Nueva Oportunidad [TOMROSE vs SCOROSE]

Capítulo 4

Desde aquel día las cosas habían dado un cambio inesperado, aquella pelirroja de ojos tristes ya no reuia como anteriormente lo hacía. Pudo disculparse con los hermanos Logbottom y a pesar de aún no contarles lo sucedido sí que logró que su promesa de no dar a conocer su paradero continuará. Aunque a decir verdad todo aquello no sorprendió más que cuando todos vieron que Tom Riddle era el más allegado a la joven, convirtiendo así los rumores a voces por especulaciones silenciosas.

—¿Dónde estabas?— pregunto su madre al joven quien acababa de entrar a casa

Tom colocó su mochila en el sillon y dirigió su vista a ella— llevé a Weasley a su casa.

—Es Granger, Tom— rió la azulada ganándose una negación del joven—Rose, es una gran chica ¿no te parece?—afirmó Delphini quien colocaba su bolso en el sofá.

—Lo es— sonrió el azabache tomando asiento mientras sacaba un periódico de su mochila y se lo ponía a leer.

—Es la primera vez que te veo convivir con una chica.

—Claro que no.

—Bueno, es la primera con la que realmente haz convivido.

Tom miro por encima de su periódico y respondió sin darle verdadera importancia— no es una hueca y tampoco una acosadora, supongo que eso tiene mucho que ver.

—¿Te gusta?— cuestiono de forma pícara, viendo a su hijo.

La sonrisa de Delphine se hizo aun más grande de ser posible, sin embargo, Tom ni siquiera había entendido su insinuación. Ya que según él había distintas formas en que una persona te pudiera gustar. 

—Por supuesto, es mi amiga.— una vez que captó a lo que se refería abrió mucho los ojos para después rodarlos—de esa manera no.

—¿Y porque no?— quiso saber.

—Ambos sabemos porque.— suspiro regresando su lectura al interior de la mochila.— No sólo soy el nieto del hombre que casi domina el mundo mágico también soy nieto de la mujer que torturó a su madre. Su pasado parece ser el mío, además  no tiene mucho que la conozco.- suspiro cansado de que su madre quisiera emparejarlo con todas las chicas.

— Tom, mirame- pidió mientras lo sostenía del hombro- tú no eres como mi padre ni mi madre, eres mi hijo. Así que puede gustarte cualquier chica.

Sonrió con egocentrismo y negó mientras acariciaba la mejilla de Delphini— la forma en que tu defines el gusto y en cómo yo lo defino parece diferir.— lo miro confusa— tú te refieres a él como la base de algo romántico. Yo lo veo de manera subjetiva, dejando a un lado el amor que de igual forma es subjetivo. La chica es linda, más dudo que sea mi tipo. Me atrae como amiga y ya. 

—Haz sido muy valiente.— comentó despeinandolo un poco más.

—Lo dudo— suspiro con un poco de frustración.

—¿Porque lo dices? Es cierto, a pesar de todo tú sigues aquí en tus cabales.

¿Cabales? ¿Era encerio? Sin poder evitarlo comenzó a reír con amargura y sarcasmo, algo que hizo alertar a la bruja.

—¡Por Merlín, Delphini! Ni siquiera soy capaz de dormir tranquilo debido a esas malditas pesadillas— exclamó con enojo—
No comprendo porque tengo esas pesadillas.— comentó pasando sus manos por su cara con un gesto de desesperación.

—¿Pesadillas?— interrogó con cierto grado de nerviosismo.

—Si— suspiro— aquellas donde yo mató a mucha gente y todos se inclinan hacía mi como señal de respeto pero no lo hace por eso, sino por miedo— para ese entonces su mirada paso hacía en la marca que se hallaba en la muñeca de su hijo. Esa que alguna vez fue conocida como la "marca tenebrosa" Los recuerdos de cuando le fue echa llegaron fugazmente.