Tsukino Ruri no puede aceptar los finales dados por la escritora Koyoharu Gotouge, expresando siempre su descontento. Un día normal de feria, un idiota grosero, todo parece estar bien más terminan envueltos en un gran accidente
El despertar en un m...
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El ambiente que se percibía en el elegante patio de piedra lisa era tan tenso que incluso los Kakushi que estaban a la espera de recibir alguna orden se encontraban nerviosos y temerosos pues ellos ya llevaban algunos años conociendo la peculiar personalidad de cada uno de los pilares, por lo que oír gritar al pilar de Viento solo generó que sus preocupaciones crecieran al pensar en la víctima.
— ¡Si quieren morir, que mueran! —declaró Sanemi lleno de furia— ¡una promesa así no prueba nada!
— Shinazugawa tiene razón —concordó Kyojuro con una expresión seria— si este demonio devora a alguien, no habrá vueltas atrás —evidenció mirando a Ubuyashiki sin titubear— ¡esa persona no revivirá!
— Ciertamente, tienen un punto —reconoció Ubuyashiki pensativo
— ¿Entonces...? —inquirió Shinazugawa expectante
— ¡Oyakata-sama! —Rengoku también estaba a la espera de la decisión final de Oyakata-sama
— No podemos asegurar, ni demostrar que no lastimará a nadie —negó Ubuyashiki sin alterar su tranquila expresión— no obstante, tampoco probar que si lo hará
— Tsk... —masculló Sanemi reflejando cierta sorpresa mientras su cuerpo temblaba levemente en un vago intento de controlar su ira
— Hasta ahora sabemos que Nezuko pasó dos años sin devorar a ninguna persona —les recordó Ubuyashiki— además hay cuatro personas dispuestas a dar su vida por ella. Si desean contradecirlo deben ofrecer algo equivalente, pero ¿están dispuestos a ello? —les interrogó recibiendo como respuesta solo silencio
— Ubuyashiki-san, con todo respeto —habló Ruri levantando su mano en una señal de que su padre adoptivo le concediera la palabra
Ante el gesto y seguridad en la voz de Ruri todos los pilares volcaron su mirada en la joven a la vez que Kagaya le concedía dicho permiso. La joven de ojos verdes asintió brevemente en una señal de agradecimiento antes de levantarse y caminar dos pasos hacia el frente antes de continuar diciendo:
— Comprendo y respeto el punto de vista de Shinazugawa-san y Rengoku-san —añadió mirándoles a ambos brevemente— sin embargo así mismo difiero de su decisión sobre la vida de Tanjiro-kun y su hermana menor, Nezuko. Desde joven mi padre me decía que nunca debía juzgar un libro por su portada pues siempre podría suceder algo inesperado
— ¿A qué quieres llegar, Tsukino? —masculló Sanemi mirándola desde su posición empleando un tono seco
— A lo que quiero llegar, Shinazugawa-san... —respondió Ruri devolviéndole la misma mirada— ¿con qué derecho crees que puedes juzgar y asegurar que Nezuko devorara y atacara a los humanos? ¿Por qué crees que puedes dejar de lado las palabras de un antiguo pilar de agua respecto a los movimientos de Tanjiro-kun y las acciones de Nezuko durante dos años?
