🖇Capitulo 5🖇

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Cuando regresamos a casa salí de la limusina sin escuchar las palabras de Reiji no quería hablar con ninguno de ellos en estos momentos. Aprendí a reconocer mejor los olores de cada uno de ellos y desde hoy detesto sentir el aroma de ese rubio en mi cuerpo. Cerré con llave mi habitación rápidamente me despoje de mi uniforme para ir a la tina...

— Shuu Sakamaki... Roble y ligero aroma de vainilla... — retire las últimas prendas que quedaban para ingresar a la tina dejando que el agua con espumas retiraran cualquier olor que quedará en mi.

Realice algunas ondas en el agua jugando con esta era divertido relajarme con tranquilidad. En estos momentos hablar con aquellos que se dicen llamar "hermanos" No era lo necesario para mi quería un momento para mi sola donde ninguno de ellos quisieran irrumpir mi espacio personal.

Hundi un poco más mi cuerpo en el agua dejando que esta llegará a mi mentón el recuerdo del acontecimiento que ocurrió en ese salón pasaba por mi cabeza casa momento, me incómodo e inclusive un escalofrío paso por mi cuerpo. Nunca quiero que me pase algo de ese calibre, la primera vez que se puede decir que pasó algo similar a esto fue en el instante que conocí a Kino-kun..

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Era una noche de Luna llena en aquellos momentos apenas tenía doce años recién cumplidos mi estadia dentro de la mansión no era la misma que en mis años anteriores, al cambio estaban cambiando para bien podía salir con más libertad y eso fue lo que hice esa noche.

El grave error que cometí fue ingresar al bosque la oscuridad y la perspectiva tétrica que brindaba me asustó de primer instante, no me detuvo en ningún instante para seguir investigando ese lugar, era demasiado grande mi curiosidad que mis propios miedos.  Me había perdido o eso fue lo que dije a primera instancia al notar que el camino por donde había ingresado no estaba por ningún lado y al parecer tome una ruta que no era porque cada vez ingresaba a la oscuridad que ocultaba el recinto.

— No se si fui inteligente o cometí el error de mi vida...

A esa edad caminaba conmigo siempre un pequeño panda de peluche algo que me brindaba cierto punto de Seguridad cada vez que lo abrazaba contra mi pecho pero no era como la relación de kanato y teddy... Que hablaban entre si, solo era un simple objeto que me brindaba seguridad en momentos de miedo como en estos instantes.

— ¿la princesa de Karlheinz?

Esa voz había hecho eco por todo el lugar causandome susto para ocultarme en un hueco en la madera de un viejo roble. Creía que esta era la manera que nadie me hiciera nada si es que había un enemigo de mi padre, nadie paso o senti la presencia de alguien cercano así que decidí Salir rápidamente para intentar regresar por donde había entrado.

— te encontré.

Cerré mis ojos al sentir el impacto de mi cuerpo contra las Rosas que estaban en este camino, no quería que el miedo me dominara era una niña en esos momentos y realmente no estaba absorda de todo aquello que me rodeaba.

— tranquila... — susurro contra mi oído mientras sus manos acariaban mi cintura — No te haré nada malón pequeña — sus colmillos hicieron presión contra mi cuello y fue el detonante para empujarlo con todas mis fuerzas.

— ¡no me toques! — aprete el peluche mientras que en mi mano desocupada tenía una espada completamente de hielo — ¿qui-quien maldita sea eres?

La Favorita de Papá  //Diabolik Lovers //Where stories live. Discover now