Capitulo 26 "La promesa rota"

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Rachel no lo negó, pero con rapidez soltó la mochila en el suelo probocando el sonido plastico de varias máscaras al chocar. Con la misma rapidez y potencia tomo el picaporte de la puerta, pero entonces Derek se puso de pie con una de sus manos aun en la herida. Y recordando lo dicho por la voz del megáfono a toda voz grito su respuesta:

- ¡MISIÓN. TOMO SU MISIÓN!.

- EL JUGADOR DEREK A ELEGIDO MISIÓN. ¡BUENA SUERTE! - respondio la voz del megáfono y Derek lanzó esa plateada arma a un lado mirando a un Jhonatan también desarmado.

Finalmente cuando Rachel por fin abrió la puerta ya era demasiado tarde.

- ¡No! - exclamó igualmente tratando de ponerse en su camino para detenerlo. No quería que lo hiciera y tenía terror ante la idea, porque sabía bien de lo que Jonathan también era capaz - ¡No ,no lo hagas. Derek! - exclamó asustada, pero enseguida el muchacho volteo y de un empujon en el pecho la lanzó lejos de espaldas sobre el duro piso de mármol y fuera de la jaula de cristal.

Tras el impacto los verdes ojos de Rachel lo miraron fijamente mientras varios hilos de cabello despeinado aun cubrían su rostro curvado por el asombró y el dolor.

- Solo ve a casa niña - le hablo por última vez.

Rachel vio sus celestes ojos brillantes y luego su espalda mientras el aire que se había escapado por completo de su cuerpo volvió a quemarle la garganta y pulmones. Entonces se puso rapidamente de pie para volver a intentar abrir la puerta pero cuando sus manos regresaron al frío picaporte sintió la puerta vibrar y al jalar con fuerza de ella está ya no pudo abrirse. Casi al mismo instante las luces del pasillo paso a paso comenzaron a apagarse hasta llegar a la jaula de cristal. La oscuridad inundándolos rápidamente que ni la saeta que brillaba en el cielo nocturno a esa ahora de la noche decidía iluminarlos.

- ¡Derek! - chillo ahora de pie e intentando jalar la puerta que se había cerrado casi de forma magnética - No hagas esto porfavor - suplicó golpeando el duro cristal con toda su fuerza.

- ¡Recuerda lo que te he dicho! - gritó él a través de los cristales. Se lo había escuchado tan agotado que ella temió aun más. Golpeó frustrada el cristal y cuando se detuvo escucho, aturdida y horrorizada cómo estos crujían y ambos chicos también gruñían en quejas. Los cuerpos impactaban con violencia hacia los cristales que se agrietaban y resonaban ruidosamente sus golpes.

Entonces a tropicones Rachel se arrastró sobre los pisos de marmol en busca de algo que pudiera romper el cristal, pero nada había allí en la oscuridad. Cuando su vista encontró las escaleras corrío a la entrada del edificio. Golpeó las puertas de madera con furia las cuales se abrieron mecánicamente. Estaba a punto de salir por ellas, pero no quería huir, no así y aunque no podía llegar hasta Derek; tampoco podía evitar lo que iba a ocurrir. Se sintió entonces completamente inútil e impotente.

Regresó al principio de las escaleras y frente a la gran fuente dónde cayó de rodilla perdiendo las fuerzas. Miro al techo a los parlantes a las cámaras deseando solo encontrar el dueño de aquella voz.

- ¡Es mi misión, no la suya! - gritó - ¿Que puedo hacer? - se preguntó llorando.

Conjurando una imagen mental de Derek, la revivió una y otra vez.

Un relámpago resonó. La mirada de Rachel se dirigió a la jaula de cristal y la nueva luz de un trueno le permitió ver a Jhonatan sobre el cuerpo de Derek ambos forsejeando en el suelo por aquella plateada arma que ella conocía muy bien.

El Trato y El Sacrificio 🎭 Where stories live. Discover now