Epilogo: Renacer

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-¡Cadete! Levántate, debemos de salvar a los prisioneros y rescatar el barco. Una pequeña niña de 8 años de edad, ojos esmeraldas, cabello largo lacio plateado adornado con un quepis sacudía fuertemente el pesado cuerpo adormilado de su padre.

-¡Gen! Hace una hora apague la laptop para enviar el manuscrito, déjame dormir un poco.

-Pero debemos de rescatar el barco. La dulce voz de la niña se escuchaba algo enojada. –Además deberías de aprender a entregar a tiempo tu trabajo.

Usagi se sienta en la cama y mira fijamente la hermosa cara de su hija. -¡Capitana! Le prometo que cuando mi cuerpo haya descansado lo suficiente, recrearemos el cuento que escribí para ti. En esos instantes, Akihiko toma de la cintura a su hija y la acuesta a su lado. –Recuperemos energía juntos.

-¡Papá no!

Misaki escucho el grito de su pequeña desde la cocina. -¡Oh! Ya la arrastro a la cama. Susurro Misaki mientras terminaba de servir el desayuno de Usagi.

-¡Gen! ¡Cariño! Cuando se levanten, dile a tu padre que caliente el desayuno que está en el horno, debo de ir a uno de los cafés, nos vemos en la hora del almuerzo. Misaki cogía su bolso y se dispone salir del apartamento.

-¡Si! la pequeña trataba de liberarse de los fuertes brazos de su padre, pero al final sucumbió y se quedó dormida junto a su padre.

Pasaron un par de horas cuando Usagi en compañía de su hija, desayunaba tranquilamente.

-¡Papá! Debemos de ir a la cafetería del centro por mamá para ir almorzar juntos.

-¡Si! contesta Usagi algo adormilado todavía.

-¿Después de eso podemos ir al parque?

Akihiko le regala una dulce sonrisa a su hija. –Claro que si cariño.

En esos instantes, sonó el timbre del apartamento. –Yo abro, la niña salió sonrientemente hacia la puerta. -¡Abuelo!

La niña se lanzó hacia los brazos de su querido abuelo. –Mi querida nieta... cada día más hermosa ¿Cómo has estado?

-Contenta porque viniste a verme. Gen corresponde al abrazo de su abuelo.

-¿Cómo has estado Akihiko?

-¡Bien! Gracias por preguntar. Responde secamente Usagi.

-¿Iras almorzar con nosotros?

En esos instantes, Fuyuhiko suelta a su nieta y mira fijamente a su hijo. –Si no hay ningún inconveniente...

-Puedes ir. Responde Usagi mientras se levantaba de su silla. –Gen, quédate con tu abuelo mientras yo me organizo.

-¡Si señor!

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-¡Ohhh! Hoy estaba segura que por fin te ganaría una partida de ajedrez abuelo. Gen se mostraba disgustada al ver que se encontraba acorralada y no sabía que ficha mover.

-¡Gen! Recuerda que debes de crear una buena estrategia antes de mover alguna ficha. Fuyuhiko veía divertido la expresión enojada de su nieta.

-¿Por qué juegas conmigo como si fuera una profesional en esto?

-De que seas mi nieta, no quiere decir que te dejare las cosas fáciles, tus padres también te han enseñado eso... además no cometeré ese error dos veces. Expreso el Usami mayor algo acongojado.

-¿Lo dice por tío Haruhiko? Gen pregunto inocentemente a su abuelo mirándolo fijamente.

-¿Tus... tus padre te han hablado de él?

Mundo SalvajeWhere stories live. Discover now