14 Sabueso

180 32 0
                                    


Warlock odia esté lugar. No es un chico de pueblo es un chico de ciudad tampoco es un chico británico sino un americano, así que el hecho de mudarse por causas del trabajo de su progenitor le desagradó bastante desde el comienzo.

—Solo será por una temporada–trató de convencer lo para que no siguiera quejándose, pero eso no ponía las cosas mejor.

Lo peor de todo es el Internet que es un asco y no hay mucha señal, así que esta completamente varado en un lugar olvidado por Dios. Su madre le obliga a salir de la casa para tomar aire fresco, ya que no es sano que un chico esté todo el día encerrado en casa sin nada que hacer, así que ese día tuvo que salir al bosque, pues en el pueblo no había gran cosa, el bosque sería más interesante de explorar, tal vez encontraría algo o lo que sea.

Camino por un largo rato por el bosque, pero nada parecía interesante y se terminó cansado de caminar sin rumbo. Se termina sentando en una gran piedra que le sirve como un asiento, todo incómodo, lo que provoca más frustración y molestia.

Está completamente solo o eso pensó, hasta que escucha un ruido acercándose a él, con la mirada busca a quien se aproxima. Cuando voltea a ver de dónde proviene el sonido se da cuenta que en el lugar aparece un perro tal vez perdido, ese pequeño lo había sustado así que al ver que solo se trata de un inofensivo perro se calmo. Parecía perdido, por un instante creyó que era callejero, pero el collar de su cuello indica lo contrario, tomó su collar y buscó si tenía su dirección, pero solo tenía escrito el nombre perro.

—¿Quién es tan idiota para ponerle perro a su perro?–dijo soltando el comentario como si perro pudiera constarle aún sabiendo que eso no pasaría.

No se habían conocido hace más de cinco minutos y ya le agrada el canino, es un perro muy dócil y es difícil no amarlo. No puede dejarlo allí solo, así que se lo quedará hasta que el dueño lo reclamé aunque por sus adentros prefería que no lo reclamarán, siempre quiso un perro, pero su padre los odia por eso jamás ha tenido uno. Sería lindo tener uno, pensó mientras lo acaricia lo cual perro responde bien ante los actos de cariño. ¡Diablos ahora más que nunca quiere un perro!

Así no se sentiría tan solo, no había pensado en la soledad que sentía hasta ahora, y es que en América al menos tenía todo tipo de entretenimiento y ahora solo se la pasa encerrado en casa escuchando a su madre quejarse más que él de lo horrible que es este lugar. Sus padres nunca han estado al tanto de él, sus amigos si puede llamarlos así no son más que solo mocosos que están con él por interés aunque Warlock finge no tomarle importancia después de todo es mejor que la soledad y ninguno de los empleados lo han visto más que solo el niño del jefe, a veces extraña a Nanny y al hermano Francis, al menos ellos lo trataban con cariño a pesar de ser en ocasiones algo extraños.

Mientras se perdía en sus pensamientos no se dió cuenta que alguien comenzó acercarse al lugar.

Perro levanta la mirada por donde provenía los sonidos de alguien acercándose y al ver de quién se trataba deja el lugar donde estuvo acompañando a Warlock esté tiempo juntos. Warlock al ver a perro moverse voltea a ver que hace su nuevo amigo canino.

Entre los árboles a parece un chico que tal vez sea de su edad, probablemente lugareño de aquí. Al ver al chico llegar perro corre a dirección donde se encuentra ese muchacho misterioso y ambos se saludan tan cariñosamente, es obvio que ese chico es el dueño de perro.

Warlock los mira ambos y siente algo de envidia por ese chico al tener a un perro maravilloso como lo es perro.

—Oh, disculpa si te causo alguna molestia.

—Para nada, es un buen perro.

—Claro que es un buen perro, es el mejor. Por cierto, nunca te había visto antes, eres ese chico americano que llegó hace poco, ¿No?

—No es obvio por el acento–responde Warlock mientras cambia de tema—. Solo espero irme pronto de aquí.

—¿Qué tiene de malo este lugar? No te imaginas las cosas locas que han pasado por aquí.

—No creo que nada interesante pasará por aquí.

—Si te lo dijera no sé si me creerías... Oye estás aquí tu solo, no quieres acompañarnos con mis otros amigos. Se nota que le agradas a perro y eso no cualquiera.

—Bueno, es mejor que estar aquí solo–acepta de inmediato, lo que sea es mejor que seguir estando solo.

Ambos chicos se van juntos siendo seguidos por perro. Aunque apenas se habían conocido solo unos minutos antes ambos chicos tenían una rara sensación de haberse encontrado en el pasado, sin embargo, ninguno dijo nada por no saber cuando supuestamente ocurrió eso.

† We're On Our Side † Good Omens † FictoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora