Capítulo 18 "Intercambio"

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- ¡Pero qué gran ironía! - exclamó la chica de cabello negro muy oscuro.

Rachel peinó los suyos hacia atrás ataviada, pero sin dejar de escudriñarla con los labios apretados en una mueca sombría.

- Ni me lo digas - refutó.

- ¿Ustedes se conocían? - preguntó él chico de gorra con el bate ahora recostado en sus hombros.

- ¿Sabes cómo dejó a Jonathan ese bastardo? - preguntó la chica con enojo y frustración. Rachel no contestó su vista estaba en el pequeño moretón que la muchacha tenía en la parte superior de su frente. Aquello se lo había hecho Derek sin duda - El karma vuelve niña. Le dije que lo lamentaría - terminó.

- Sip. Definitivamente se conocen - agregó el chico ahora poco animado.

Rachel lo miró y rodó los ojos mientras avanzaba frente a Teresa.

- ¿Y... ¿Dónde está él? - preguntó melodiosamente viendo a los lados, escudriñando el lugar.

- ¡Que se yo! - exclamó en queja encogiéndose de hombros en un gesto sobrador - Debe de estar buscando más máscaras o esa preciada Katana. Cuando se enteró que no la tenía; se puso como loco. ¡Derek nos lo robó todo! - explico con notable molestia y resentimiento.

- Bueno. Yo tal vez se los devuelva -informó Rachel.

- ¿Deberás? - desafío Teresa con sarcasmo.

- Hasta la última y jodida máscara. - ofreció.

- Y supongo que quieres algo a cambio - dedujo la pelinegra ahora sin apartarle la mirada.

- No. Solo me gusta hacer las pases con todos los jugadores - se burló - Es un pequeño intercambio.

- ¿Pequeño? - dudo mirando la manchada ropa de la muchacha - Yo creo es más que eso y también creo que estas perdiendo tiempo muy valioso ahora mismo.

Entonces Rachel se sintió descubierta ante la astuta pelinegra.

- No te pediré que te quedes hasta que el despierte, sólo pido que le des lo necesario para que pueda sobrevivir esta noche... Porfavor.

Teresa miró a la chica frente a ella con desprecio y luego con indulgente ambición.

- ¿De cuántas máscaras estamos hablando?.

Rechel detuvo su mirada sobre la mochila a un lado de Teresa y entonces hablo: - Seguramente más de las que tienes ahí.

La pelinegra miró la mochila y luego a la muchacha algo complacida.

- Veamos - empezo - Jonathan se molestara si se entera de esto - dijo mirando a la nada y luego a ellos.

- Ninguno se lo dirá - explicó Rachel y Teresa miró al chico del bate. Rachel entonces sospecho que él debía de ser el tipo de chico boca floja y extrovertido.

- ¿Que? - preguntó este sintiéndose ofendido con sus miradas.

Entonces Teresa gruñó poniéndose de pie. Estaba acostada en un fornido montón de colchonetas y pelotas de básquet y vóley; a Rachel jamás se le hubiera ocurrido buscar allí. El gimnasio era un buen escondite después de todo.

El Trato y El Sacrificio 🎭 Where stories live. Discover now