Jueves 23 de Noviembre 2017

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Luz en sus días en la Clínica, fue conociendo personas que llevara dentro de su corazón, que le dieron abrazos, la escucharon en sus momentos mas angustiantes, sus concejos que fueron un gran apoyo cada día.
Unos de ellos fue Santiago, era un mucamo, pero en si una gran personita como lo define Luz, en ocasiones se cruzaban y hablan un rato, obvio que atrás de las caras, para que nada se mal interprete; pero en un día de eso de tanta angustia, fue el quien el le dio un gran abrazo. Varias veces compartían charla, por lo cual una vez, le dijo: -Sos una mina que no esta para que este acá adentro, tenés una gran vida por vivir afuera; sos chica disfruta de eso-. Por lo que Luz fue muy amable con el; pero en si, se termino enamorando de el, lo veía como un gran tipo, alguien que sabia muy bien lo que hacia, aunque todo quedo ahí nomás, Luz cree que en algún momento se va a cruzar con el, es su esperanza.

Antes de la hora de visita, Alma la llamo para hablar con ella; un momento, en el consultorio de siempre; en si hablaron pocas cosas. Luz le comento que ya se quería ir; por lo cual la Psicóloga le dijo: -Que a veces creemos que ya estamos listo para salir, pero no a veces necesitamos continuar con el tratamiento que se te indico-. Con lo cual Luz pone una cara no muy convencida a lo que le decía. Pero lo que le llamo la atención fue que le comento, -Que en su análisis trabaje las miradas de los demás, como repercute en su vida diaria-. Por lo que Luz acepto amablemente ese concejo que le brindo en ese momento; se despidieron con un abrazo. Por que Luz sentía que se iba en ese día, sabia que no la volvería a ver.
Después de haber tenido una hermosa conversación con Alma, Luz regreso al patio sabiendo que hoy vendría a verla Emma y Caterina. Eso de las 10:00hs. Comenzaron a ingresar los familiares de los pacientes que se encontraban allí. En si no llegaba nadie ni su amiga, ni su psiquiatra, por eso en si misma se dijo: -Ya no espero que venga nadie a verme-. A los 15 minutos de pensar lo que pensó, aparece Emma con su mochila celeste, y su sonrisa que lleva siempre; en eso se sientan en dos sillas que se encontraban libres en el patio, se sientan las dos y empiezan hablar; Luz le decía que se quería ir, que no aguantaba mas, pero dentro de si misma tampoco quería regresar a su casa, tenia doble problema; Emma le dijo: -Eso lo tendrá que ver tu Psiquiatra-. En si ella le había traído unos libros para que se entretenga un poco y no piense tanto en el afuera, hasta unos panes de salvados que a Luz le fascina, mas una mermelada de ciruela. En un instante aparece la Psiquiatra, con lo cual le presenta a Emma, y la saluda muy cordialmente; en eso Luz le dice: -Caterina me quiero ir-. –Ya estoy bien-. En ese momento Caterina le responde: -Bueno pero lo tendría que hablar con tu Psicóloga, ya que ella también tiene que opinar-. –Pero si quieres mañana te firmo el alta-. –Y te viene a buscar Emma-.
Por lo que luz quedo re contenta en ese momento. Su cara se transformo en una alegría inmensa. La psiquiatra se retira, con lo cual le va hacer las recetas correspondientes a la medicación que le estaban dando.
Se retira Emma, por que había terminado la hora de visita, por lo cual le dice: -Hasta mañana-.
Luz estaba muy contenta por la noticia que le habían dado, llego la hora de almorzar, comió muy feliz, y le dijo a todos que mañana se iba, con una alegría inmensa.
A pasar las horas la llama Martina, por que le tenía que comunicar algo, en si no entendía por que, le dijo: -Que la psiquiatra y la psicóloga; habían cambiado de planes, que no se iba a ir mañana-. –Con lo cual, hoy o mañana iban a venir hablar con vos-. Por lo que Luz se largo a llorar, creyendo que Analía y Caterina, la habían traicionado, en si en su cabeza se le fueron cruzando pensamientos negativos, por lo cuales se pensaba solamente en morirse. Todo ese jueves las espero todo el día, hasta la noche pero ninguna vino a verla, ni a comunicarle por que habían cambiado de opinión. Entonces ella sentada en la escalera con una cara de asombrada, al mismo tiempo con una tristeza que no podía sostener. Viene Paloma, una mucama muy amable, con la cual la abrazo y le dijo: -Muchas veces pasan estas cosas, no te vengas a bajo, sino es peor, arriba; que vos podes, tienes un gran potencial-. Con lo que Luz le agradeció por las palabras que le dijo y el abrazo de consuelo que necesitaba en ese momento de enojo. Se fue acostar muy angustiada, toda una tarde llorando, sin que nadie le diga el ¿Qué sucedió?.

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