35. MARTES

4.1K 1.2K 130
                                    

Creo que tengo fiebre. No estoy segura. Muero de sueño y de cansancio, los ojos me duelen.

Aunque ayer sobreviví a los ataques del monstruo, que no logró entrar a mi cuarto hasta pasado el mediodía, hoy me siento tan débil que temo desmayarme en cualquier momento.

Por lo menos, mamá prometió venir temprano. Está preocupada y trabajará solo algunas horas, así que el monstruo no podrá pasar tanto tiempo conmigo como ayer.

¡Ay, no! Ya llega, escucho su coche fuera de casa. Abre la puerta de entrada, la cierra. Sube por las escaleras. Golpea mi puerta por si no estoy sola.

No respondo.

El monstruo asume que duermo, o eso creo. Coloca su mano en el pomo y lo gira.

Mis manos tiemblan...

El monstruo Intenta abrir la puerta y... ¡no puede!

Mi truco funcionó. Cuando mamá se marchó, pude colocar la silla del escritorio como un candado. Las barras de metal del respaldo encastran justo alrededor del pomo, y lo traban.

El monstruo grita. Maldice y golpea. Sabe que lo hice a propósito. Me amenaza.

Yo no le respondo. Sé que intentará abrir por la fuerza. Si tengo suerte, se rendirá antes de lograrlo. Confío en que no romperá la puerta porque no quiere delatar su maldad frente a mi mamá.

Tengo sueño, pero dudo poder dormir.

Necesito mantenerme alerta por si el monstruo logra abrir la puerta, y también para quitar la silla cuando llegue mamá, así no se enfada conmigo.


 Estos capítulos han sido un poco más extensos que los previos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

 Estos capítulos han sido un poco más extensos que los previos. Los días pasan y nuestra protagonista sabe que la situación empeorará cada vez más. Necesita actuar pronto.


La niña que  luchaba contra monstruos (TAMBIÉN EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora