4.-Familia

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Lila presumía con una sonrisa pícara haberse ligado a un nuevo chico siendo escuchada por los demás con interés mientras yo miraba con aburrimiento a otro lado, teniendo en mi mente la última reacción con Adrien.

Había querido verlo sonrojarse debido a mi broma como hizo en su celo pero logré herirlo y que me mirara con resentimiento, el chiste me había salido caro.

Creo que ahora él pensaba que era más imbécil e insensible de lo que ya era.

—Los omegas hombres son más estrechos y sensibles que las mujeres.—informó la castaña sonriente.—Y más si son puros

Mi sucia mente jugó mal con mi imaginación, se me vino a la mente a Adren gimiendo entre mis brazos oyendo el chapoteo de como mi miembro chocaba contra su apretada entrada pero luego negué con la cabez.

Sabía que si eso pasaba terminaría castrado y maldecido por ese lindo y feroz omega.

Resignado, suspiré recordando su incesante mal humor, sentí una mano en mi hombro y los ojos de la morena me miraron analizándome.

—¿Qué ocurre, Luka, todo bien, todo correcto?.—preguntó curiosa.—¿Problemas familiares o amorosos?

Intentó animarme a confesar usando un tono animado como siempre hacía para sacarme la verdad pero esta vez no funcionó.

—Nada importante, sólo soy yo.—me excusé despreocupadamente.—No tienes que preocuparte, niña.

Mi respuesta le quitó la sonrisa a la alpha, su rostro se llenó de preocupación pero no insistió en cuestionar mi ánimo.

—Cuando estés listo para decirlo.—detuvo su hablar un segundo para darme palmadas de manera fraternal en la espalda.—Puedes contármelo.

Sonrió sinceramente para luego seguir platicando con los demás, ella me conocía bien y sabía que si insistía podía irritarme. Y cuando lo hacía mi voz de alfa no dudaba en salir.

No la usaba demasiado pero un día cuando una omega molestosa colmó mi paciencia no pude controlarme más. Su cuerpo comenzó a temblar comenzando a soltar pequeños sollozos, incluso mis compañeros alfa se asustaron, incluyendo Rossi que era muy respetada en su casta.

Y si mi voz dominante asustaba la de mi madre los dejaría helados, ella es una buena mujer pero es demasiado exigente y estricta cuando se trata de metas, mi padre que es un omega incluso le tiene miedo. Razón por la que se separaron.

Él era arrogante debido a su fama pero si lo conocían era muy simpático, al menos el poder no lo había cegado tanto como mi madre, que siempre insistía en comprometerme con una omega o beta adinerado para expandir su negocio musical que con los años se hacía vuelto prestigioso.

Una vibración se oyó por parte de mi celular.

—Hablando de la Reina de Roma.—bufé cuando el mensaje era por parte de mi progenitora.—Te tengo una cita, Luka, supongo que te agradará él, es muy hermoso.—leí para mí mismo.

Él, entonces ahora quería emparejarme con chicos. Supongo que ella pensaba que las mujeres no me llamaban la atención, prefería enrollarme con hombres alfa o beta pero no con omegas, chicas aceptaba de cualquier casta.

Siempre sentía que estar con un chico omega era algo extraño y nunca me interesó su fragancia, no hasta que olí el celo de Adrien, que era el paraíso.

Alabados sean los padres que crearon semejante obra de arte.

—Me pregunto que estarás haciendo.—susurré para mi mismo, alejándome del grupo.—Seguro estarás con Chloé, si ella logra olerte puede terminar marcándote, y no quiero eso.

The Wolf [Lukadrien] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora