Capítulo 8

4 2 0
                                    


Al levantarme de nuevo taehyung no estaba, pero de pronto escuche unos sonidos que provenían de la planta baja y creía saber quien era. Convencida y con una sonrisa baje al living, lo primero que vi es a Tae preparando el desayuno, este hombre esta lleno de sorpresas, el estaba de espaldas silenciosamente me acerque para darle un sustito. Con mi mano helada toque su cuello y el dio un brinco en su lugar. La imagen no pudo ser mas graciosa en ese momento que sentí que el hígado se me salia. Tae me miro sonriendo y me abrazó.

—¡Buenos días linda!— alzé mi cabeza y le sonreí —¿Dormiste bien?— me beso en la frente para soltarme y volver su vista a la estufa donde estaba preparando nuestra comida.

—Claro que dormí bien. Y tu que tal. Parece que también dormiste de maravilla— el me volteó a ver y levanto un ceja. 

— Claro que lo hice. Bueno basta de charla, siéntate es hora de comer — 

Obedecí y lo hice sin decir nada. Pronto el puso los platos sirviendo la comida que adornó como un ''profesional'' me sorprendí un poco.

Al meter la cuchara a mi boca no había duda de que el sabia cocinar. Abrí los ojos y lo mire impactada.

—¿Que pasa no te gustó?— me miro frunciendo el ceño

—Tae ¿¡de verdad lo hiciste tú!?— sonrió con orgulloso de sí mismo.

—Claro nena, ¿acaso dudas de mis habilidades culinarias?— yo solté una carcajada silenciosa y regrese a ver mi comida sin dejar de sonreír —¡YA! ¿te estas burlando de mi?— el se levantó de la mesa y me comenzó a perseguir, yo rodee la mesa y cuando el bajo la guardia corrí escaleras arriba sin dejar de reír.

— ¡Ni creas que podrás escapar de mi!— me señalo con su dedo —Te atraparé— me sonrió travieso y yo lo rete.

— Ya quiero verte intentarlo, ¡LENTO!— dicho esto fui corriendo hasta mi habitación, la cerré y me encerré en el armario — valga la redundancia— jijijiji— no podía parar de reírme por la adrenalina que sentía. Luego oí como la puerta de la habitación se abría de golpe, por un pequeño espacio pude ver a Tae buscando debajo de la cama, en el baño para mirar a todos lados confundido hasta que su mirada llego al armario y con grandes zancadas abrió las puertas. El me miro y sonrió pero tuve una idea y cuando le hice creer que ya me rendí, mire a un punto fijo en el cuarto para que regrese su mirada, y así lo hizo, y yo con gran rapidez pase por un lado de el corriendo, pero luego sentí unas manos en mi cintura y un fuerte tirón, donde nuestros cuerpos quedaron juntos.

—Te atrape— me dijo con su voz tan grave que hizo de mis oidos el cielo.

—Me atrapaste— le dije con una sonrisa ladina para después unir nuestro labios.
Duramos un buen rato así cuando poco a poco el beso se fue intensificando, mordió mi labio para que le de paso a mi cavidad y yo gustosa acepte provocando que nuestras lenguas danzaran y se conocieran, su agarre en mi cintura se hizo mas potente, bajo su mano hasta una de mis piernas y di un pequeño salto para enrollar mis piernas alrededor de sus caderas, todo esto sin separar ni un solo segundo nuestros labios. El me arrimo a la pared y luego sentí sus manos en mi espalda recorriendo mi piel. No puedo negar que todo esto se sentía bien, pero aun no estaba lista mentalmente, físicamente tal vez pero aun así no podía, esto es importante para mi. No quería parar de golpe pero fui suavizando el beso y luego puse mis pies en el piso. El me miro extrañado pero yo le sonreí y tome su mano.

—Vamos a desayunar— tome su mano con el propósito de seguir con nuestra comida. Pero me hizo parar en seco.

— Espera... espera. ¿Que vas hacer con esto?— yo lo mire extrañada hasta que comprendí lo que pasaba. Sentía que mis mejillas se comenzaban a calentar y toda la vergüenza salia a flote en mi ser.

Winter BearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora