Acto VI. ¿Un fantasma?

284 27 20
                                    

Camino a casa lentamente pensando en las palabras y todo lo que había oído, no puedo evitar pensar en eso, me aterra la idea de que yo pueda herir a Hanako y más al tratarse de algo tan delicado.

Demonios ahora me encuentro en un punto en el que estoy totalmente desorientado, hay dos partes dentro mío en este momento, una insiste en que debo seguir averiguando y descubriendo que más paso con Hanako y su tía, mientras que la otra dice que sea precavido y dejé de insistir ahora que puedo, antes de que todo sea mucho peor.

Levanto la vista para asegurar mi camino dándome cuenta que estoy a unos metros de casa, aproximadamente unos cincuenta o similar.

Algo llama mi atención a lo lejos ¿Acaso es Hanako? Intento enfocar la vista lo mejor posible y puedo divisar aspectos básicos de una mujer que está observando en dirección a nuestra casa, por lo menos eso parece.
    Desde esta distancia solo puedo distinguir su cabello color oscuro y su ropa, lo que parece ser un sombrero que ocultaba parte de su rostro, en una de sus manos sostenía una aparente bolsa de compras y por último veo que lleva un yukata color rojo pálido.
    A medida que me voy acercando puedo divisar más rasgos, por ejemplo en su rostros,  veo que no hay ninguna cicatriz, por lo que descarto de inmediato la idea de que fuera Hanako.

Finalmente llegó a una distancia donde ella pueda oírme.
—Disculpe señorita...— mis palabras hacen que se voltee hacia mi dirección y en este momento no puedo decir quién está más asombrado.
   ¿Me estaré volviendo loco? ¿La mujer de las fotos está delante mío?
   Puedo ver cómo su rostro se desfigura en sorpresa y una dosis de temor haciendo que me dé la espalda y comience a caminar a paso rápido sin detenerse.

Cuando finalmente llego al lugar donde estaba antes de irse volteó hacia la dirección en que estaba mirando y evidentemente puedo ver qué estaba observando nuestra casa, ahora la duda que viene a mí es ¿Por qué miraba nuestra casa?
   Comienzo a creer que esto me está volviendo mucho más paranoico de lo que pensaba, es decir, acabo de ver a la mujer de las fotografías ¿Es realmente eso posible?

Aún algo impactado por lo sucedido decido poner rumbo hacia la puerta de la casa. Cuando cruzó el marco soy recibido por dos dulces voces.

—Hisao jiji que bueno que estás aquí..— Hanako está en medio de la sala junto con Lilly, estan en otra improvisada fiesta de té.
—Ven a acompañarnos Hisao— Lilly sonríe cálida y alegremente.

Dejando mis cosas a un lado, me dirijo hacia donde están las dos chicas y tomo asiento en la pequeña mesa redonda.

—Uhmm oigan.. de casualidad no paso nada raro mientras no estuve— veo ambas chicas compartiendo una expresión de total confusión.
—La verdad no paso nada Hisao.. ¿Por qué?— veo el rostro de Hanako con una leve pizca de preocupación, por lo que optó por no comentarle la sucedido.

—Oh nada.. solo quise asegurarme de que hayan estado bien— entrego una sonrisa falsa, pero que cumple con su cometido, Hanako parece estar más tranquila, pero al parecer no logré engañar a Lilly, debido a la expresión que puedo ver en su rostro.

Nuestro té siguió hasta que empezó a oscurecer y fue cuando decidimos culminar el día, fuimos a dejar a Lilly a su casa y regresamos para descansar después de un largo día.

—H-hisao..?— cuando estoy sentado en la cama la dulce voz de Hanako capta mi atención, al voltear, mis palabras no alcanzan a salir debido a que tengo los calidos labios de Hanako posicionándose sobre los míos, fundiéndose así en profundo beso.

   Continuamos el mismo comenzando a desprendernos de nuestras ropas, dejando al descubierto nuestros cuerpos desnudos con nuestras cicatrices.
    La luz de una brillante luna que entra por la ventana del cuarto nos da un ambiente perfecto.

Katawa Shoujo: Cicatrices del CorazonOnde as histórias ganham vida. Descobre agora