Capitulo 27-. Espejismo

615 52 4
                                    

Narración Omnisciente

Después de aquellas visitas de aquel sujeto de la CCG la rosa, no podía quedarse a gusto, saber que a diario la están buscando y que nunca la dejaran en paz, pensaba que después de un mes, o algunas semanas, o al tercer día, que no habían encontrado ningún rastro de ella, la dejarían de buscar, pero está más equivocada, nunca la dejaran en paz, por más que escape.

___-. Siempre pensé, que una vez escapar de esa cárcel, todo sería más fácil – estaba en la parte trasera, había estado ya en su descanso, quería relajarse un rato.

Suspiro tras una respiración de incomodidad, no quisiera pensar, que le harían al estar de nuevo en esa cárcel, piensa en las cosas más horribles que le pudieran suceder, además de que eso no es todo, borrarían los recuerdos más apreciados para ella.

La vez que pudo sonreír sin miedo de salir lastimada, la vez que pudo respirar el aire una vez que había escapado, su mejor amigo que la ayudo en todo este escape, y ahora podría olvidar hasta su familia.

___-. Tengo que volverme aún más fuerte, tengo que superarlos, estar un paso más de ellos, pero si muestro al menos una parte de mi en este sitio, lo sabrán – susurraba, mientras que, en sus manos, solo los estaba torturando en un gran apretón a si misma – tengo que ser sus peores pesadillas.

Una voz con total determinación salía de sus delicados labios, mientras que sus ojos, llenos de valor se encontraban mirando enfrente, donde solo había un espejismo de Arima, quien ahora era su peor enemigo.

Arima-. Te atraparemos cueste lo que cueste... - Aquella alucinación de aquel agente, se mostraba fría sin lleno de sentimientos, como lo había visto.

La rosa, solamente levanto su mano izquierda, donde aquel que era su collar, se transformaba en un líquido plateado que recorría por su cuello hasta terminar en la palma de su mano, donde se había convertido en una sola canica, que repentinamente se pose con delicadeza entre su dedo índice y el dedo cordial.

___-. No dejare que me encierres de nuevo, te matare si hace falta – entre la ira de la rosa, pensando en que el realmente estaba aquí, que aquel que la quiere capturar, realmente está enfrente de ella.

El odio, se consumió en su mente, al recordar todas aquellas horribles cosas que le hicieron, aquellas ordenes, de matar a ghouls inocentes, algo que nunca ha querido, pero por la culpa de ellos, lo ha hecho, por su culpa sus manos nunca estarán limpias, aquellos sueños solo son pesadillas, nunca encontrara en ella la paz, que tanto deseo, no tendrá a nadie quien la quiera por ser como es, siempre será una rosa blanca marchita.

Arima-. Tienes miedo, no me podrás vencer, si solo tienes miedo, miedo de quién eres, miedo de lo que puedes hacer, miedo de lo que puedes llegar ser... - el espejismo hablo fríamente, aquellas palabras que eran ciertas, aunque no las quería escuchar la rosa.

___-. Cállate... - un hilo de voz salió de sus delicados labios mientras que solamente una gota de agua se deslizaba delicadamente por su mejilla.

Al caer la gota de lagrima, aquella lagrima que no significaba nada para los demás, pero para la rosa significaba más que dolor. Así que, al caer aquel estruendo pequeño, alertó a la rosa, y en un momento a otro activo su arma saliendo de la canica una aguja grande y filosa, que atravesó al espejismo, y un poco a la pared.

Arima-. Solo tienes suerte de ser una arma... - con una sonrisa burlona desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

Su mente la estaba torturando, su miedos más grandes de volver a ese lugar son mayores que otras cosas, ni siquiera puede calmar una simple alucinación, un espejismo sacado de sus mismos miedos, de los enemigos que la rodean, de aquellos que la quieren volver a encerrar, oh rosa, porque te torturas en tener más espinas que las demás.

___-. ¿Por qué sigo llorando?... Ya estoy afuera, ya tengo una familia que me podrá proteger de todo, ellos me lo dijeron, soy... La rosa blanca... - solamente miró abajo, no quería causar otro estruendo, o simplemente podría llegar a explotar a cómo van las cosas.

Aquella arma de nuevo se hizo un líquido un tanto espeso, aunque por ser esa arma única, aquel líquido flotaba en donde una vez estaba la aguja. Yendo por su brazo, recorriendo un corto camino para llegar a su delicado cuello, donde se formó de nuevo el collar, pero está vez, el dije de una rosa con pocos pétalos. En si la rosa solo podía oír el cómo todo volvía a la normalidad, con un ligero suspiro sacó todo lo que tenía en su corazón, tenía que volver ser una simple empleada del Café Anteiku.

Después de que se concentrará en lo que tenía que hacer, para poder lograr que esta nueva vida sea su única vida, no quiere volver a estar encerrada, las rosas nunca florecen si solamente están en la oscuridad.

Tenía que volver al café, así que al recordarlo una linda sonrisa se le dibujo en sus rojizas mejillas, mientras que levantó la mirada, pensó en lo que tiene ahora mismo y que no es momento para desaprovechar esas cosas, que las tiene que apreciar cada momento hasta que se acabe. Recogió su cabello en una floja trenza se le veía bastante bien, era algo diferente, así que fue de nuevo adentro.

Pero lo más raro de todo, es que la rosa no se dio cuenta que alguien la estaba mirando, no se dio cuenta de que alguien la observaba sin parar vio todos sus movimientos, y cada uno de sus rasgos de la cara, solamente sonrió, mientras que aplastaba una rosa, alguien que solo una capa llevaba encima, no se podía ver nada de esa persona, apenas unas pálidas manos, aquellas que sin piedad destruyó la rosa.

Desconocid@-. Así que los rumores eran ciertos, la rosa que manipula sus espinas, esto será muy interesante...

Enamorado De Un Experimento (Kaneki Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora