Capítulo -8-

453 24 0
                                    

Tony sintió la presencia de un perseguidor justo después de dejar la Bodega de Bobby.

El rastreador se había enmascarado bien, pero no lo suficiente como para escapar del instinto de Tony, era un error común para quienes ingresaban en el bajo mundo, ya sea porque estaban acostumbrados a la batalla o porque confiaban demasiado en sus habilidades.

Tony pensó en sus opciones, sin traicionar ninguna señal de que estaba en contra de su perseguidor. Podía detenerse y girarse rápidamente, atacando su segunda sombra con un golpe mortal en la garganta, podía aplastar la cabeza del chico para evitar una pelea agotadora.

Tony continúo con su camino.

Necesitaba tiempo para atacar al club de Oz y eliminar a sus líderes antes de que pudieran organizarse y devolver el favor. Era un curso de acción sin precedentes, y Tony sabía que era poco probable de que sus enemigos esperaran que él fuera a la ofensiva. Pero a diferencia de un club normal, sus adversarios no tenían sede ni cara pública. Tendría que encontrarse con un enemigo bien informado y sacarle la información. Bien, podría comenzar con la pista más cercana, pensó.

Tony aceleró el paso, de repente, se dio vuelta, sorprendiendo a su seguidor. Lo primero que notó fue que esa persona no estaba sola. Lo segundo que notó fue que sus perseguidores apenas habían dejado la infancia.

─ Hay algo que quiero preguntarles – Anunció

Los dos muchachos gritaron y apretaron los gatillos, pero eran demasiado inexpertos para alcanzar a su objetivo, incluso desde esa corta distancia. Tony arremetió, tirando a uno al pavimento con una patada que le hizo volar los dientes. E otro joven vació el resto de su cartucho, pero no fue lo suficiente rápido para alcanzar a Tony.

El niño se quedó sin balas, una corriente de sudor le corrió por la barbilla cuando Tony lo pateó con fuerza en el estómago.

─ ¿No me escucharon? Solo quiero que respondan una pregunta – Dijo Tony, mirando a su presa con una sonrisa – Podría parecer muy genial, pero en realidad soy muy tosco. No puedo prometer que no rompa tu columna si te pateo de nuevo.

El viento levantó las orillas de su abrigo nuevo, que lamio el aire como una llama roja. Tony sabía que el niño lo vería como un demonio manchado de sangre. Incluso podría mojarse en los pantalones.

─ ¿Quién te ordenó que me persigas?

El joven respondió con voz temblorosa, diciéndole a Tony el nombre de su superior.

En pocas horas, Tony estaba en una esquina del centro.

Se había abierto paso a través de otro grupo de aspirantes de asesinos antes de descubrir donde se había reunido por última vez el club de Oz. Se encontró en un exclusivo distrito de negocios, mirando un banco de mármol. Era media noche y las calles estaban vacías. Tony había salido de la bodega de Bobby seis horas antes.

El banco parecía normal, pero Tony podía oler los inconfundibles aromas de sangre, humo y metal. Nada podía enmascarar el hedor de muerte.

Pero había algo más, una presencia oscura y antinatural, hormigueó a lo largo del sistema nervioso de Tony. La atmosfera podrida no tenía origen terrenal, pero Tony lo sentía de todos modos. Desvaino su espada.

Extrañaba sus armas, pero no tuvo tiempo para pasar por la tienda de Nell para llenar sus fundas vacías. Tony cerró los ojos y concentro sus sentidos.

─ Extraño lugar para encontrarse – Dijo alegremente, tratando de atraer a cualquiera que estuviera al acecho en la oscuridad. Fue entonces cuando escuchó la voz

Devil May Cry Vol.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora