Capitulo 4: Rompiendo las reglas

79 3 0
                                    

Todo en los pasillos aparentaba normalidad y silencio. Los gritos de antes parecían haber sido extinguidos casi por completo.

Lo único diferente ahora para Rachel era el extraño chico de rostro pintado junto a ella con aquella plateada arma en la cintura y una bolsa de nylon llena de esas blancas mascaras.

— ¿Cómo dijiste que se llamaba ese sujeto? — preguntó rompiendo el silencio.

— No quieres saberlo. Tú solo guíame — respondió en seco.

— Claro que quiero — recriminó, pero él solo la ignoró, cualquiera sean las ideas que estaban pasando por la mente de ella no eran de su importancia, no más que aquellas máscaras. 

El sonido hueco y constante de las pesadas pisadas por los borcegos de Derek y las suaves pero rápidas de Rachel sobre el lustroso piso de los pasillos de pronto fueron siendo tapados por grito a medida que se iban acercando a la biblioteca.

Cuando finalmente se asomaron a la puerta de la biblioteca, una chica junto a un maestro salían por ella con el rostro ensombrecido de miedo y preocupación, pero Derek no se detuvo y esquivándolos atravesó la puerta con Rachel siguiéndole el paso. Entonces finalmente se encontraron frente a un panorama perturbador.

Libros rotos y terriblemente despojados de sus páginas estaban dispersos por casi todo el suelo de la biblioteca. Un poco de fuego se expandía por las cortinas grises con líneas rojas y comenzaba a tomar terreno. Mientras la bibliotecaria aún trataba de controlarlo con un extintor y algunos jóvenes y profesores escapaban por la puerta; uno de ellos, con la mano sobre un brazo chorreante de sangre , empujó a Rachel apenas esta cruzó la puerta.

Derek viendo aquello dio solo dos pasos, abrió un casillero junto a la larga mesa con computadoras y con violencia rompió un estante medio de dentro de él con el brazo.

— ¿Qué estás haciendo? — pregunto Rachel aún sobándose el lugar empujado.

— Métete — ordenó apuntando el casillero.

— ¿Qué? — preguntó mirando extrañada a aquel pequeño lugar y luego a él quien parecía no estar dispuesto a cambiar de idea — Estas bromeando — preguntó negando con la cabeza.

Derek sin mediar más explicaciones la tomó del brazo y empujó dentro del casillero obligándola a entrar. Ella se resistió pero la fuerza e impaciencia del muchacho eran mayor y en poco segundo ella se encontraba dentro con la bolsa de nylon negra.

— Cuídalas y quédate aquí hasta que regrese por ti — ordenó y acto seguido el casillero fue cerrado dejando a Rachel en su interior.

Desde dentro empujó la puerta con frustración y terror, pero esta se encontraba trabada del lado de afuera.

— ¡No!. Sácame de aquí — gritó Rachel golpeando con puños cerrados el casillero.

El muchacho por su parte ya había comenzado a avanzar por la biblioteca ignorando los gritos que Rachel le lanzaba.

El humo comenzaba a inundar la habitación. Derek vio como este subía y tomaba terreno por el techo del lugar incontenible. Luego vio como dos estudiantes alterados corrían en sentido contrario a su trayecto, pero él sin seguir a ese instinto de supervivencia que le gritaba huir como el resto; Solo avanzaba aún mas.

La biblioteca era tal y como ella le había comentado en el camino, grande, espaciosa y para su desgracia peligrosa. Contaba con muchos puntos ciegos y mientras Derek más se hundía entre estanterías y libros, más macabras escenas podían encontrar; libros rotos y charcos de sangre solo eran evidencia de lo que allí acababa de ocurrir: Un combate, una violenta pelea exclusiva y privadamente solo por aquellas blancas máscaras y su premio.

El trato y el sacrificio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora