Jay vs Jonah

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Todo ese momento de calentura que me raptó frente a la puerta de mi casa se desvaneció con el sonido de una llamada. No estaba muy segura de quién de los dos la recibía, pero sabía con certeza que no quería separarme de los labios de Jay.

Él, terminó presionando sus labios con los míos una vez más luego de haberlo estirado con sus dientes dentro de los suyos (esto logró ponerme húmeda, y diablos, me derritió como un heladito en mi patio) y luego, con un gruñido, se separó de mí para estirar sus manos hacia su bolsillo y atender la llamada.

Él confirma unas cuantas veces algo a alguien y comienza a fruncir el ceño y mirar hacia la oscuridad de mi patio con una mirada que promete matar a cualquiera que se cruce con ella. Me pregunto qué es lo que pasa, y realmente desearía que estuviera más cerca de mí, así tal vez lograría captar alguna parte de la llamada.

Luego de colgar, parece estar muy alterado y luego de asentir con la cabeza hacia mí se larga corriendo por la calle en dirección a su casa.

Jay me mantiene despierta toda la noche, aunque esta vez al menos no me tiene cachonda.

De hecho, estoy preocupada y me siento bastante curiosa con respecto a la llamada. Puedo pensar en un montón de escenarios pero cada que lo pienso, más imposible se ve.

¿Qué Jay podría ser parte de alguna banda callejera o algo así? ¿Qué tal vez es un alto mando en alguna red de lavado de dinero? ¿Estoy viendo demasiado Netflix?

No pude pegar un maldito ojo en toda la noche simplemente pensando en ello, y en la mañana, el café logró desperezarme un poco. Que no haya podido dormir solo hace que parezca un zombie, más aun con el aspecto demoniaco con el que voy al colegio.

Apuesto que nadie se ha sentado en la misma mesa que yo por esa razón.

En la siguiente hora, que es la hora de descanso después del almuerzo para nosotros ya que después vamos a gimnasio, me quedo con Keila acostada en el pasto detrás del instituto, simplemente mirando alrededor nuestro. Pienso en preguntarle a cerca de Jay, que por cierto no ha aparecido por el instituto esta mañana, pero apuesto que Keila sabe menos que yo, así que dejo el tema archivado en una gaveta abierta que significa que intentaré sacarle información después al mismo Jay, y decido que mejor me relajo y dejo de pensar en él.

La hora de gimnasia transcurre tan fatídicamente como siempre suele ser, y al salir de las duchas me encuentro con Jonah y los chicos, nuevamente Jay no está con ellos, ni siquiera ahora que es la hora de salida.

Jonah se ofrece a llevarme en su auto a casa, pero antes, vamos por unos helados cerca de la plaza de la ciudad, donde venden uno de mis helados favoritos.

Jonah es un tipo muy divertido, y me hace preguntarme si soy capaz de dejar mi obsesión por Jay e intentarlo con él. Pienso en lo que Jay me dijo ayer, acerca de que Jonah me empujaría a un convento, y en cierta parte podría ser cierto, aunque no quiera darle la razón a Jay.

No creo que sea algo para criticar a Jonah, desde luego. Me parece muy dulce que sea tan respetuoso, tan agradable y que tenga varios temas de conversación. Es solo que no puedo sentir esa chispa de adrenalina cuando estoy con él.

Es de esos chicos con los que fácilmente pasearías por el parque de la mano, simplemente para hablar de lo bueno que está el día, y apuesto lo que sea a que espera a llegar a la tercera cita antes de intentar un beso.

Dios, es exactamente lo que debería estar buscando, es exactamente la clase de chico que debería interesarme, debería escribir su nombre en la parte trasera de mi cuaderno como sé que muchas en el instituto hacen, porque vamos, no voy a negar que Jonah es un chico muy guapo, tal vez incluso más guapo que Jay, y además de muy buena familia.

Solo que, aun intentándolo, no puedo evitar compararlo con esa corriente de electricidad que es Jay. Es como si Jonah fuera una mansa lluvia, relajante y melancólica y Jay, un huracán capaz de arrasar con todo a su paso.

Me encantan los dos.

Jay tiene un toque de misterio, como si guardara unos secretos peligrosos que me encantaría conocer.

Lo conozco desde hace mucho tiempo, y ni aun así sabré qué es lo que oculta. Es demasiado bueno haciéndolo. Es directo, es honesto, y es muy, muy sexy.

Toda esa aura de chico malo que representa con su cabello negro azabache, su piel aceitunada y sus ojos oscuros y esa sonrisa caliente, simplemente logra ponerme de rodillas.

Y en contrapuesto, está Jonah, con esos hoyuelos angelicales, esa sonrisa alegre y unos ojos hermosos que me recuerdan a los irises de un gato, y vamos, los gatos tienen ojos preciosos. Su cabello rubio y su aspecto amable son capaces de desarmar a una chica por completo, y si no estuviera tan enfrascada con Jay tal vez lo estaría con él. Y maldición, es lo que más me conviene.

Yo, simplemente tengo que intentarlo otra vez. Sé que si lo intento lo suficiente esta vez seré capaz de dejarlo. Quiero ser capaz de olvidar a Jay y sustituirlo con Jonah.

Me llevó a casa una vez terminamos de recorrer el parque hablando de cosas como el extraño peinado nuevo de la Señora Myrna, la maestra de geografía hasta situaciones como el repentino divorcio de sus padres.


Cruel Intentions #SA2018Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin