Cap. 9

315 26 14
                                    

POV Chiara

Ahora estamos de camino a coger un taxi para ir a Long Island.

Bueno, Anne y Jonh dicen que hay que tener mucho cuidado.

Porque puede que el conductor sea un monstruo y nos mate en el camino.

Al final no cogimos un taxi ya que siempre hacían dos cosas :

O pasaban de nosotros.
O actuaban como monstruos y no nos subíamos.

Fuimos andando.
No estaba muy lejos.
Solo a unos días dijeron ellos.
Parece que lo tenían todo organizado.

Empezamos a caminar y no aparecían ninguna criatura ni distracciones.

Esto olía mal.
Espera, he escuchado un ruido.
Era Jonh, se había tirado un pedo.
Falsa alarma.

- Qué asco Jonh - dije moviendo mi mano para que no me llegase el tufo.

- Perdón pero eso me pasa cuando estoy nervioso.

Pero porqué tendría que estar nervioso.
No lo entendía.

En ese momento Anne se paró en seco.

- ¿ Qué pasa ? - pregunté

- No notáis esto un poco, tranquilo.

Ahora que lo mencionaba estaba más tranquilo que de costumbre.

Que de como debería estar al haber dos semidiosa y un sátiro juntos.

Además, ya casi había anochecido y no ocurría nada.

Acampamos en un bosque cerca de allí.

Hicimos una hoguera y nos dormimos en una tienda que le robamos a unos que habían por allí.

En realidad las tomamos prestadas porque se van a quedar en el bosque y si la encuentra bien por ellos.

Ya era el segundo día, nada más levantarnos cuando salió el Sol empezamos a andar.

Teníamos que llegar lo antes posible.

Quedaban solo unos 2 km cuando nos llegaron :

Un Drakon, 5 pájaros de estínfalo, 7 dracanaes, 3 furias, 1 minotauro y 1 León de Nemea.

Sí que se esperaron para atacar con todo.

Anne me dijo que convirtiese mis accesorios en armas.

Me dijo que pensara en algún arma mientras encajaba el rombo en el triángulo.

Así hice.

De repente aparecieron en mis manos una espada que parecía muy filosa y dos dagas hermosas.

La espada la puse en la funda de mi cinturón y empecé a atacar con las dagas.

Me encargué de las furias mientras que Jonh.

Que se había quitado los pantalones y era medio burro, no me lo esperaba.

Él se encargó de los pajarracos mientras atacaba con arco y flechas.
No se de dónde sacaba tanta puntería.

Anne se ocupó de atacar a las dracanaes.

****

Estuvimos así una hora y ya solo quedaban el Drakon, 2 pájaros, 3 dracanaes y el minotauro.

Al león le había clavado mi espada y se hizo polvo.

A las furias las había matado a base de apuñalarlas.

Estaba muy cansada como los demás y llena de heridas.

Seguimos otra media hora.

Solo quedaban el Drakon que había aguantado bien el jodido.
Y el minotauro que ya casi estaba muerto.

El reencuentro de los di AngeloWhere stories live. Discover now