Katawa Shoujo: Cicatrices del Corazon

Acto V. El pasado

Es un nuevo día, para sorpresa de ambos, Lilly nos dijo que está rentando una casa a pocos metros de nosotros por ende Hanako pasará la tarde ahí mientras yo sigo en la biblioteca, nuevamente en la sección de informática para por lo menos intentar dar con su tía, pero mientras más intento más parece una misión imposible.

Algo que llamo mi atención mientras leí el expediente es que note que no había algún teléfono, correo o dirección de la misma, es como si ella hubiera querido deshacerse de Hanako. Lo se, es un pensamiento muy duro y frío, pero es lo que se me vino a la mente.

Lo único que tengo como referencia de mi búsqueda es el nombre Hamasaki Hakura.
    Por más que tecleo el nombre una y otra vez, lo resultados no arrojan nada interesante para mí, incluso intento buscarla en la guía telefónica de la ciudad, pero no hay caso.

—Uh..— Una suave voz llama mi atención a mis espaldas, al voltear veo a Miku con una expresión realmente apenada.
—Hisao... Yo quería disculparme por mi reacción...— no me observa directamente —creo que me sentí muy incómoda y me puse a la defensiva por más que no tuviste intención de ofenderme—.

—Oh no descuida Miku...— intento aliviar su culpa —yo también debería disculparme, fui muy indiscreto, pero lo hacía por.. una buena causa— puedo ver cómo mis palabras atraen la atención de la chica delante mío y la misma busca asiento a mi lado.

—a modo de disculpa...— toma unos segundos para seguir su frase —respodere cualquier duda que tengas Hisao...— la sonrisa de Miku es tan sincera como cálida.
—Entonces podrías decirme si en tus días de.. uhm como decirlo— busco la manera correcta de hacer mi pregunta.
—¿En mis días en el orfanato?— por suerte Miku acaba la frase por mi.
—¿Recuerdas a una niña de cabello oscuro y.. cicatrices?— observo como la chica de cabello castaño hace memoria hasta que finalmente llega algo.
—De hecho... Si había una niña que era muy tímida y casi no hablaba con nadie— continúa recordando —Los cuidadores nos decían que ella estuvo en incendio y que debíamos ser buenos... Aunque había varios niños y niñas que la molestaban mucho— recuerdo a la perfección que Hanako me contó como se burlaban de ella por sus cicatrices.

—Encerio eres de mucha ayuda Miku...— sonrió satisfecho por las respuestas que estoy obteniendo. —¿Hay algo más que recuerdes? Por más mínimo que sea...— la chica me mira aún con una sonrisa pero una leve decepción.
—Lo siento Hisao es lo que recuerdo por ahora..— Niego con la cabeza y sonrio. —Descuida me ayudaste mucho—

Estoy dudando si hacer la siguiente pregunta porque hay una alta posibilidad de que nisiquiera sepa de quién hablo pero mi curiosidad me incita a hacerla.
—Miku.. de casualidad... ¿Conoces a alguien llamada Hakura Hamasaki?— nuevamente veo como la chica intenta hacer memoria y mientras más la observo más pierdo mis esperanzas de que tenga una respuesta.

—Me suena mucho.. creo que hay una señora que cada cierto tiempo le hace pedidos a mi abuela—. Todo lo que estoy oyendo hace que mis esperanzas de  encontrar a la posiblemente, única familiar de Hanako, sean más grandes.
—Dime Miku.. ¿Recuerdas como luce? O ¿Cómo es?— intento disfrazar mi ansiedad lo mejor posible.
—lo lamento mucho Hisao pero solo mi abuela la pudo ver...— se acerca para susurrar —Aqui entre nos... Dicen que se aisló después de que algo ocurriera con ella—
—¿Uh? ¿Que ocurrió?— mi curiosidad crece más de lo que ya estaba.
—No lo se Hisao... Nisiquiera mi abuela que hablo con ella lo sabe con exactitud— las cejas se Miku se arquean levemente.

En este punto tengo claro que debo seguir con total precaución y delicadeza, más teniendo en cuenta que Hanako no tiene idea alguna de esto, y lo último que quiero es darles falsas esperanzas con un tema como ese. Además, si ella aún no me la ha mencionado debe ser por alguna razón y debo saber cuál.