Alfa [BakuTodo]

ғᴏᴜʀᴛᴇᴇɴ

ーOi' ー

Lejos, muy lejano, tan lejos que solo se escuchaba como un eco sin mucho sentido a sus oídos.

ーTodo----- i ー

Aún más lejos pero por algún motivo cálido, era una sensación de estar en un lago de agua caliente que te traía paz con cada onda que se formaba hacía ti.

ーPor la mierda ー

Vale, eso no sonaba a paz, allí había enojo, había ira, pero también había calidez, luz, calma, fuerza, calor.

ー¡Todoroki! ー

De golpe los ojos de Todoroki se abrieron sin entender nada por algunos segundos.

O eso fue hasta que un fuerte dolor le llegó a la frente.

ーVoy a matarte hijo de puta ー

Uh, ese sonido tan amenazante lo podría reconocer a kilómetros, era difícil de ignorar cuando un chico como él te hablaba de muerte, y más con su olor.... ¿Donde estaba su olor?

ー¿Bakugō? ー

ーNo, el rey de Roma ー

Ironizó Bakugō al tocar su propia barbilla con cierto deje de dolor, se notaba que ahí fue donde la frente de Todoroki hizo contacto cuando se levantó de golpe antes.

Pero había algo mucho más importante allí, algo implícito que debían aclarar antes de comenzar algo.

ー¿Por qué estás hablando conmigo, Bakugō? ー

Desde que había pasado lo de la mordida las cosas entre ellos estaban extrañas, no es como que no quisieran interactuar pero a un nivel subconsciente habían aceptado el no hablarse, más desde el lado de Bakugō y Todoroki por una vez respetó su desición.

ー¿Por qué carajos estás durmiendo en mi escritorio? ー

ー¿Tu escritorio? ー

Los ojos de Todoroki estaban nublados, le costaba mucho enfocar, supone que tiene algo de fiebre porque siente su cabeza atontada y tener a Bakugō frente a él no le ayuda nada.

Volvió a recostarse sobre el pupitre mientras usaba sus brazos de almohada.

ーAh, es tu escritorio ー

No pensaba moverse, estaba cansado, quería volver a dormir.

ーSí claro, acomodate no más ー

Gruñó Bakugō por una vez sin alzar su voz, solo se sentó en el asiento del frente.

Y por una vez compartieron un lugar sin gritarse de por medio.

Quizás porque no había nadie que los observara, era tarde.

ー¿Aún tienes restos de celo? ー

ー¿? Debió terminarse pero me siento cansado ー

Aunque Todoroki tenía sueño y mantenía los ojos cerrados su mente seguía ligeramente activa, ¿Por qué estaba durmiendo en el escritorio de Bakugō? ¿Por qué estaba Bakugō allí sin alejarlo de su lugar? Incluso puede sentir su mirada encima.

Se siente tan bien.

Más se sentía bien la caricia que estaba en sus cabellos, se sentía bien que retirara los mechones de su frente y.. ah, que bien se sentía la mano.

ーTienes algo de fiebre ー

ー¿Sí? No importa, no quiero morder a nadie ー

No sabe qué fue lo que dijo pero hizo reír a Bakugō, una risa sin burla en sí pero que no ocultaba que se reía de él. Abrió más los ojos para mirarlo con atención, sentía que eso ya había pasado. Pero era diferente.

ー¿Por qué no siento tu olor? ー

No le gustaba quedarse con las dudas, menos con algo tan importante como eso. El escritorio estaba impregnado en ese olor que tanto le gustaba pero su dueño no tenía ni una pizca de ello.

La expresión de Bakugō cambio de inmediato, las cejas se le alzaron y su nariz se frunció ligeramente mientras abría los ojos, claramente estaba sorprendido.

Y de esa sorpresa pasó a convertirse en una expresión que mezcló burla, superioridad y casi cree que seducción.

ー¿No? ー

ーNo ー

Confirmó al llevar su mano a la frente y atraer la muñeca de Bakugō hacía su nariz, confirmando nuevamente que no había olor.

ーNi un poco... ¿Por qué? ー

Los dedos de Bakugō se habían tensado alrededor de la mano de Todoroki y de manera inconsciente ambos terminaron abriendo sus dedos para que encajaran entre ellos, sin querer se estaban moviendo sus sentimientos.

ー... El supresor, me lo cambiaron ー

Las palabras de Bakugō hicieron click en su cabeza, con razón Bakugō no estaba en clases, con razón quiso tenerlo más cerca así que inventó una excusa para cambiarse de puesto y estar en el de Bakugō ya que estaba al lado de la ventana, con razón se sentía tan calmado con su presencia alrededor.

ーEntiendo ー

Volvió a cerrar los ojos mientras descansaba, tenía muchas cosas más que preguntarle a Bakugō, tenía que preguntarle sobre su celo, lo que había sucedido ese día, quería saber más, necesitaba saber más, pero saber que Bakugō ya no iba a atacar a nadie más simplemente le hizo sonreír y relajarse nuevamente en el pupitre, decidió fingir que su celo lo estaba haciendo dormir de nuevo solo para poder mantener la excusa de mantener sus manos unidas unos minutos más.

Solo quiso aprovecharse de ese chico que estaba calmado, de ese que no le rechazó, de ese mismo que le mira fijamente como la presa que seguramente es a sus ojos pero no le ataca, porque aunque tenga mucha hambre no lo iba a atacar, porque Bakugō siempre ha sido amable.

Y eso le gustaba de él.

Le gustaba demasiado.