La línea divisora.

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Capítulo 2: La línea divisora.

Luke estaba sentado en su cama observando cómo Ashton dividía el cuarto en dos partes "iguales" con una cinta adhesiva roja. Cuando terminó su obra maestra de exageración homofobica, quitó sus cosas del lado de Luke e hizo lo mismo con las cosas del antes ya nombrado. Levantó una mochila verde y se la arrojó con fuerza esperando que no pudiera atraparla, pero lo hizo. Gruñó.

—Como estaba antes que tú me gustaría tener el derecho de escoger el lado de la habitación que me corresponde; ahora escúchame. Tú estarás en el lado izquierdo y yo en el derecho, como puedes ver tienes exactamente lo mismo que yo; una cama, un ropero y un escritorio. Esta —golpeó con el pie la cinta roja —es la línea divisora, no la cruces. —explicó con la mayor tranquilidad del mundo.

—Pero yo... —antes de que Luke pudiera decir otra cosa, Ashton le interrumpió:

—Quiero que sepas que me gusta el silencio porque mi pez se asusta con facilidad.

—¿Qué pasa con oír música, o con cantar? 

—Si crees que eres un buen cantante, adelante. Si crees que escuchas buena música, adelante. 

Luke sonrió comenzó a tararear una canción de Metallica. A pesar de tener una hermosa y melodiosa voz, Ashton arrugó su nariz irritado. Le gustaba la voz de Luke, pero odiaba el hecho de que esa fuera la voz de un gay. 

—Es mejor el silencio si así cantas. —mintió reselosamente. Su compañero calló de golpe. 

—¿Puedo cocinar?

—De hecho está contra las normas, si se enteran los vigilantes te tendrías que marchar —lo meditó unos segundos y sonrió de una forma malvada—. Bueno, ¿sabes qué? ¡Sí! cocina todo lo que quieras. —Luke rodó los ojos y lo miró con superioridad, Ashton ni se inmutó y continuó haciendo sus cosas. Luke rió debilmente.

—¿Qué es lo gracioso? 

—Nada, sólo... pensé que podríamos ser amigos.

—¿Así? Bueno, pues pensaste mal —le dedicó una hipócrita sonrisa y se dedicó a seguir haciedo sus actividades. 

—Si así lo quieres...

Colocó agua suficiente en su pecera junto con algunas pequeñas y bonitas piedras pintadas de diferentes colores y un curioso castillito de plastico antes de poder sacar a su pez de su bolsa e introducirlo con extremo cuidado a la pecera. 

Luke se sintió fuera de lugar así que se ocupó también de sus asuntos, colocó las cobijas de su cama y comenzó a leer un libro. Rapidamente se aburrió por lo que tuvo que sacar una guitarra acústica de su estuche, y después de haberla limpiado meticulosamente con un pequeño trapo blanco, comenzó a tocar. 

Ashton frunció el ceño y rogó que a Luke se le rompiera una cuerda de su guitarra. Decidió no reclamar esta vez y con mucha indignación, lo ignoró a él y a su ruidosa guitarra lo más que pudo.

La noche llegó más rápido de lo que ambos esperaban, y sin decirse ni las buenas noches cada quien se fue a su respectiva cama. Ashton se durmió enseguida y sin ningún problema, pero el rubio no pudo. Ni siquiera cuando prendió su pequeña lámpara de luz fue capaz de cerrar los párpados. Y sí, aunque fuera infantil le tenía miedo a la oscuridad. Alcanzó su celular, conectó los audífonos y se perdió escuchando Shop suey. 

Apenas acababan de pasar escasas dos horas cuando Luke había abierto los párpados nuevamente. Todo estaba oscuro y no supo qué hacer, su pequeña luz seguía encendida pero no era suficiente. Tuvo un dilema interno acerca de lo que debía hacer. Giró un poco su cabeza para encontrarse con un Ashton semi-desnudo acostado y durmiendo placenteramente encima de su cama sin ningún problema. Quitó las cobijas de encima de él e inmediatamente un frío aire golpeó su pecho desnudo. Se paró lentamente y tragó saliva mientras caminaba con dirección a la cama de su nuevo compañero, se inclinó hacia él ligeramente y sacudió un poco su hombro. Se arrepintió poco después de haber hecho eso. Ashton frunció la nariz y Luke sonrió porque había hecho esa misma acción más de diez veces en el poco tiempo que lo había visto.

—Ashton —volvió a agitar su hombro con un poco más de fuerza esta vez—. Despierta, hombre.

—¿Qué demonios? ¡Luke déjame en paz! —gritó mientras se cubría su cuerpo con las finas sábanas, buscando desesperadamente cubrir toda la piel que le fuera posible pensando que Luke le miraba con lujuria. Pero realmente, a Luke le importaba muy poco si estaba desnudo, con ropa o semi-desnudo; lástima que Ashton no lo pensara de esa forma.

—No quise despertarte…

—¿No? Entonces, ¿Por qué diablos lo hiciste? —ironizó y le miró con demasiada furia, Luke sintió pena.

—Quería preguntarte si no te importaba que dejara la luz encendida, sólo de mi lado…

—¿Por qué harías eso, Lucas?

—Es Luke, pero cómo sea —mordió su labio durante un segundo—. Le tengo algo de miedo a la oscuridad, ¿de acuerdo? Y no me permite dormir bien, sólo la encenderé esta noche, lo prometo —hablo con más fuerza, sintiéndose abrumado por la oscuridad que lo consumía poco a poco, y demasiado enfadado con Ashton por razones que ni él mismo comprendía. 

Ashton asintió con la cabeza un poco, y no pudo evitar que aquella confesión le ocasionara algo de ternura. Después de varios incómodos segundos sin obtener respuesta, recordó que estaba oscuro y que probablemente Luke ni siquiera le haya visto así que habló:

—Claro, sólo asegúrate de apagarla por la mañana. Ahora déjame dormir y no vuelvas a despertarme.

Luke corrió hasta el encendedor de su lado izquierdo y lo oprimió, al instante una tenue luz blanca iluminó casi por completo la habitación. Ahora con más seguridad caminó a paso tranquilo hasta su cama, se tapó y esta vez cerró los ojos placenteramente. Ashton sonrió torpemente al pensar que chico con apariencia tan ruda le pudiera temer a la oscuridad. Y que ese mismo chico "rudo" fuera gay. Negó con la cabeza y cerró los párpados. Esta vez fue él quien no consilió el sueño. 

Straight //lashtonWhere stories live. Discover now