Devil May Cry Vol.1

Capítulo -6-

─ ¡Sinvergüenzas! ¿Qué hacemos en esta bodega? – Bobby se había subido a su barra y tenía las manos en el aire, como un cabecilla.

─ ¡Beber! – Todos gritaron.

─ Entonces, ¿Cómo resolvemos algo aquí? – Bobby preguntó

─ Con alcohol.

─ ¿Alcohol? ¡Tengo un océano de esos! – Bobby se burló – ¿Qué quieren?

─ El vodka de Bobby

La sala llena de mercenarios rugió su aprobación. Gilver se paró frente a la mesa, aún más sabio. Su oponente estaba sentado frente a él con un vaso en la mano. La gente guió a Gilver hacia una silla y un vaso se encontraba frente a él.

─ ¡Hey, novato! – Tony gruñó – Un consejo, bebe como si fueras a morir. Si no lo haces, realmente morirás. – Alguien vertió vodka en ambos vasos.

─ ¿Listos bastardos? – Bobby gritó - ¡Empiecen!

Se escuchó un coro de disparos, y Tony golpeó su vaso con una cara agria.

Gilver manipuló una hendidura de los vendajes que cubrían su boca y siguió su ejemplo. Sintió que el líquido ardiente le caía por la garganta y quiso vomitar.

Antes de darse cuenta de lo que estaba sucediendo, un grupo de mercenarios forzó un embudo en su boca y comenzaron a verterle olas interminables de vodka. La consciencia de Gilver no se mantuvo por mucho tiempo. Cayó hacia atrás y se desmayó.

Los mercenarios continuaron de todos modos. Finalmente el vodka comenzó a salir de la boca de Gilver y se extendió por el suelo. El olor era suficiente para noquear un elefante.

─ ¿Cómo está eso, novato? – Dijo Tony.

Alguien en la multitud trató de ayudar a Gilver a levantarse, pero su cuerpo inconsciente resultó demasiado difícil de manejar. Se estrelló contra el suelo como una marioneta con las cuerdas cortadas, boca abajo y extremidades en jarras.

Tony vació estoicamente su vigésimo vaso. La multitud comenzó a animarlo

─ ¡Tony! Eres el más fuerte

─ ¡Ah! ¡Tomar unos vasos no significa que seas fuerte!

Rodeado de gritos imprudentes, Tony arrojó su vaso.

─ No seas imbécil. ¡Estoy acabándome el barril! – Proclamó

─ ¡Hazlo! ¡Hazlo!

Las burlas y los halagos se hicieron más fuertes. Tony agarró el barril medio vacío con ambas manos, inclinándolo hacia atrás para que un constante río de vodka fluyera por su boca que le daba la bienvenida. Drenó el barril en medio de aclamaciones entusiastas, dejándolo caer al suelo una vez que se vació. Un enorme aplauso estalló en medio de la multitud.

Tony alzo su brazo derecho como un boxeador victorioso.

─ ¡Hey Bobby! Esta es mi victoria ¿Cierto?

─ Claro – Respondió Bobby – No te he visto hacer todo eso en mucho tiempo. Aun así... – Señalo a Gilver, que ahora roncaba, postrado en el suelo.

Bobby no pudo cerrar hasta que se despertó. Pero hubo beneficios de tener clientes desmayados. Comenzó a hurgar en los bolsillos de Gilver. "El perdedor paga"

Finalmente, Bobby encontró una billetera llena y un reloj con incrustaciones de joyas.

─ ¡Oye! ¡Este tipo está cargado! Aquí hay más que suficiente para pagar por el alcohol y por las reparaciones del bar.