3 de Noviembre
En el presente.El ajetreado amanecer se dibujaba fuera de la ventana. Conner y Rachel regresaban con la mochila cargada de los suministros que Teresa le había pedido. Absolutamente todo estaba allí y más. Rachel planeaba pagarle a Teresa con aquello y tal vez convencerle de no entregarle todas las máscaras.
— ¿Cómo lo hiciste? — preguntó Conner quien guardaba la intriga desde que ella había salido de aquella habitación con absolutamente todo en mano.
— Es un secreto — dijo lanzándole el bate de béisbol de regreso y él lo tomó.
— Me tienes fascinado — explicó el chico sonriendo evidente.
Rachel se detuvo a medio camino. Una puerta familiar llamó por completo su atención y sin avisó entró en ella. Abrió los compartimientos familiares y cargo toda la comida que pudo dentro de la mochila.
— Ahora se quien es el cerebro entre tu y ese chico — felicito
— Ese chico se llama Derek — informó — Y va a necesitar lácteos, así que ve por ellos a la nevera y... ten mucho cuidado — pidió recordando la última vez que ella había estado en aquel lugar.
— Lo are jefa — dijo el muchacho con una sonrisa de aprobación.
Rachel admiro marcharse por un momento mas hasta que lo perdió de vista.
Cuando la mochila llegó a su límite Rachel colocó las correas en sus hombros y tambaleó con su gran peso.
Su vista se turbo y tuvo que sostenerse de la mesada frente a ella para no caer al suelo. Comprendió entonces que la falta de alimento y sueño comenzaba a pasarle factura a su cuerpo.
Estaba lista para marcharse cuando su mirada choco contra una figura ahora frente a ella, pero en lugar de sorprenderse se sintió molesta.
— ¿Que es esto? — pregunto con una capa de sudor recorriendole la frente.
La figura no contesto. Continuaba viéndola a los ojos; esos ojos ahora oscuros sin vida que inspiraban temor. Rachel la observo, cargaba con el mismo uniforme que ella, su cabello castaño oscuro y ondulado era idéntico, incluso su postura era igual. La única diferencia entre ambas era su rostro; cubierto con una de esa ya familiar máscaras blancas.
Entonces su respiración se detuvo, su corazón se descolocó aumentando las palpitaciones y alterando su presión.
La figura ladeó su cabeza y Rachel casi pudo escuchar como se reía de ella. «¿Quién será el último en quitarse la máscara?» preguntó y volteó. Entonces teniendola de espaldas Rachel pudo ver las palmas de sus manos, unas manos manchadas de goteante sangre.
Parpadeo con fuerza y el fantasma de ella misma desapareció.
— ¿Qué diablos fue eso...
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— ¿Por qué tardan tanto? — se quejó Derek.
— Deberías pensar diferente — explicó Teresa, pero Derek la miró con notable disgusto.
— No es asunto tuyo como deba pensar — gruño.
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El Trato y El Sacrificio 🎭
Teen FictionEn el pequeño pueblo de Villa Lóbrega, Halloween va más allá de ser una simple fiesta de terror para los adolescentes y jóvenes locales, ya que organizan un juego que promete cambiar el destino o la vida de los participantes para siempre. Rachel, un...