Ya no lloraré

El inicio

—¿Sigo sin entender su presencia? —señalo el décimo a la pelirrosa.

—No tienes que comprender su presencia. —contestó tajante el castaño —Lo único que tienes que entender es lo que yo diga.

—Aizen-sama ya está todo listo. —llegó diciendo el capitán que faltaba, Gin Ichimaru, esto con una de sus características sonrisas.

El mencionado al oír lo dicho por su mano derecha sintió que su día no podría estar mejorando, se levantó de su asiento mirando los a todos.

—Es hora, hoy atacaremos. —informó por lo que todos se pusieron de pie.

Ichimaru junto a Kaname abrieron una garganta que los dejaría salir a todos de Hueco mundo.

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El Seireitei pasaba por uno de los momentos más difíciles hasta ahora, pues el que Aizen haya secuestrado a una shinigami los tenía en hake, nadie entendía el Por que, ¿Qué tenía de importante ella? No era más que una shinigami más del sexto escuadrón, o por lo menos eso era lo que creían ellos.

Tal vez Sakura no era tan importante como shinigami, pero si como persona, por ello algunos tenientes y capitanes estaban resentidos por no poder hacer nada para ayudar causando que la espera les resultara una agonía, teníamos el ejemplo del capitán Kuchiki quien revivía los mismos sentimientos por los que pasó cuando perdió a su amada Hisana, por ello todas las noches miraba al cielo rogándole a su difunta esposa que protegiese a su pequeña, también estaba el capitán del décimo escuadrón quien noche a noche visitaba la habitación de la menor en busca de consuelo, creía que mágicamente en algún momento su amada cruzaría la puerta y se lanzaría a sus brazos, y al igual que los dos anteriores estaba Rukia que no daba crédito a lo sucedido, se negaba a creerlo, se negaba a aceptar que su mejor amiga estaba sufriendo y que ella no pudo evitarlo, por que ella lo hubiera hecho si no se habrían puesto esos Guilians en su camino.

Sin esperarlo el cielo comenzó a nublarse y tomar un color muy oscuro, esto tomó desprevenidos a todos los que recorrían los patios o entrenaban, la mayoría alzó la mirada en busca de respuestas sin poder predecir lo siguiente que sucedió, más de un alma se vio forzada a tirarse al suelo al poder soportar la presión espiritual que apareció de repente,  los capitanes, tenientes y el shinigami sustituto quien aún se encontraba ahí salieron sin dudar de sus oficinas o de donde fuera que se encontraran para reunirse en el centro del Seireitei y así descubrir que era esa presión tan asfixiante que sometía al Gotei, para sorpresa de todos una garganta fue abierta dejando ver primero salir a los tres capitanes quienes los habían traicionado, seguido de ellos salieron los Arrancars en orden numérico, desde el primer espada hasta el décimo, y tras ellos alguien que no se esperaban, la misma Sakura Haruno.

|Reproduce el audiovisual|

—Parece que han visto un fantasma. —comentó con burla el ex-capitán del quinto escuadrón mirando el rostro de sorpresa de los shinigamis al ver a la pelirrosa.

—¡¿Qué fue lo que le hiciste maldito?! —grito el Kurosaki molesto mientras se lanzaba sobre el ex-shinigami, pero este no logró alcanzarlo pues fue enviado de nuevo a donde estaba de un fuerte golpe por nada más ni menos que la pelirrosa.

Todos se miraron confundidos, pero entonces percibieron sus ojos, esos hermosos ojos Jade, ¿Qué fue lo que les paso? Ese no era su color natural, ahora eran ¿Rojos?, en ese momento todos comprendieron, Sus habilidades, pensaron todos, por eso la secuestro, el quería sus habilidades de kunoichi.