¿Where is our Home? (ʜᴀʀʀʏ ʙɪɴɢʜᴀᴍ) -𝕋𝕙𝕖 𝕊𝕠𝕔𝕚𝕖𝕥𝕪-

Chapter 43

He subido capitulo en la novela de Tom Holland, leerla, darle al menos una oportunidad...

Todo el mundo se calló cuando vimos que Allie se levantaba y subía al estrado, sus ojos estaban llorosos, iba a llorar en cualquier momento.

-Mi hermana Cassandra era buena-Decía-Era buena persona-Su voz sonaba rota-Quien ha sido?-Preguntó-Quién ha matado a mi hermana?Porque lo habéis hecho! Porque!-Lágrimas caían de sus ojos-La necesitábamos!

Al ver como Allie se derrumbaba Will subió con ella para darle un hombro donde llorar.

-La necesitaba...-Esas fueron sus últimas palabras.

Luke, Clark, Jason y Grizz se levantaron para coger con una tela blanca el cuerpo sin vida de Cassandra, ellos pasaron primero, seguido Allie y Will y por último los presentes.

Antes de salir de la iglesia Harry se puso unas gafas de sol y me cogió la mano.

Los cuatro chicos dejaron caer el cuerpo en el hoyo que habían cavado horas antes.

-Dale señor el descanso eterno-Empezó Helena a orar-Y que brille sobre ella la luz perpetua, que las almas de los fieles difuntos descansen en paz...

-Amén-Dijimos todos al unísono.

Allie se agachó para coger un puñado de tierra y lo tiró sobre la sábana blanca que cubría el cuerpo de su hermana.

Después de aquello los cuatro chicos empezaron a llenar el agujero de tierra y las personas que estábamos allí empezamos a irnos.

-¿Quedamos en la cafetería esta noche para cenar?-Me preguntó Harry en el camino a casa.

-¿Me pasas a buscar?, no quiero caminar ni conducir-Le dije.

-Em si claro, estaré sobre las siete-Depositó un beso en mis labios antes de irse.

[...]

Nos encontrábamos en el comedor del instituto, yo me encontraba sentada en una mesa con una bandeja con nuggets de pollo, y puré de patata con salsa, Harry acababa de llegar a la mesa con lo mismo y dos botellas pequeñas de agua.

-Ten-Me entregó una, pero su cara era algo seria.

-Gracias-Hice una media sonrisa.

-Grizz me lo ha contado-Confesó-Lo que has hecho esta mañana.

-Harry no empieces porfavor...-Dije cansada de la situación-No me volverá a pasar, Grizz se encargó de tirar al váter todas las pastillas de la casa.

-Pero si no te hubiera hecho caso y no te hubiera dejado sola no lo habrías hecho...

-No es tu culpa, las emociones me jugaron una mala pasada ya está, no quiero volver a hablar del tema.

-Como quieras-Dijo y probó un nuggets-Están duros como una piedra.

Mientras comíamos pudimos observar como dos chicos empezaban a pelear, aunque nadie pensó que aquella pequeña pelea pudiera acabar algo mal.

El chico más grande tiró de un empujón al otro, y este al caer al suelo hizo que la pistola que tenía guardada en su pantalón se dispararse, sembrando el caos total entre las personas, una chica se puso en pie y sacó otra pistola, todo el mundo se asustó aún más y Harry se tiró casi encima mío para que nos esconderemos debajo de la mesa, ahora otro chico sacó otra pistola y apuntó a la chica.

-Suéltala-Le gritaba a la chica-Hablo enserio.

-Sueltala tú-Gritó ella.

-Bajala porfavor-Se notaba miedo en la voz del chico.

Ellos siguieron discutiendo y gritando para que soltaran el arma, y aunque yo estaba aterrorizada se me vino una idea a la cabeza cuando vi el interruptor de la alarma de emergencia, así que empecé a arrastrarme por el suelo.

-Vuelve aquí Maddie!-Me decía en susurro Harry.

-Shh!-Le dije.

Seguía arrastrándome hasta llegar a la pared del interruptor, entonces me levanté y le dí, haciendo que un molesto ruido empezara a sonar, Harry llegó detrás de mí y todas las personas empezaron a correr y salir del lugar, aquello fue un caos, gente caía y era pisada por las personas que corrían, Harry me agarró del brazo y me arrastró hasta la salida, no me dio tiempo a hablar cuando tenía ya sus labios pegados a los míos.

-No vuelvas a hacer algo así-Me dijo-Podrían haberte disparado.

-Tenía que hacer algo, aquello podría haber acabado en muertes, no podía permitir que muriera más gente.

-A veces eres tan buena persona-Rió poniendo sus manos en mis mejillas.

Y volvió a juntar nuestros labios fundiendonos en un profundo e intenso beso del que nunca hubiera querido que se terminara.