34. LUNES

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Creo que me enfermé. Tengo mucho frío y no dejo de estornudar.

Mamá no me dejó ir a la escuela, aunque lloré toda la mañana para que lo permitiera. Y, como ella no puede faltar a su trabajo, le pidió al monstruo que me cuidara durante el resto del día.

¡Estoy aterrada! ¡Voy a morir!

El monstruo llegará en cualquier momento y se encerrará conmigo en la habitación. No habrá escapatoria. Siempre fui muy débil para luchar contra él. Ahora, encima, estoy enferma. No sé si lograré siquiera esconderme.

Si tuviera un teléfono propio, llamaría a Joaquina para avisarle que, si mañana tampoco voy a la escuela, es porque capaz el monstruo me devoró.

¡Ay! Me duele la cabeza. Necesito trabar la puerta de mi cuarto antes de que sea demasiado tarde.

La niña que  luchaba contra monstruos (TAMBIÉN EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora