la adrenalina que sentía en ese momento me hizo llegar hasta el otro lado sin detenerme. Me agacho y sostengo mi peso sobre mis rodillas con mis manos para recobrar aire, miro hacia atrás con una sonrisa ladina.

-- Necesitas hacer más ejercicio, West --ríe refiriéndome a mi poca resistencia y me levanto para ver con detenimiento la cabaña--. Nada mal para estar en la mitad del bosque.

La cabaña mostraba rasgos de que era vieja pero también linda, mediana, madera oscura, con ventanas llenas de polvo obstaculizando la vista de afuera hacia dentro y viceversa, una puerta un poco más clara que la cabaña, un jardín con variedad de flores y seguramente de insectos, las luciérnagas se paseaban alrededor de la cabaña y el río dando un hermoso paisaje a sus ojos pero estaba algo descuidado al tener el césped hasta casi sus rodillas y no se veía el camino hacia la puerta. Una luciérnaga detuvo su vuelo para ponerse sobre mi nariz, algo que me hizo salir de mi trance y mover la cabeza repetidas veces para quitármela, algo que dio resultado.

-- Si no estuviese buscando a mi hermano tal vez me quedaría a vivir aquí y darle un toque femenino --susurro hablando conmigo misma mientras camino con dificultad por el césped, teniendo que subir mis rodillas en algunas ocasiones hasta llegar a la puerta

Toqué con algo de fuerza para comprobar si hay alguien adentro, pude sentir como el ruido llegaba a toda la cabaña y supe que no estaba sola como se veía en el exterior. Saqué mi espada que guardaba sobre mi espalda y abrí la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido.

Al estar la puerta abierta apreté con más fuerza el mango de mi espada escuchando atentamente de cualquier movimiento. Entré de forma sigilosa mirando a todas partes y un olor llegó a mis fosas nasales que me hizo arrugar la nariz.

-- Ugh... alguien se murió aquí --digo en forma de broma intentando calmar mi miedo al pensar que había alguien muerto

Hallar el interruptor de ese lugar sería algo lógico en estos momentos pero como se veía su interior se notaba que no habría luz y prefirió no bajar la guardia. Respiro hondo para localizar donde se encuentra el olor y me lleva a el segundo piso, así que con inseguridad subo los escalones hasta llegar a un pasillo que tenía varias puertas pero de donde más emanaba ese olor era la puerta al frente suyo y abre la puerta con inseguridad.

Al ya estar acostumbrada a la oscuridad pude ver un cuerpo sobre el piso, amarrado de pies y manos con su ropa rasgada y sucia. El olor provenía de ella, aunque no entiendo que hace una chica tan linda en este lugar tan asqueroso, dudé en llevármela a casa pero como siempre termino diciendo que sí.

-- Espero no estar cometiendo un error --guarda su espada en la vaina detrás de su espalda y la carga en brazos notando lo ligera que era--. También te daré mucha comida, una chica necesita estar fuerte

Miró su rostro y se dio cuenta de lo bella que era, su cara parecía de porcelana, sus labios de un tono rosado y su cabello corto hasta el cuello.

❍ ◤La luna◢ ❍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora