[7: Cascadas en tus ojos azules]

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Si escapas otra vez no sobreviviré
Mi vida, regresa o un diluvio llorare por ti
Vuelve pronto a mi, no seas así.

»Pov Levi«

Luego de ese "show", Hanji y yo nos quedamos en silencio. Ella me miró por microsegundos, para luego arrodillarse, en cambio yo estaba analizando la situación, intentando conectar algunos hilos porque no entendía nada. Observe a Hanji, quien estaba juntando los papeles y apilándolos de forma desorganizada en el escritorio, ella también se veía consumida por sus pensamientos.
Solté un suspiro bastante fuerte, dándome el placer de pararme y relajarme por un segundo.

—Que día de locos—dijo Hanji levantándose y parándose a mi lado. Yo la mire y asentí.

—Creo que desde pasó lo del accidente, todos los días son de locos—ella sonrió, dándome la razón—No puedo creer que esto esté pasando...—admití, mirando un punto fijo en la nada.

—Lo hecho, hecho esta—me dijo colocando su mano en mi hombro—No te va a servir de nada cuestionarte, en el fondo, quizás... hasta nosotros mismos esperábamos este día—yo la mire confundido—Es mucho el peso de guardar algo así, Levi, y no estábamos ayudando a Victoria haciendo como si nada pasó...—yo suspiré, Hanji tenía razón.

—¿Que fue lo qué pasó con Mikasa?—pregunte, ella rápidamente frunció el ceño.

—Ah eso...—la mire, parecía que aún le enfadaba el tema de Mikasa—Pensé que lo sabías, digo, después de todo, por eso es que Erwin no la puede si quiera ver a Mikasa—yo me sorprendí, el rubio cejon nunca me dijo nada.

—Claramente, el no me contó nada—le dije enfadado, ella soltó una risa.

—Ya ya, Erwin seguro no te dijo nada porque tú eras capaz de despedirla, ademas, no era algo de lo que realmente le gustase hablar.

—Si es tan grave, sería lo normal.

—Déjame contarte—yo suspire—Verás, cuando Eren llegó a trabajar aquí, ¿recuerdas que él nos recomendó a Mikasa?—asentí—Bueno, sucede que, (T/N) me había comentando que Mikasa y Eren solían ser pareja en época de universidad—me sorprendí, eso no lo sabía—Bueno, ahora es más fácil de entender, ambos terminaron, en buenos términos, pero Mikasa siempre siguió enamorada de él.

—No me digas que hizo todo este desastre por recuperar algo que posiblemente Eren ni se acuerda—ella alzó su hombros negando.

—No lo se...—dijo suspirando—Tengo entendido que cuando Eren y (T/N) empezaron a salir, Mikasa se puso como loca, y siempre intentaba llamar la atención de Eren, ella no paró hasta que el mismo le dijo que se detuviera, tengo entendido que fue porque él tuvo una discusión con Victoria... ella dijo que su hermana estaba triste porque pensaba que Eren aún sentía cosas por Mikasa—la mire perplejo.

—¿Cómo es que nunca me di cuenta?—me pregunte a mi mismo en voz alta. Hanji palmeó mis espalda suavemente.

—Las chicas siempre fueron profesionales, y las peleas casi nunca sucedían dentro de la oficina—me comentó—Cuando ocurrió lo del accidente ¿quien crees que fue la que logró convencer a (T/N) de irse? Erwin intentó charlar con ella, pero Mikasa se las arregló para discutir y lograr que se fuera—yo tome aire enojado, sin poder creer que ella hubiese hecho todo eso por un capricho—Por eso Erwin no la soporta, él dice que si Mikasa no se hubiera metido, quizás las cosas hubieran sido diferentes.

—Es que si, es increíble pensar que por su culpa (T/N) se fue—Hanji suspiro, separándose de mi.

—Puede que tengas razón, pero no hay manera de saberlo—me dijo, caminando hasta la salida—Levi, si quieres ir y ayudar a Erwin, ve, yo me quedaré aquí y controlaré todo—lo dijo con uno tono dulce, pero aún así la mire dudoso, ella puso sus ojos en blanco—Eres un pesado, enano. Mike se queda conmigo.

—Espero que esté lugar mantenga el orden cuando llegue—le dije con tono amenazador, pero a ella pareció no importarle.

Salí de el lugar y conduje hasta el departamento de Victoria, si bien se suponía que no tenía las llaves, la verdad es que yo siempre tenía un llavero de las casas de mis amigos, aunque claro está, que ninguno sabía.
Cuando llegue, estacione y me adentré al edificio, tome el ascensor y esperé paciente para llegar a su piso, en cuanto llegue me dirigí a su puerta pero, para mi sorpresa está sin llave, entre con nudo en el estómago al pensar que quizás ella ya se encontraba en ahí.

Camine por la cocina comedor viendo cómo todo estaba limpio, pero no había rastro de su bolso.
Me dirigí a su habitación, la puerta estaba entreabierta, me asomé para ver si es que en verdad ella se encontraba ahí, pero solo me encontré con la espalda de Erwin.
Suspire algo enfadado, entrando de manera abrupta, pero ni siquiera eso lo logró asustar.

—¿Erwin? ¿Que carajos haces todavía aquí?—pregunte irritado, pues se suponía que el la buscaría por otros lugares.

—Lo siento.

Fue lo único que me dijo, si bien no escuché su voz débil, podía saber lo roto que se encontraba. Sabía que le dolía muchísimo el hecho de Victoria se halla ido, después de todo, el la amaba y la había perdonado. A pesar de todo, nunca la abandonó y siempre la visitaba e intentaba animarla, yo sabía lo mucho que Erwin sufría por querer verla sonreír, y sabía lo mucho que estaba dispuesto hacer por devolverle su alegría.

—Erwin...¿está todo bien?—pregunte. Se que soné idiota, pero no tenía otra forma de encararlo.

»Pov Erwin«

Podía sentir la presencia de Levi, sabía que me estaba hablando, pero no podía escucharlo. Mis ojos- que los sentía arder- amenazando con llorar, se centraban en una carta que iba dirigida a mi, pero nunca llegó.
Leer cada oración era como sentir apuñaladas que iban directamente a mi corazón. Quería llorar, aunque sea por una vez en estos meses de pura ansiedad, desesperación y sufrimiento.

Sentí una mano en mi espalda, y eso fue suficiente para dejar que las lágrimas recorrieran mis mejillas, no soltaba sollozos, pero sentía como mi garganta ardía por querer gritar.
Cerré mis ojos y deje que Levi me consolase, él soltó un suspiro y masajeo mis hombros. Agradecía mucho que él estuviera aquí.

—Ya...ya—lo escuche decir—Suéltalo todo, no dejes nade reprimido...—y eso hice, deje que todo el dolor y la presión que había estado guardando fluyeran por mis ojos—¿Que tienes ahí?—lo oí decir, no servía de nada que se lo ocultase, así que le pase la carta sin mirarlo.

Se separó un poco de mi, escuchando como leía la carta entre murmullos hasta que se detuvo de golpe. Lo mire adolorido, sabiendo que había llegado a esa parte de la carta. Su rostro expresaba sorpresa, pero luego cambió a uno de preocupación. Sus ojos se movían por todo el papel hasta llegar al final.
Vi como aún reflexionaba, su ojos se cerraron y una de sus manos pasó de su frente a su cabello, despeinandolo.

—Erwin, lo lamento, enserio—me dijo sin moverse un centímetro. Yo suspire cerrando mis ojos.

—¿Porque no me lo dijo, Levi?—le pregunte, aunque en realidad, esa pregunta era más para ella.

—Han sucedió tantas cosas... no se que decirte.

Recuerdos ||Eren Jeager||Where stories live. Discover now