Capítulo 17

2.6K 125 3
                                    

—¿Y cómo fue? —pregunta Mercy después de mi primer sorbo al café.

Las vacaciones ya han acabado y el estrés ha vuelto tan pronto como he puesto un pie en mi primera clase. Estamos en la cafetería comiendo y yo me he pedido de postre un café bien cargado para soportar lo que queda de día.

—El qué. —Me he quemado la lengua por lo caliente que está mi bebida, pero merece la pena.

—La cita con mi hermano. Él no me explica nada y tú llevas evitando mis mensajes como media vida. —Comienza a hacer pucheros y me río por lo exagerada que es, solo fue una cena de amigos.

—Primero, no fue una cita. Segundo, solo ha pasado un día, no seas dramática. —Aún no me puedo creer que las clases ya hayan comenzado aquí y que en España aún falte una dosis más de regalos.

—Un día y ocho horas. No estás respondiendo a mi pregunta, ¿qué pasó? —Se apoya en la mesa y se acerca más para escuchar todo lo que tenga que decir— Si hay detalles sexuales no necesito saberlos —aclara.

—No pasó nada. Fuimos a cenar y hablamos, luego me llevó a la residencia y ya está. Te prometo que no hay nada sexual que saber. —Todo pasó demasiado rápido, para cuando me di cuenta ya estaba de nuevo sola en mi habitación.

—¿Te gusta? —Me sorprende que me lo pregunte y, además, que lo haga tan seria porque siempre que ha hecho algún comentario "cómico" ha dado por hecho que me gustaba.

—Un poco, quiero decir, casi no lo conozco. Quien sabe, podría acabar siendo un idiota, tal vez está en la sangre. —Mercy me echa una mirada asesina pero se acaba riendo, de todas formas la noto preocupada, puede que a pesar de que yo pensaba que no le molestaría que me gustara su hermano, sí que lo haga— Mercy, no te preocupes, no intentaré nada con él, y mucho menos si tú no quieres. Me importa mucho más nuestra amistad que cualquier chico.

—Que mentirosa —dice mientras comienza a reírse a carcajadas—. Tranquila, no me molesta que te guste mi hermano, es normal, pero no me vengas con esas de que por mí le ignorarías, porque si se te declarase te lanzarías a sus brazos. —Me señala acusándome mientras habla divertida— Solo me preocupo por ti, Hero sí que puede ser un imbécil a veces, aunque no esté en nuestra sangre.

—No me pasará nada, él solo me ve como una amiga, o ni siquiera eso, y yo a él también. —Mercy sigue masticando su comida mientras yo vuelvo a mi café y me quedo pensando un rato, aprovechando nuestro silencio— Oye, ¡yo sí que te pondría a ti por encima de cualquier chico!

—Pues yo no, pero porque ya somos mayorcitas como para hacernos elegir entre nosotras o un chico, ¿no te parece? Y si lo hicieras, por supuesto que elegiría al chico... A no ser que él también me hiciera elegir, entonces os mandaría a los dos a la mierda. —No puedo evitar darle la razón y reírme ante su lógica— Solo te preguntaba porque —La voz se le atraganta un poco y parece estar conteniéndose— se vuelve a marchar durante un mes...

—Mercy, lo siento mucho. —Le agarro la mano por encima de la mesa e intento reconfortarla a pesar de lo mal que se me da, ignorando por completo que a mí también me duele un poco, aunque sea incomparable a lo que ella siente por lo unida que está con Hero.

—No pasa nada, es su trabajo y lo que le hace feliz, es egoísta de mi parte ponerme así —dice mientras se seca las lágrimas antes de que caigan.

—No lo es, para nada, solo demuestra lo mucho que le quieres. —Se queda callada mirando por la ventana en dirección al campus cuando me doy cuenta de que yo he dejado a mi hermano en la situación de Mercy, y no solo durante un mes. Al final soy yo la que se tiene que aguantar las lágrimas. Al cabo de unos pocos minutos en los que el humor no ha mejorado demasiado, miro el reloj y me doy cuenta de que voy tarde—Mierda, me voy, tengo clase en la otra punta del campus, no te atragantes con el sándwich. —Cojo mi enorme vaso de papel y me cuelgo la mochila para salir corriendo. No he echado nada de menos esto pero al menos es clase de química, mi asignatura favorita— A las tres en la estación —digo como recordatorio y pregunta a la vez. Cuando Mercy levanta el pulgar en señal de aprobación, comienzo a esquivar mesas para salir de la cafetería.

Home | Hero Fiennes TiffinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora