III. MYRTLE

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En su tercer año en Hogwarts todo había sido diferente.

Samira era una de las mejores de las clases junto a Tom.

Por su puesto que lo sería, después de todo, era una Ravenclaw.

Su padre estaba orgulloso de ella, al igual que sus amigos a excepción del chico Riddle, pero a ella no importaba, Tom no era su amigo.

Pero para él, la castaña era una molestia, pensaba que ella quería quitarle todo lo que le costaba construir en esa escuela.

—¡Tommy espera!¡Espera!— la castaña lo sigue por los largos y vacíos pasillos de Hogwarts.

Era vispera de navidad y no muchos permanecían en la institución, su padre se encontraba resolviendo algunos asuntos en el Ministerio de Magia junto a su tío Newt.

Sería su primera navidad sola.

—Estamos en navidad ¿podrías dejar de ser un amargado, Riddle?— bromea sin provocar una sonrisa en el pelinegro.

—Aléjate de mi. — pide con fastidio camina lejos de ella

El corazón de la pelinegra se congela.

—¡Suficiente!— grita lo suficientemente alto para que el chico se detenga— Podrías decirme ¿por qué me odias tanto? ¡Nunca te he hecho nada! ¡Todo lo contrario, siempre tratado de hablar contigo!

—Es molesto, no me gusta que lo intentes—Responde con seriedad y la chica frunce el ceño—Solo hablo con mis amigos, Samira

—¡No son tus amigos! ¡Los usas!— las palabras salen de su boca sin pensarlo—yo en realidad no quería decir eso porque...

Tom se acerca furioso a ella.

—Mantente alejada de mi y estarás bien— murmura cerca de ella provocando que esta tiemble con temor, tenían la misma edad pero Riddle le daba miedo.

Sentía que sobre él siempre había una nube de desgracias.

—No, no me has dado motivos.—Aclara con falsa seguridad, para ser una Ravenclaw, Tom pensaba que era muy estupida.

¿Por qué seguía tratando de ser su amiga?

—¿Siempre eres así de molesta? —Samira asiente con gracia—No me agradas ¿eso es suficiente para que te alejes?

—No te creo— responde segura y aclara su garganta para seguir hablando— Tom, noto como me observas en cada clase que coincidimos, no puedes decir que no te agrado... aún o me conoces.

El pelinegro mira los claros ojos de la castaña con determinación, estaba enfadado.

Había algo en él que provocaba rechazo hacía la pelinegra.

—No soy bueno para ti— confiesa por fin, y se arrepintió ¿quién era ella?

—¿y quién lo es?

Esas palabras bastaron para que Tom inconscientemente uniera sus labios con los de la chica.

No estaba pensando con claridad.

—Creí que no te agradaba—susurra la chica totalmente sonrojada cuando el de ojos claros se aleja de ella para mirarla como habitualmente lo hacía.

—Esto no cambia nada— indica sin titubear, provocando que Samira se sienta mal cuando el chico se aleja sin más para dejarla completamente sola.

De nuevo.

Después de ese episodio, ninguno de los dos entabló una conversación, y Samira dejó de buscarlo por la vergüenza que sentía.

Sorprendiendo a Riddle.

Es así como finalmente las clases habían comenzado y con eso el paso de su cuarto año.

La adolescente en ella trataba de apartar a sus amigos al querer mi tiempo a solas, pero se asustó cuando un día escuchó unos sollozos en un baño abandonado.

—¿Hola? ¿Necesitas ayuda?

Los sollozos se detienen.

—Te prometo que no te haré daño... solo necesito saber donde estás para ayudarte ...¿estás herida?

Un ruido se escucha en el segundo cubiculo.

—Quiero estar sola, por favor.

—No tienes por que— responde al instante— si sales podré ayudarte.

A los minutos una niña con gafas sale del pequeño cubiculo, sus ojos estaban rojos de tanto llorar.

—Eres de Ravenclaw— sonríe— espera.. ¿Myrtle, no es cierto?

—¿Sa..sabes mi nombre?

—eres de segundo año, recuerdo haberte visto en la selección.¿qué ocurre?

—Las personas me molestan por mi apariencia... en especial Olive Hornby ... todos se burlan de mis anteojos.

—Oh querida Mrytle , eres una Ravenclaw. No debería importarte las opiniones de ellos. Eres hermosa; además no dudo que seas una gran persona. No deberías llorar en los baños mientras ellos disfrutan verte en este estado.

—¿Cómo no podría? No soy tan bonita como usted, soy una sangre sucia...

—¿y? ¿cual es la diferencia? Eso no influye en tu potencial.

—Soy horrible—el corazón de Samira se oprime ante la niña y la abraza.

—La mente es poderosa niña, si eso crees... entonces lo serás—aconseja deja de abrazarla para tratar de limpiarle las lágrimas con las mangas de su camisa—que no te importen los demás, yo lo hago siempre

𝐌𝚰𝐃𝐍𝚰𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝚰𝐍 - tom riddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora