[5: Verdades verdes]

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Creo que te extrañe para siempre
Como las estrellas extrañan al sol en el cielo de la mañana

«Pov Eren»

Suspire con pesadez ante la situación en la que me encontraba. Sentado en una silla mirando con mucha concentración mis manos posadas en en la mesa. Pero fui interrumpido por el ligero carraspeo de garganta que hizo ella.
Entonces empeze a sudar y a respirar irregularmente, la mujer enfrente mio me miraba triste, pero al igual que yo, bastante nerviosa.

— Voy a intentar ser breve, pero debes entender que esta historia es larga y dolorosa, sobretodo para mi — hablo con su voz temblorosa y triste, explicandome de nuevo, que lo que estaba por decirme, era la razón de su depresión.

— La entiendo, pero necesitó hacer preguntas — ella asintió y me miro esperando a que preguntara. Yo tome aire y mi lengua se empezó a mover por si sola — ¿Quien es (T/N)? — mi jefa pareció sorprendida, pero pronto su semblante cambio a uno triste.

— (T/N) era... mi mejor amiga y tu... prometida — en ese momento mi corazon se detuvo al igual que mis respiración, pero a ella pareció no importarle, sólo continuó — O bueno, mejor dicho tu novia... — corrigió rápidamente, mirando sus manos entralazadas en la mesa.

Yo levante mi mano, pidiendo que se detenga, yo nesesitaba procesar toda esa información.
Mis vista se nublo y sentía como mi labio inferior se temblaba.
Pude divisar a duras penas como ella se enderezaba hasta ponerse recta por completo.

— ¿Eren, estas bien? — cuándo escuche su voz, cerré mis ojos con fuerza, pero sólo podia ver a (T/N) entonces, en mi desespero, los abrí de nuevo.

Por un instante, la vi a ella. Donde se suponía que debía estar Victoria, estaba ella, con sus cabellos negros sueltos, cayendo por su pálido rostro, como toda una diosa, sus ojos cafés mirandome terriblemente mal, como si yo hubiera cometido el peor de los crímenes, como si de alguna manera, yo la hubiese traicionado.
En ese instante en el que nuestros ojos se conectaron, los mios empezaron a aguarse.

De alguna manera, me senti mal. Con una presión en el pecho que era realmente insoportable, y cómo un cobarde bajo mi vista a mis manos temblorosas.
Con mucho esfuerzo pase saliva y extendí mi mano hacia la suya.
Ella la tomo y entrelazo sus dedos con los mios, sujetándome fuertemente.
Y ahí me calme cerrando con fuerza mis ojos, esperando que el pitido de mis oídos se esfumara.

— Eren... — cuándo sentí la fria voz de mi jefa, los volvi a abrir, pero ya no había rastro de (T/N).

— L-lo siento... y-yo — ella me interrumpió apretando mis manos.

— Se lo que sientes, creeme que lo se — me dijo con un tono extrañamente cálido — Y esto es solo una pequeña parte de todo lo que se viene.

— Entonces siga, porque necesito saber que pasó — pedi, seperando nuestras manos. Ella asintió soltando el aire que quizá estaba reteniendo.

— Bien... como te explique, (T/N) y yo sonos hermanas, siempre hemos sido muy inseparables — explicó — Todo lo hacíamos juntas, estudiar, dormir, comer, todo — dijo mientras su tono de voz iba bajando cada vez más junto con su cabeza y ojos.

— Entonces, usted y ella eran muy cercanas — ella asintió repetidas veces.

— Es mi vida entera — me dijo mirando por unos segundos, para luego girar su cuello y mirar directamente al camarero que venia hacia nosotros.

El hombre vestido con el ropa del lugar, se nos acercó con una amable sonrisa.

— Buenos días — saludo colocando las cartas en enfrente nuestro.

Recuerdos ||Eren Jeager||Where stories live. Discover now