— Acepto, diles que estaré allí mañana una hora después de su horario de salida. Ensayaremos por varias horas para poder estar a tiempo.

Fue lo único que le dijo antes de meterse en su habitación. Jeno se quedó quieto por unos segundos antes de tomar su teléfono para avisarle a Jaemin que Ten había aceptado aquello. El omega, pareciendo bastante emocionado, se lo comunicó al resto del salón atreves del grupo de chat en donde todos estaban y el cual Jeno tenía desde un comienzo silenciado.

La mañana del martes comenzó ruidosa, con todos sus compañeros hablando sobre lo que deberían de bailar, lo que vestirían y cosas que le tenían sin cuidado por lo cual se acostó a dormir sobre su pupitre hasta la llegada del profesor.

Extrañamente agradecía el silencio, su cabeza parecía estar demasiado lejos aquel día. No podía ni asegurar en que pensaba aunque muy posiblemente no estaba pensando en nada. Su mente no podía concentrarse en nada específico.

Como el día anterior, Jaemin le llamó para pasar el receso juntos sacándole una sonrisa y una mueca de disgusto a Yeeun que decidió ignorar para no entrar en una pelea sin sentido. Para cuando las clases acabaron, todo el salón se había reunido en el comedor de la escuela para almorzar. Los ánimos parecían estar por las nubes a pesar de que el alfa tan solo quería irse de allí cuanto antes.

Una vez que todos terminaron de almorzar se fueron a los vestuarios para cambiarse. Cada uno se puso ropa cómoda y más suelta para realizar ejercicio. Ya en el salón de baile se dejó caer en una esquina acomodando su gorra mientras veía como todos comenzaban a estirar o calentar. Jaemin era uno de ellos quien lucía una enorme sonrisa mientras hablaba con Chenle bastante animados ¿Cómo es que lograba verse tan hermoso con solo ropa deportiva? Terminaría por volverse loco.

Ten llegó casi diez minutos después, entrando con una enorme sonrisa y saludando al grupo en general. Muchos le reconocieron pues habían tenido clases de baile con él anteriormente. Ten fue casi directo hacia el grupo de Jaemin saludando a cada chico con una sonrisa brillante para luego buscarle con la vista, encontrándole luego de unos segundos. Le dio una mirada extraña para después llamar la atención de todos los chicos mientras aplaudía.

— ¡Muy Bien! Sé que han decidido esto entre todos pero para nadie va a ser una sorpresa que el salón entero no va a poder brillar completamente ni podrán ir al frente. Muchos de ustedes puede que tengan dos pies izquierdos y no lo digo de mala manera pero no todos están hechos para bailar. Así que ahora voy a evaluar a cada uno por separado. Pasaran al frente y tendrán como mucho dos minutos para poder demostrarme que al menos pueden dar una vuelta sin tropezarse con sus propios pies.

Dijo como si fuera una broma pero en su expresión se notaba serio. Todo el mundo se sentó en el suelo dejando espacio suficiente en el centro como para que quienes pasaran pudieran bailar cómodamente. Uno tras otro de sus compañeros fueron pasando por el centro para bailar. Su única ventaja era que podían bailar la canción que quisieran.

Había algunos que eran realmente buenos y otros eran realmente malos. Se podía notar en el rostro del tailandes el esfuerzo que hacía para no hacer una mueca a quienes eran un desastre propenso a romperse una pierna. El alfa sólo se mantuvo atento hasta que Jaemin decidió pasar al frente. Se veía muy decidido en el momento que una canción de un grupo idol bastante joven comenzó a sonar. Creía haber escuchado esa canción por Haechan antes pero no estaba seguro. Al terminar su escaso minuto y medio de canción, todos le aplaudieron. Jeno desde su rincón sonreía al verle.

Jaemin no solo lo había dado todo en aquel pequeño baile sino que también se había divertido haciéndolo. Amaba bailar, era una gran pasión que tenía. Había estado en el club de baile de la escuela por años pero a comienzos de aquel ciclo escolar su madre le había prohibido seguir asistiendo pues ya le habían confirmado que sería un omega. No creía que fuera bueno para él y su imagen. Jaemin siempre se había arriesgado por bailes más atrevidos o poco comunes. Tal vez para un alfa o un beta eso no sería malo pero siendo un omega podría crear diversos rumores o eso era lo que su madre pensaba. Él amaba el baile y no creía que ninguna expresión artística ser realmente mala si provenía desde el fondo de su corazón.

Opuestos En Común. NominWhere stories live. Discover now