- ¿Qué sucede princess? ¿Te comió la lengua el gato? -

- ¡No es gracioso Black Cat! - Respondió la chica molesta.

- Para mí lo fue. – Exclamó el chico con una sonrisita burlona.

La chica se indignó y solo le dio la espalda diciendo: - Fmm. -

Entonces, la pelinegra reaccionó y preguntó un poco alterada:

- ¿Qué haces aquí? ¿Me estas espiando? -

- Por supuesto que no.- Exclamó el rubio cruzándose se brazos y siguió: -Solo pasaba por aquí y decidí saludar. – Mintió.

La chica también notó el traje de Black Cat de vuelta a la normalidad y tomando al chico desprevenido, curiosa exclamó: - ¿Y tú cascabel plateado? –

Félix reaccionó nervioso y colocando una mano tras su cabeza, dijo: - ¿Pues ya terminó la fiesta de Halloween, no es así? -

La chica no le tomó más importancia al detalle del cascabel tras oírlo. Ella solo suspiró y volvió su mirada de nuevo al horizonte del balcón, mientras se perdía en él. El joven la observó compasivo y arrepentido de las cosas que había hecho. Entonces cerró los ojos un momento y preguntó:

- ¿Sucede algo malo princess? -

La chica guardó silencio y con desanimo negó con la cabeza. El muchacho solo la observó con tristeza ya que sabía que ella no era sincera en su respuesta.

La pelinegra no quería decir palabra, luchaba por no desvelar su sentir en ese momento. Cuando, hizo un pequeño ruidito debido al dolor que sentía por dentro. El chico se preocupó al notar aquel sonido, lo hacía sufrir la idea de haber lastimado a la persona que ama. Entonces tomó valor y comenzó a decir:

- Marinette, quizás, no quieras compartirlo conmigo. Y está bien, puedo comprenderlo. Pero, si hubiera algo que pudiera hacer, algo que tu quisieses, yo...-

En eso, antes de que continuase, la chica miró hacia el cielo y dijo:

- Black Cat, sabes, desde hace mucho tiempo, he estado enamorada de una persona. –

El joven la observaba atento con un poco de melancolía y la chica sin enterarse de eso, siguió: - Pero esta persona tenía alguien más en su corazón... –

Marinette recordaba a Adrien mientras hablaba y a sus aventuras con él vestida como Ladybug.

Ella continuó diciendo:

- Siempre, durante mucho tiempo, esperaba algún día ser, esa persona especial para él. Y hasta hace poco él comenzó a notarme. Después de tanto tiempo, por fin, sentí que comencé a volverme algo más que una amiga para él. -

Félix la escuchaba tratando de ser comprensible más aquellas palabras lo atravesaban sobremanera. Cuando, la chica dijo:

- Pero, apareció otra persona. –

Black Cat se sorprendió al escuchar eso haciendo que abriese los ojos de par en par mientras brillaban. Y tratando desviar un poco sus emociones para evitar ser descubierto, el muchacho la interrumpió, diciendo juguetonamente: - ¿Te refieres a mí? –

La chica reaccionó un tanto sorprendida y un poco molesta lo volteó a ver diciendo: - Eso quisieras. – Mientras hacía un puchero.

El muchacho solo sonreía ocultando su sonrojo a través de la máscara.

Y Marinette volteó de vuelta hacia el horizonte del balcón y continuó hablando con ilusión y serenidad:

- Esta persona, yo siento que me quiere, a mí y solo a mí. Siempre está a mi lado y en más de una ocasión, me ha dado su apoyo y ha desvelado sus sentimientos hacia a mí. – Decía mientras recordaba los momentos que había pasado junto con Félix. Y continuó: - Cuando estoy con él, mi corazón late con fuerza...-

Y dándose ella misma un abrazo de felicidad, dijo: - Y siento como si hubiese tragado un enjambre de abejas volando en mi estómago, me hace sentir feliz, como sí pudiese hacer cualquier cosa. - Para después estirar con emoción y una sonrisa los brazos hacia el cielo.

Entonces, su mirada volvió a ser seria, bajó la cabeza y desanimada siguió:

- Pero... ahora mismo, no sé qué estoy sintiendo. Mi corazón está muy confundido. Y yo... No sé qué hacer...- Agregó esto último teniendo los ojos vidriosos mientras sus palabras se quebraban. Y cerró los ojos, tratando de contener las lágrimas.

Félix únicamente la observó compasivo. De pronto, la abrazó con ternura y gentileza tratando de consolarla, mientras la chica recargaba su cabeza en el pecho del muchacho tratando de despejarse. Permanecieron así unos momentos, como si el tiempo se hubiese paralizado, sin decir palabra y sin que nada importase mientras todo París dormía.

Después de un rato Marinette se tranquilizó y Black Cat la soltó lentamente mientras la chica se separaba y se limpiaba delicadamente un ojo. Tenía aun la mirada baja y cerraba los ojos con melancolía. En eso, Félix comenzó a inclinarse sobre una de sus rodillas, diciendo:

- Marinette...- Tomó la mano de la chica, para continuar en un tono serio y decidido: - Quiero que sepas que, sin importar cualquier costo. Te prometo que, pase lo que pase, velaré por tu felicidad. Eso te lo aseguró. – Y el muchacho besó su mano gentilmente mientras la chica lo observaba perpleja.

Marinette quedó sin habla y solo se preguntaba por qué él se preocupaba por ella a tal grado. Y mirándolo a los ojos, conmovida, únicamente exclamó:

- Black Cat... -

En otra habitación de la mansión, Adrien se encontraba dormido en su cama con una expresión serena, al igual que su Plagg. Y entre sueños exclamó:

- Marinette...- Mientras una lagrima salía de su rostro sin razón aparente.

Continuará...

Gracias por leer hasta aquí ~

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Los dos Chat Noirs, lucha de territoriosWhere stories live. Discover now