ғᴏᴜʀ

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Bakugō Katsuki había estado aislado desde el momento que su celo se había inducido, aunque esa fue la información que se les dio a la clase supo de inmediato que eso no era la realidad. Bakugō Katsuki había despertado su gen alfa y no podía apagarlo.

Conocía ese sentimiento de miedo desenfrenado al perder contra tu subgénero.

Su padre era un alfa de linaje puro, le contaron desde pequeño que solo los de género Omega nacido de alfas puros podían tener a sus hijos para hacerlos más puros aún, pero a temprana edad supo que eso era más una maldición que una bendición.

Recuerda que tenía unos cuatro o cinco años cuando el subgénero de su padre se descontroló por el celo tardío de su madre, se suponía que a esa edad ella ya no tenía celo así que el uso de hibidores ya no había sido necesitado pero por eso vio como su padre violaba a su madre hasta el cansancio para luego atacarlo a él por "querer meterse con su hembra", sus hermanos se habían interpuesto pero ninguno de ellos pudo hacer nada contra el hombre tan fuerte que era Enji, y lo peor de todo eso es que su madre, quién debía calmarlo fue influenciada por las fuertes feromonas de su padre hasta hacerla perder la cabeza y atacarlos.

Fuyumi, quién poseía un gen más puro y era más grande logró sacarlos a rastras de allí llevándose una herida en su espalda que hasta el día de hoy poseía.

Los que peor la sacaron fueron Touya, el segundo hermano mayor y él, quienes fueron quemados con agua hervida por ser "iguales a su padre"

Lo bueno es que su padre respeta a su abuelo así que lograron calmarlo sólo tres días después de la tortura que habían comenzado contra ellos.

Agradecía rotundamente que solo su madre fuera Omega.

Pero quizás por esa situación que había pasado en su niñez ahora era mucho más resistente a todo tipo de feromonas, quizás se debía a que también era fuerte pero había logrado resistir tanto feromonas de hembra como de macho en una habitación pequeña por días.

Las feromonas de Bakugō solo le hacían pensar en lo mal que debía estar pasándolo. Quería ayudarlo.

Pero, ¿Quién las habría activado?

Desde que el curso comenzó su atención había sido llamada por ese rubio por la presencia tan fuerte que poseía, en esos momentos no sentía interés alguno por los géneros de los otros pero cada vez era más notorio que ese chico poseía el mismo gen que su padre así que instintivamente se ponía en guardia en su presencia pero jamás pasó nada porque Bakugō a pesar de ser un Alfa realmente puro y fuerte nunca humilló a alguien por su subgénero, incluso si eran débiles y los veía esforzándose no les decía cosas despectiva, aunque a veces se agarraba con personas que sí hacían eso así que realmente no le entendía.

Pero por la personalidad tan rara de ese chico es que le fue fácil notar que él no reaccionaba para nada a pre-celos o feromonas de conquista que muchas personas liberaban en su presencia, podía sentir como su aroma no se alteraba por nada de esas cosas siempre manteniendo un olor a campo de vainilla, a veces se dejaba llevar por el olor y así relajarse también por eso supo que Bakugō estaba en celo y lo estaba llamando porque su olor se intensificó al punto de hacerle picar ligeramente los dientes.

Entendía que los alfas podían estar juntos pero jamás escuchó de que alfas se llamaban entre sí, era extraño.

Igual decidió ceder a su curiosidad infantil e ir avanzando como ninja entre los pasillos porque si algún inspector lo agarra se va directo a la oficina y por lo menos se lleva una llamada al apoderado, y eso debe evitarlo totalmente, no quiere discutir con su padre por eso.

Por suerte hasta los profesores son débiles ante ese olor tan fuerte y los pasillos cercanos de la enfermería estaban libres. Bueno, esa suerte se acabó al mirar por la ventana de la enfermería dentro porque estaba Aizawa y Nemuri dentro conversando como si nada con un pobre Bakugō atado a la cama.

Notó que Aizawa era el otro alfa que hablaba Nemuri pero realmente no servía demasiado para calmarlo, ¿Hasta qué punto Bakugō había resistido por su cuenta que su gen negó todo lo humano que poseía?

Sintió tanta lástima que se agachó en el suelo mientras se deslizaba por la pared hasta quedar sentado, sintió el dolor impropio en su cuerpo como si el ardor del agua hirviendo estuviera actuando por todo su cuerpo y al final sólo se pudo abrazar a sí mismo sintiéndose patético.

Estaba entrando en pánico al verlo allí, atado, con un bozal mientras sus dientes se mostraban, mientras sus ojos rojos eran más rojos, mientras la saliva corría por sus comisuras, solo lo escuchaba gruñir, solo escuchaba la parte bestial de él.

Y de pronto dejó de escucharla.

A su lado estaba su profesora con una expresión que no entendió pero con un gesto de cabeza lo hicieron entrar así que no dudó mucho en ir a verlo pero incluso sin verlo sintió que todo estaba bien, su olor usual había vuelto y esa paz volvía a él. Solo pudo caminar a él para tomar su mano, siempre guiándose por el instinto.

ー¿Eres de cuarta estirpe? ー

Preguntó Aizawa serio como rara vez lo estaba. Se limitó a negar con la cabeza.

ーMi madre es omega ー

Aseguró dejando ir la mano de Bakugō quién por algún motivo se había dormido.

ーPero mi padre es alfa del mismo tipo que Bakugō, supongo que soy un poco más resistente a ese tipo de órdenes por él ー

Quería convencerse de ello, porque de otra forma allí había algo raro.

Aunque la forma que sus profesores le miraron le dijo que de por sí había algo raro. Apretó los labios nervioso.

ー¿A qué olía Bakugō? ー

La voz de su profesora justo al lado de su cara le hizo dar un pequeño brinco, no sintió cuando se inclinó.

ー...Vainilla podrida ー

No, era diferente pero parece que esa respuesta les fue suficiente.

ーVe a clases ー

A diferencia de la orden que le dio Bakugō con su olor la orden directa de su profesor hizo que su estómago se apretara y solo pudiera huir por su vida, sintió como su cuello sería cortado con sus dientes si desobediencia. ¿Por qué eran tan diferentes? ¿La edad?

Lo peor es que aún sentía esa ansia de estar junto a Bakugō aunque no quisiera.

Estaba frustrado.

Pero por lo menos Bakugō ya se había calmado.

Volvió al salón realmente calmado, se sentía incluso feliz de que Bakugō hubiera podido dominar su instinto al punto de no lastimar a nadie y más aún, incluso frente a él no soltó un olor que lo amenazaba. 

Estaba orgulloso.

Las clases terminaron pronto y para su sorpresa su hermano fue a buscarlo, pronto se enteró que por el fuerte olor de Bakugō muchas personas habían entrado en pánico incluso algunas al punto de desear que les mataran, se sorprendió demasiado de escuchar eso, ¿Cómo había sido eso sí él sintió un olor que incluso le había causado sueño?

Decidió que se lo preguntaría a Fuyumi en cuánto llegaran a casa.

Esperaba que todo fuera una casualidad como quería seguir pensando que lo era.

Alfa [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora