Uno con la boca explosiva de Jay

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Capítulo 10:

La puerta de mi habitación se abre cuando estoy sentada en mi escritorio terminando de pasar en limpio mis apuntes del día, volteo mi cabeza hacia la puerta esperando a que mi madre me diga algo, pero me encuentro con la mirada de Jay.

Hay una mezcla extraña en sus ojos, algo que nunca vi en ellos: la ausencia del brillo que le caracteriza a su personalidad. Lo miro con el ceño fruncido hasta que él entra a la habitación, cierra la puerta y se deja caer en mi cama como si nada, mirando al techo, sin decir una sola palabra.

- ¿qué te pasa?

- No quiero hablar, Zoey.

- ¿Para qué vienes entonces? –le digo exasperada. Las emociones se revuelven en mi estómago pero me obligo a controlarlas.

- No sé. Solo... déjame estar aquí un rato, ¿de acuerdo?

- Bien.

Vuelvo a mi trabajo y recojo las hojas que ya no voy a usar y las llevo al papelero. Jay está en mi cama, simplemente acostado con las piernas extendidas y la cara metida en mi almohada. No tengo idea de cuál es su problema, pero tener a Jay callado por tanto tiempo me está poniendo los nervios de punta.

- Jay. No quiero que te enojes, pero me estás preocupando—le susurro cuando estoy cerca de la cama. Tomo asiento a su lado en el colchón y veo cómo levanta la vista hacia mí.

- No quiero hablar sobre ello, Zoey, ya te lo dije.

- ¿Dónde has estado? –le pregunto sin poder evitarlo más.

- Ya te dije que no es de tu incumbencia. Mira, si quisiera contártelo sabes de sobra que ya lo hubiera hecho.

- Lárgate. –le digo enojada con su actitud.

Dios, este chico logró carcomerme la cabeza dos días de seguido pensando en todo lo que pudo haberle pasado. Ocupando cada pensamiento, apoderándose de mi calma. Al menos me debe una explicación si pretende que voy a dejarle quedarse en mi cama durante toda la tarde que queda.

Él ni siquiera hace el amago de levantarse de la cama y vuelve la cara hacia la almohada otra vez.

- ¿No escuchaste, Jay? Lárgate.

- ¿Qué es lo que pasa contigo?—dice levantando su torso de la cama y mirándome.

- Que no te quiero aquí. –le digo en un susurro—desapareces dos días de seguido, y yo no puedo evitar asustarme Jay. No sabes lo mucho que me he preocupado por ti. Viví el peor estrés de mi vida en solo dos días, supuse que podía pedirte alguna explicación pero solo estás aquí exigiéndome que me calle y te deje estar conmigo sin siquiera pretender decir alguna palabra. Me tiene cansada, ¿entiendes? Cansada porque me exiges de todo pero si te pidiera algo tu...

Lo siguiente que sé es que estoy tirada sobre mi espalda y con mis piernas separadas con Jay entre ellas.

- Cállate, Zoey. No. Quiero. Hablar. De. Nada –dice gruñendo, y luego de rozar sus labios brevemente sobre los míos vuelve a su antigua posición.

- ¿Qué haces aquí entonces?

- Pelee con mamá—dice él acomodándose en mi colchón—solo quiero estar en silencio, ¿de acuerdo?

Estoy casi segura de cual pudo ser la razón de la discusión. Estoy dispuesta a apostar que su madre le ha preguntado también sobre los días que desapareció. Pero Jay puede comportarse como un muerto si no está dispuesto a decir algo.

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⏰ Last updated: Oct 07, 2019 ⏰

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Cruel Intentions #SA2018Where stories live. Discover now