Mundo Salvaje

Distancia

LIAMSUZUKI... tu historia me inspiro para escribir esta historia... tienes una seguidora mas! ¡Ya lo sabes!

¡Enjoy! Y los nuevos lectores que van a llegar... disfruntenla!!

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Distancia

Misaki se encontraba en la enfermería de la prisión, tuvieron que vendarle sus costillas fracturadas junto con su mano derecha. No conforme con sus huesos rotos, su cara estaba hinchada por los golpes recibidos, no podía abrir bien sus ojos, además el dolor era insoportable y debía de resistirlo, estaba prohibido que le suministraran algún tipo de analgésico a los presos.

-¡Misaki! Takahiro ingreso alterado a la enfermería.

-¡Nichan! ¿Por qué estás aquí? ¿Cómo te dejaron ingresar?

-Me avisaron que te habían golpeado salvajemente y el abogado que lleva tu caso consiguió un permiso especial al ser tu menor de edad. Takahiro acariciaba suavemente el rostro de Misaki. -¿Por qué te hicieron esto? ¿Cuándo ocurrió?

Misaki con bastante dificultad se sentó en la camilla y de inmediato agarro las manos de su hermano. –Esto fue ayer... ¡Nichan!... no puedes volver a visitarme y debes de irte de Tokio.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Yo...yo, ese alfa que se murió, que yo mate y otras personas más, éramos, éramos parte de una organización criminal que se dedicaba a robar, el líder es, es ese hombre a quien le debes dinero, yo lo contacte e hice un acuerdo con él, consistía en hacer algunos robos, tres con exactitud...y...y así tu deuda con el seria saldada, se...se supone que ese iba a ser el último y así fue, yo...yo contaba con que ese alfa me atacaría cuando quedáramos a solas. La voz de Misaki era entrecortada.

Las lágrimas de Takahiro empezaron a humedecer su rostro y a caer encima las manos de Misaki y las suyas. -¿Tu sabias de esa deuda? ¿Por qué hiciste eso?

-Yo no podía permitir que ese sujeto te siguiera extorsionando y en mis manos estaba ayudarte con esa situación. En esos instantes, Misaki se arrodilla frente a su hermano. –Por favor, no vuelvas, no hasta que yo salga de aquí y vete muy lejos y forma una linda familia en mi nombre, se feliz, sonríe y haz esas cosas que te brindan felicidad y sobre todo... sobre todo... no te sientas culpable por lo que me paso... yo estaré aquí todos los días rezando por ti.

-Misaki... por favor no pidas esto, yo no puedo abandonarte por diez años, como voy a construir mi felicidad encima de tu tristeza... además ¿a dónde iré? ¿Con que dinero? Takahiro abrazaba por la espalda a Misaki.

-Prefiero saber que estas lejos con una linda familia y no muerto, pídele ayuda a Usami San, se ve que es una buena persona.

-¡Misaki! Takahiro deja de abrazar a su hermano y agarra suavemente su rostro, había comprendido que por seguridad de ambos, lo mejor era estar alejados por ese periodo de tiempo. -¡Esta bien! ¡Me iré!

En esos instantes, Misaki abraza muy fuerte a su hermano. –No me olvides, te quiero mucho... mucho.

-Nunca te olvidare y no sé cómo, pero vas a estar recibiendo noticias mías, te prometo que lo hare de una manera segura para ambos. Takahiro limpiaba las lágrimas de Misaki. -¡Cuídate! Aunque pase diez o veinte años yo estaré ahí esperándote.

-¡Lo sé! ¡Lo sé! Misaki sentía el cálido beso del adiós en su frente.

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Ya habían pasado varios días y Misaki ya recuperado pudo regresar a su celda que compartía con alguien que aún no conocía.

-¡Vaya! Supe que te dieron una tremenda paliza. Exclama una bella y joven mujer beta que se encontraba en la litera de encima, observando muy detalladamente al menor. –Te daré un pequeño consejo, aprende a defenderte si quieres sobrevivir y si tienes que matar ¡mata!