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La primera vez que se habían presentado en la clínica para la fecundación, Linda iba alegre, de buen humor y emocionada; un mes después, en su visita de diagnóstico, que en caso de que no se hubiera dado el embarazo sería también visita para intentarlo nuevamente. Linda se puso exigente de inmediato cuando le dijeron que la fecundación no se había logrado.

- No puede ser esto posible, me hacen perder un día entero, y encima ni siquiera estoy embarazada. Uno creería que, por el dinero que paga, el servicio sería impecable.

La doctora N. ya estaba acostumbrada a tratar con las encaprichadas clientas y mantuvo un tono amable y dulce; le había pasado una y mil veces: en cuanto se embarazara les agradecería infinitamente y sería toda sonrisas.

- Tenemos la más alta tecnología de extracción de esperma e introducción natural, pero toma cerca de un año lograr una fecundación efectiva.

No se lo mencionó, porque sabía que sólo avivaría su enojo, pero todos esos detalles estaban en el contrato que Linda había firmado descuidadamente en su primer intento.

- Por supuesto, hay métodos más directos, como fecundar sus óvulos en un ambiente controlado e implantárselos ya fecundados, pero no lo recomendamos para mujeres fértiles como usted, ya que puede dar lugar a embarazos múltiples y es más costoso. Le aseguro, señorita L., que pronto estará embarazada, no es necesario recurrir a otros métodos.

Hugo despertó de la extracción sintiéndose un poco mareado. Le daban anestesia general para extraer su esperma, y tenía que quedarse en la clínica unas horas a que su cuerpo se deshiciera de ella por completo. Se quedaba en silencio en la cama, mirando el techo blanco. No les daban ninguna clase de entretenimiento, ni iba ninguna doctora o enfermera a hacerles compañía, los dejaban solos en ese extraño sopor, a que se les pasara. Le habían advertido a Hugo que podía llegar a sentir miedo y paranoia, pero en esas dos veces no le había pasado.

Después de que pasaba el tiempo reglamentario de la anestesia, era hora de su visita mensual con la doctora N.

- Hugo, ¿cómo va todo?, ¿alguna novedad?, ¿algo que te preocupe?

- Una pregunta.

- Muy bien, perfecto. Sabes que en este espacio puedes ser completamente sincero: cosas buenas y malas, para que así podamos conservar las buenas y deshacernos de las malas. ¿De acuerdo? Toda pregunta es bienvenida.

- Mi pregunta es sobre ser sincero. No debo decir mentiras, pero ¿lo hago si mi ama me lo pide?

- Esa es una excelente pregunta, Hugo. La vida allá afuera puede ser confusa. ¿Puedes contarme por qué te surgió esta duda?

Hugo le relató el incidente de la chamarra invernal. La doctora lo escuchó atentamente.

- Muy bien, Hugo. En estos casos lo correcto es mentir. Es una mentira que no causa ningún daño y es una petición directa de tu ama.

- ¿Cómo voy a saber cuándo más mentir?

- Usa tu discernimiento, ¿recuerdas cuando hablamos de discernir?- Hugo asintió- en este caso, la señorita L. quiere que mientas para no quedar frente a sus amigas como una dueña irresponsable, ¿comprendes eso?

- Sí.

- Entonces, miente para no hacerla quedar como una dueña irresponsable, eso es lo que ella quiere.

Hugo asintió con una sonrisa. Era un alivio aclarar esa duda, lo había tenido un poco confundido en días pasados.

A la doctora N. le pareció que valía la pena prepararlo para el posible desaire de Linda L. respecto a su embarazo. Sabía que los hombres recién adoptados podían ser muy susceptibles al mal carácter de sus dueñas, y vaya que Linda parecía ser de las que tardan un poco en adaptarse a los ritmos de aprendizaje y procesos naturales de los hombres.

- Hay algo más de lo que quería hablarte, Hugo; tú has hecho todo de manera favorable, las mujeres pueden llegar a ser muy exigentes, pero tú mantén la calma y mejora a tu ritmo. Puede ser que la señorita L. esté ahora mismo un poco impaciente con el tema de quedar embarazada. Le expliqué que toma tiempo, pero parece estar molesta. Esa molestia es asunto de ella, no es tu culpa y no debes dejar que afecte tu ánimo o tu desempeño. Tú has hecho perfectamente todos los pasos del proceso.

Para darle un poco más de reafirmación, la doctora se inclinó hacia Hugo, tomó su mano y la acarició suavemente. Las mujeres podían ser demasiado estrictas con sus hombres, sobre todo al principio, y era parte de su trabajo asegurarse de que eso no los marcara de por vida, de que ellos no se sintieran inútiles o poca cosa debido a eso, pues podía afectar su calidad de vida.

El primer mes sin conseguir un embarazo, Linda se volvió un poco fría; la segunda vez que le anunciaron que no se había logrado la fecundación, comenzó a desquitarse con Hugo. Para el momento de la fiesta antes de la boda, hacía dos semanas que le habían avisado de su segundo intento fallido; eran dos semanas de hostilidad con su hombre, y parecía que eso no se detendría hasta que lograra embarazarse. Él, gracias a las palabras de la doctora, se mantenía tranquilo sabiendo que la tormenta pasaría y que no era su culpa.

Alguien tocó la puerta y, no bien el timbre hubo comenzado a sonar, Linda levantó la vista de su periódico matutino; miró a Hugo con desprecio y, con una voz que lo hizo sobresaltarse, exclamó:

- Bueno, no te quedes ahí parado como si nada, ¡ve a abrir la puerta!

A pesar de que él había estado comportándose tan bien como siempre, para ella nada era correcto, todo era una equivocación.

Hugo se apresuró a abrir la puerta; a pesar de que procuraba mantener la calma, sí trataba también de hacer todo lo más perfecto y rápido posible, ante la posibilidad de que eso calmara su explosivo ánimo. En la puerta se encontraba Eleidi; Hugo la hizo pasar. Desde la cocina Linda gritó ¿es Lupita?

- No, es Eleidi.

Y todo se quedó en un silencio tenso. Incluso Eleidi se puso nerviosa.

Hugo la condujo al vestidor de Linda.

- En un momento viene la señorita L.

Eleidi comenzó a desplegar su material: sacó su mesa con ruedas para moverse con libertad, y de sus maletines de maquillaje extrajo todos los productos y colores que sabía que eran los favoritos de Linda.

Las Bestias (NaNoWriMo 2019)Where stories live. Discover now